Eichmann (1906–1962) nació en Solingen, Alemania, el 19 de marzo de 1906. Cuando era joven, se mudó con su familia a Linz, Austria. Como tenía escasos recursos, completó su educación básica e inició su capacitación en ingeniería mecánica, pero no terminó sus estudios. En los tiempos de la economía incierta de la década de 1920, pasó de un empleo a otro como jornalero, oficinista y agente viajero de la Vacuum Oil Company, AG. En 1932, a instigación de su conocido Ernst Kaltenbrunner, que después fungiría como su jefe en la Oficina Principal de Seguridad del Reich (Reichssicherheitshauptamt o RSHA), Eichmann se afilió al Partido Nacional Socialista Austriaco (nazi) y a las SS.

En 1933, cuando Adolf Hitler y los nacionalsocialistas (nazis) subieron al poder en Alemania, el gobierno austriaco prohibió la membresía en el Partido Nazi Austriaco. Al igual que muchos nazis austriacos, Adolf Eichmann huyó de Austria a Bavaria. En agosto de 1933, Eichmann se unió a la “Legión Austríaca”, una asociación organizada para los miembros del partido nazi de Austria. Mientras estaba ahí, recibió entrenamiento militar por unos meses. En 1934, con el rango de SS-Scharführer (sargento), Eichmann se unió a la Oficina Principal del Servicio de Seguridad (Sicherheitsdienst (SD)-Hauptamt). Cuando se unió a la RSHA en 1939, aún continuaba trabajando para esa organización. A mediados de la década de 1930, Eichmann trabajó para la oficina del SD II-112, que tenía entre sus objetivos la vigilancia de organizaciones judías. Fue asignado a una sección a cargo de actividades sionistas, donde negociaba con funcionarios sionistas, y realizó una visita de inspección a Palestina en 1937. Sus esfuerzos por promover una “emigración sionista de judíos de Alemania por cualquier medio (disponible)” le serían útiles en sus futuras actividades.

Después de la Anschluss de marzo de 1938, Eichmann personalmente dirigió un asalto contra las oficinas de la Comunidad Cultural Judía. Posteriormente, trabajó para organizar una oficina central de emigración judía (Zentralstelle für jüdische Auswanderung) en Viena, que abrió oficialmente el 20 de agosto de 1938. Según cálculos internos, la oficina central “facilitó” la emigración de 110.000 judíos austriacos entre agosto de 1938 y junio de 1939. La oficina central tuvo tanto éxito en sus esfuerzos de emigración forzada que creó una plantilla ­conocida con frecuencia como el “modelo de Viena”­ para una Oficina Central del Reich para la Emigración Judía (Reichzentrale für jüdische Auswanderung) que se aplicó en todo el Reich.

Eichmann tomó el mando de la oficina central a partir de octubre de 1939. En este puesto se topó con menos “éxito”, en particular porque la deportación de judíos empezó a reemplazar a la emigración como una estrategia para lograr una Alemania “libre de judíos”. En este tema, terminaría jugando un papel crucial. En el verano de 1939, Eichmann adquirió la responsabilidad de promover la expulsión de judíos checos del Protectorado de Bohemia y Moravia recién anexado, y creó otra Oficina Central para la Emigración Judía en Praga, siguiendo el modelo de su contraparte en Viena.

Poco después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, organizó el primer intento real de deportación masiva del Gran Reich alemán. Eichmann coordinó la deportación de unos 3.500 judíos de Moravia y Viena hacia Nisko, en el río San, en la parte de la Polonia ocupada por Alemania que sería designada como el gobierno general (Generalgouvernement). Aunque los problemas con el esfuerzo de deportación y un cambio en la política alemana acabaron por ponerle fin, los jefes de Eichmann quedaron lo suficientemente satisfechos con su iniciativa como para asegurarse de que siguiera participando en el futuro.

Después de la creación de la RSHA en septiembre de 1939, Eichmann se trasladó del SD a la Gestapo y se convirtió en director de la sección (Referat) IV D 4 de la RSHA (actividades de liquidación, o Räumungsangelegenheiten) (1940). Después de marzo de 1941, se convirtió en director de la sección IV B 4 (asuntos judíos o Judenreferat).

En octubre de 1940, Eichmann y la oficina IV D 4 organizaron la deportación de casi 7.000 judíos de Baden y Saarpfalz a áreas de la Francia no ocupada. Sin embargo, fue durante el desempeño de su puesto en la sección IV B 4 de la RSHA, que Eichmann jugó un papel central en la deportación de más de 1,5 millones de judíos de toda Europa a los campos y sitios de exterminio de la Polonia ocupada y de partes de la Unión Soviética ocupada.

En el otoño de 1941, Eichmann, quien en ese momento era un SS-Obersturmbannführer (teniente coronel) y jefe de la sección IV B 4 de la RSHA, participó en las pláticas en las que se planificó la aniquilación de los judíos europeos. Como Eichmann iba a estar encargado de transportar a los judíos de toda Europa a los campos de exterminio, el jefe de la RSHA Reinhard Heydrich le pidió que preparara una presentación para la Conferencia de Wannsee. Durante la conferencia, los oficiales de la RSHA asesoraron a las dependencias correspondientes del gobierno y del partido nazi sobre la implementación de la “solución final”. Eichmann también informó de estos planes a su red de funcionarios, que lo ayudarían a llevar a cabo los esfuerzos de deportación en las zonas ocupadas por Alemania y en los países aliados del Eje.

Algunos de los más prominentes de los “Eichmann-Männer” (hombres de Eichmann) fueron su segundo Rolf Günther, así como Alois Brunner, Theodor Dannecker y Dieter Wisliceny. En 1942, Eichmann y sus secuaces organizaron la deportación de judíos de Eslovaquia, los Países Bajos, Francia y Bélgica. En 1943 y 1944 le tocó el turno a los judíos de Grecia, el norte de Italia y Hungría. Eichmann solo se involucró directamente en el campo durante el proceso de deportación en Hungría. Desde finales de abril de 1944, seis semanas después de que Alemania ocupara Hungría, y hasta principios de julio de ese año, Eichmann y sus asistentes deportaron a unos 440.000 judíos húngaros.

Al final de la guerra, Eichmann quedó bajo custodia de los estadounidenses, pero se escapó en 1946. Al final, con la ayuda de funcionarios de la Iglesia Católica, logró huir a Argentina. Ahí vivió bajo varios alias; el más famoso de ellos fue Ricardo Klement. En 1960, agentes del Servicio de Seguridad Israelí (Mossad) secuestraron a Eichmann y lo llevaron a Israel para someterlo a juicio. El proceso ante un tribunal de distrito especial en Jerusalén atrajo la atención internacional; en general, los historiadores atribuyen el despertar del interés público por el Holocausto a la cobertura de su juicio (especialmente a través del libro Eichmann en Jerusalén de Hannah Arendt).

El 15 de diciembre de 1961, Eichmann fue declarado culpable de delitos contra el pueblo judío. Murió en la horca a medianoche entre el 31 de mayo y el 1 de junio de 1962. Las autoridades judías cremaron sus restos y esparcieron sus cenizas en el mar, más allá de las aguas limítrofes de Israel.