Ohrdruf
El campo de Ohrdruf era un subcampo del campo de concentración de Buchenwald, y fue el primer campo liberado por las tropas americanas.
El campo de Ohrdruf se creó en noviembre de 1944 cerca del pueblo de Gotha, Alemania. Los prisioneros de Ohrdruf fueron forzados a trabajar en la construcción de un ferrocarril que terminaba en un propuesto centro de comunicación, que nunca fue completado debido al rápido avance de los americanos. A fines de marzo de 1945, el campo tenía una población de prisioneros de alrededor de 11.700, pero a principios de abril las SS evacuaron casi todos los prisioneros y los forzaron en marchas de la muerte a Buchenwald. Los guardias de los SS asesinaron a muchos de los restantes prisioneros que estaban demasiado enfermos como para caminar hasta los vagones de tren.
Cuando los soldados de la 4ª división blindada entraron al campo, descubrieron pilas de cuerpos, algunos cubiertos de cal, y otros parcialmente quemados sobre piras. Las condiciones espantosas de este descubrimiento llevaron al General Dwight D. Eisenhower, comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa, a visitar el campo el 12 de abril, con los generales George S. Patton y Omar Bradley. Después de esta visita, Eisenhower envió un cable a George C. Marshall, el director del estado mayor conjunto en Washington, describiendo su viaje a Ohrdruf:
…los más interesante - aunque horrible - de lo que vi durante el viaje fue la visita a un campo de internamiento alemán cerca de Gotha. Las cosas que vi no se pueden describir. Mientras estaba visitando el campo, me encontré con tres hombres que habían sido prisioneros y por un ardid u otro pudieron escaparse. Los entrevisté con un intérprete. La evidencia visual y el testimonio verbal de la inanición, crueldad y bestialidad eran tan intensos que me dejaron un poco enfermo. En un cuarto, donde estaban apilados veinte o treinta hombres desnudos, muertos de inanición, George Patton no quiso ni entrar. Dijo que se enfermaría si lo hacía. Yo entré a propósito, para estar en posición de dar evidencia de primera mano de estas cosas si alguna vez, en el futuro, se desarrollara una tendencia a decir que estas alegaciones son solamente “propaganda”.
Viendo los crímenes nazis cometidos en Ohrdruf impactó fuertemente a Eisenhower, y quería que el mundo supiera lo que ocurrió en los campos de concentración. El 9 de abril de 1945, otra vez envió un cable a Marshall pidiendo traer miembros del Congreso y periodistas a los campos recién liberados para que pudieran traer la horrible verdad de las atrocidades nazis al publico americano. Escribió:
Continuamos descubriendo campos de concentración alemanes para prisioneros políticos donde condiciones de horror indescriptible reinan. Visité uno de estos yo mismo y le aseguro que lo que ha sido publicado sobre ellos hasta la fecha ha sido una descripción insuficiente. Si puede ver alguna ventaja en pedir a una docena de los lideres del Congreso y a una docena de editores prominentes que hagan una visita corta a este teatro [de guerra] en un par de aviones C-54, yo haré arreglos para que sean conducidos a uno de estos lugares donde la evidencia de bestialidad y crueldad es tan intensa que no les quedará duda en sus mentes de que estas eran las prácticas normales de los alemanes en estos campos. Tengo esperanzas que algunas personas británicas en categorías similares visiten el área al norte para presenciar similar evidencia de la atrocidad.
Ese mismo día, Marshall recibió permiso del Ministro de Guerra, Henry Lewis Stimson, y del Presidente Harry S. Truman para que estas delegaciones visiten los campos liberados.
Ohrdruf también causó una impresión grande sobre el general George S. Patton. Lo describió como "uno de las escenas más horrorosas que he visto". Relató en su diario que
En un cobertizo…había una pila de alrededor de 40 cuerpos humanos completamente desnudos en las últimas etapas de inanición. Estos cuerpos eran ligeramente espolvoreados con cal, no con el propósito de destrozarlos sino para quitar el hedor.
Cuando el cobertizo estaba lleno -- supongo su capacidad sería alrededor de 200, los cuerpos se llevaban a un foso a una milla del campo donde eran enterrados. Los prisioneros afirmaron que 3.000 hombres, que habían sido fusilados o habían muerto de inanición, habían sido enterrados así desde el 1º de enero.
Cuando estábamos llegando con nuestras tropas, los alemanes pensaron que sería conveniente eliminar la evidencia de su crimen. Así hicieron que algunos de los esclavos exhumaran los cuerpos y los pusieron sobre una parilla gigantesca compuesta de vías de tren de 60 centímetros sobre bases de ladrillo. Vertieron brea sobre los cuerpos y después crearon un fuego con madera de pino y carbón. Las operaciones fueron un fracaso porque había una pila de huesos, cráneos, y torsos quemados humanos sobre o bajo de la plancha que daba cuenta de muchos cientos.
El descubrimiento por la 4ª división blindada del campo de Ohrdruf abrió los ojos de muchos soldados americanos a los horrores perpetrados por los nazis durante el Holocausto.