Según el censo realizado el 16 de junio de 1933, la población judía de Alemania, incluida la región de Saar (que en ese momento todavía estaba bajo la administración de la Liga de las Naciones), era de aproximadamente 505.000 habitantes en una población total de 67 millones de personas, es decir, menos del 0,75 por ciento. Ese número representaba una disminución de los aproximadamente 523.000 judíos que vivían en Alemania en enero del mismo año. Esta reducción en parte se debió a la emigración que tuvo lugar después de la toma del poder nazi en enero (se calcula que durante 1933 emigraron de Alemania unos 37.000 judíos).

Casi el 80 por ciento (unos 400.000) de los judíos que estaban en Alemania tenían ciudadanía de ese país. El resto eran en su mayoría de ciudadanía polaca. Muchos de ellos habían nacido en Alemania y tenían condición de residencia permanente.

En Alemania, cerca del 70 por ciento de los judíos vivían en zonas urbanas y el 50 por ciento, en las 10 ciudades más grandes. El mayor centro demográfico de judíos estaba en Berlín (aproximadamente 160.000 en 1925), lo cual representaba menos del 4 por ciento de la población total de la ciudad. Le seguían Frankfurt am Main (cerca de 26.000), Breslavia (cerca de 20.000), Hamburgo (cerca de 17.000), Colonia (cerca de 15.000), Hannover (cerca de 13.000) y Leipzig (cerca de 12.000). No obstante, en 1933 uno de cada cinco judíos alemanes aún vivía en ciudades pequeñas.