Durante los años anteriores a la guerra, las SS compitieron con poderosos rivales en el partido nazi y la organización del estado a fin de tener autoridad para dirigir esfuerzos hacia una “solución” del llamado problema judío en Alemania.

En 1934, las SS establecieron un departamento especial en el SD para “investigar” el “problema judío”. En 1938, los “expertos” del SD, guiados por el primer teniente coronel de las SS Adolf Eichmann, demostraron ser líderes con imaginación en “asuntos judíos” (Judenangelegenheiten) al crear una estación de una sola parada en Viena (Zentralstelle für jüdische Auswanderung) para facilitar la emigración forzosa de judíos de Austria y financiando dichas operaciones con fondos extraídos a miembros más adinerados de la comunidad.

Más tarde ese año, las SS y la policía condujeron la violencia de Kristallnacht (literalmente la “noche del cristal”, pero más conocida como la “Noche de vidrios rotos”) directa y exclusivamente hacia los judíos. Como consecuencia del pogrom, los oficiales de policía realizaron el primer arresto de judíos simplemente por ser judíos. La encarcelación de aproximadamente 30.000 judíos alemanes, austriacos y de los Sudetes en campos de concentración, donde cientos de ellos murieron, tenía la intención de acelerar su decisión de emigrar y reducir su reticencia a dejar sus bienes. Impresionado con la iniciativa, la imaginación y el dinamismo del enfoque de las SS, Hermann Göring, la reconocida segunda autoridad después de Hitler en “asuntos judíos”, autorizó el 24 de enero de 1939 a la Policía de Seguridad y el jefe del SD Reinhard Heydrich a elaborar planes para una “solución al problema judío” en el Reich alemán.

Después de que la Alemania nazi desencadenó la Segunda Guerra Mundial en Europa con la invasión de Polonia, los líderes de las SS siguieron compitiendo con sus rivales por la “solución” de un “problema judío” que afectaba ahora a toda Europa. Con la invasión de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, Alemania se embarcó en una guerra contra su archienemigo en Europa: el comunismo soviético. El 17 de julio de 1941, Hitler encomendó la responsabilidad por la seguridad detrás de las primeras líneas en la URSS exclusivamente a las SS de Himmler y la policía, y extendió la autoridad de las SS para la implementación de planes de asentamiento y políticas demográficas para la Unión Soviética bajo ocupación.

Desde el principio de la invasión, los Einsatzgruppen de la Policía de Seguridad y el SD, con apoyo del ejército alemán y auxiliares reclutados en forma local, habían fusilado a prácticamente todos los hombres judíos con edad de portar armas en las zonas de la URSS que habían ocupado. A fines de julio, con la llegada de líderes de más alto rango de las SS y la policía para coordinar operaciones de mayor escala con unidades más extensas de las SS y la policía, estos comenzaron a eliminar comunidades judías enteras en la URSS.

El 31 de julio de 1941, Göring autorizó a Heydrich, en ese entonces jefe de la RSHA, a coordinar los recursos del Reich “para una solución total del problema judío en la zona de influencia alemana en Europa”. Para este fin, Heydrich debía entregar un informe de las medidas que proponía llevar a cabo “para implementar la deseada solución final del problema judío”. En los seis meses siguientes, mientras la Policía de Seguridad regional y los comandantes del SD coordinaban la aniquilación de los judíos soviéticos, llegaron los primeros trenes llenos de judíos alemanes, austriacos y checos hacia el este con rumbo a los centros de exterminio en el llamado Comisariato del Reich para el Ostland (una región de ocupación civil alemana que incluía a los estados bálticos y la mayor parte de Bielorrusia).

La Policía de Seguridad y los oficiales del SD del Departamento IV B 4 de la RSHA, a las órdenes de Adolf Eichmann, acordaron con las agencias de policía locales realizar los arrestos dentro de Alemania, y con el Ministro de Transporte del Reich y el Director de Ferrocarriles del Estado Alemán (Deutsche Reichsbahn), realizar el transporte por tren. La Policía de Seguridad Regional y los comandantes del SD en el Comisariato del Reich para el Ostland comandaron las operaciones para fusilar a los judíos alemanes, austriacos y checos cuando llegaran.

El 20 de enero de 1942, Heydrich invitó a funcionarios clave de distintos ministerios del Reich a una conferencia en una casa ubicada en Wannsee, en el límite sudeste de Berlín. En esta Conferencia de Wannsee, presentó los planes para coordinar una “solución final del problema judío” en toda Europa. Informó a los participantes que Hitler había autorizado la operación y designado a las SS para coordinar la “política de solución final”. Los convenció de la necesidad de la participación activa de sus agencias para garantizar el éxito final de la operación.

Las SS lideraron todas las operaciones más importantes de la “solución final”. Las autoridades de las SS regional y la policía fueron responsables del asesinato de un millón de judíos soviéticos en fusilamientos entre 1941 y 1943, aunque los gendarmes y los militares rumanos mataron a varios cientos de miles de judíos ucranianos y rumanos, directamente fusilándolos o indirectamente a través del abandono deliberado, la falta de alimentos y suministros médicos en la Transnistria bajo ocupación rumana.

