En enero de 1945, el Tercer Reich estaba al borde de la derrota militar. Las fuerzas soviéticas se extendían a través la Europa oriental, preparados para repeler las fuerzas alemanas hacia el interior del Reich. Después del fracaso de la sorpresiva ofensiva alemana a través las Ardennes (en el frente occidental) en diciembre de 1944, las fuerzas aliadas en el oeste estaban listas para invadir Alemania. El ejército soviético había hecho públicas las atrocidades nazis en Majdanek, que sus tropas invadieron en julio de 1944. Por eso, las autoridades de las SS ordenaron a los comandantes de los campos de concentración evacuar a sus prisioneros. Este plan estaba dirigido a prevenir que los prisioneros cayeran en las manos de los aliados y dieran mas pruebas del masivo asesinato nazi. Estas evacuaciones eran frecuentemente llevadas a cabo mediante marchas forzadas de los prisioneros.

El término “marcha de la muerte” fue probablemente acuñado por los prisioneros de los campos de concentración, para referirse a las marchas forzadas de los prisioneros, recorriendo largas distancias bajo fuerte guardia y condiciones invernales extremamente duras. Durante estas marchas de la muerte, los guardias de las SS maltrataban brutalmente a los prisioneros. Siguiendo órdenes explícitas de fusilar a los prisioneros que no podían caminar más, los guardias de las SS mataron a cientos de prisioneros en camino. Miles de prisioneros también murieron de exposición a condiciones climáticas extremas, inanición, y agotamiento. Las marchas de la muerte eran especialmente comunes al fin de 1944 y principios de 1945, mientras los nazis intentaban transferir los prisioneros a campos en el interior de Alemania. Las marchas de la muerte más grandes empezaron en Auschwitz y Stutthof, poco antes de que las fuerzas soviéticas liberaran estos campos.

No obstante, las fuerzas aliadas liberaron a cientos de miles de prisioneros mientras avanzaban hacia el centro de Alemania. El 25 de abril de 1945, las fuerzas soviéticas se reunieron con las fuerzas americanas en Torgau, sobre el río Elbe, en el centro de Alemania. Las fuerzas armadas alemanas se rindieron incondicionalmente en el oeste el 7 de mayo y en el este el 9 de mayo de 1945. El 8 de mayo de 1945 fue proclamado el día de la victoria en Europa. Hasta casi el último día de la guerra, las autoridades alemanas marcharon prisioneros a varios lugares en el Reich.