Las pruebas recopiladas por el Tribunal Militar Internacional en Nuremberg señalaban a un hombre llamado Adolf Eichmann como el autor intelectual de la planificación e implementación de la “Solución Final” para asesinar a los judíos de Europa. Eichmann había eludido su captura después de la guerra.

En 1960, Eichmann vivía en la Argentina con su esposa y tres hijos cuando los agentes israelíes lo secuestraron y lo llevaron a Israel para enjuiciarlo. Después de un juicio dramático y emotivo, Eichmann fue acusado de 15 cargos, incluidos crímenes contra la humanidad y crímenes contra el pueblo judío. Fue encontrado culpable de todos los cargos y condenado a muerte, la única vez que el Estado de Israel se acogió a la pena de muerte. El juicio televisado despertó la atención internacional y la controversia así como una reevaluación no sólo de los crímenes del Holocausto sino también de los autores de los crímenes y su naturaleza de maldad.