El personal de las SS y el jefe de policía en el distrito de Lublin del Gobierno General, el General de las SS Odilo Globocnik, coordinó el asesinato de aproximadamente 1.700.000 residentes judíos del Gobierno General y el distrito de Bialystok entre marzo de 1942 y noviembre de 1943. Esta operación de asesinato masivo llamada Operación “Reinhard” en honor de Heydrich (el planificador de la solución final que murió después de un intento de asesinato a fines de la primavera de 1942) se implementó principalmente en los centros de exterminio establecidos para ese fin en Belzec, Sobibor y Treblinka II.

Bajo la autoridad del líder de las SS y la policía para el distrito de Wartheland (sede Poznan), el Comando Especial de las SS (Sonderkommando) Lange, llamado así por su comandante, el capitán de las SS Herbert Lange, asesinó a más de 150.000 residentes judíos de “Wartheland”, entre ellos la mayoría de los residentes del ghetto de Lodz, en camionetas de gas en el centro de exterminio de Chelmno.

Finalmente, la Oficina IV B 4 de la RSHA, bajo el comando de Adolf Eichmann, coordinó la deportación de aproximadamente 1,5 millones de judíos de todos los territorios bajo ocupación alemana y la Europa bajo influencia alemana al complejo de campos de concentración de Auschwitz, a campos de tránsito en el Gobierno General, y a centros de exterminio en el Comisariato del Reich para el Ostland. Los que las SS deportaron al Gobierno General fueron asesinados durante el curso de la Operación “Reinhard”. Las unidades regionales de las SS y la policía alemanas, respaldada por auxiliares y unidades militares alemanas, fusilaron a la gran mayoría de los judíos deportados al Comisariato del Reich para el Ostland. Las autoridades del campo de las SS asesinaron a alrededor de un millón de judíos en Auschwitz, de los cuales, asesinaron a unos 865.000 en las cámaras de gas apenas llegaron.

Para conseguir la muerte de hasta seis millones de judíos europeos, las SS necesitaron la participación activa de agencias y personal de las fuerzas armadas alemanas, autoridades de la organización del estado alemán y de ocupación civil, auxiliares no alemanes que prestaban servicio en la policía alemana, autoridades militares y de ocupación civil, personal de los gobiernos de los compañeros del Eje de Alemania, y decenas de miles de testigos civiles de Alemania y las otras naciones del Eje y de la Europa bajo ocupación alemana. Sin embargo, las organizaciones de las SS y la policía bajo el comando de Himmler desempeñaron el papel más importante en la coordinación del terrible éxito de la solución final.

LAS SS Y OTRAS VÍCTIMAS

Como la agencia de seguridad principal del Tercer Reich, las SS y también la policía asumieron el liderazgo en las operaciones contra otros enemigos reales y supuestos del Tercer Reich. La responsabilidad por la identificación de los romaníes, sintis y lalleri (gitanos) de Alemania, Austria, los Sudetes, y el Protectorado de Bohemia y Moravia recayó sobre la Policía Criminal en la RSHA de Heydrich. El 8 de diciembre de 1938, Himmler emitió un decreto sobre “Combatir el fastidio gitano” (Bekämpfung der Zigeunerplage) que autorizaba la persecución de romaníes y sintis por causa de su “raza”. Después de la autorización de Himmler el 16 de diciembre de 1942, la Policía Criminal alemana deportó entre 13.000 y 20.000 romaníes y sintis del Gran Reich alemán a Auschwitz. Menos de 2.000 sobrevivieron. Las unidades policiales y de las SS alemanas, respaldadas por las autoridades militares alemanas, asesinaron una cantidad desconocida de romaníes en la Unión Soviética y Serbia durante la ocupación alemana.

Si bien algunos médicos y otros profesionales de la salud, bajo la dirección general del jefe de la cancillería del Führer de Hitler, implementaron operaciones para matar a personas con discapacidades en Alemania, Austria y el Protectorado, los oficiales de la Policía Criminal de la RSHA desempeñaron un papel decisivo para la implementación de la Operación T-4, la más conocida de estas operaciones de asesinato, con la cual los oficiales alemanes mataron a aproximadamente 70.000 personas.

El asesinato masivo de los prisioneros de guerra soviéticos fue principalmente responsabilidad del personal de las Wehrmacht que administraban los campos de prisioneros de guerra; pero la Policía de Seguridad y el SD rutinariamente seleccionaban a esos prisioneros para fusilarlos, según las pautas de la RSHA.

Finalmente, las unidades policiales y de las SS en la Polonia bajo ocupación estuvieron a cargo de la matanza de decenas de miles de miembros de las élites culturales y políticas polacas, además de la deportación y los movimientos demográficos dentro de Polonia que provocaron otras decenas de miles de muertes.