Peter tenía seis años en 1935, cuando su madre lo matriculó en un internado especial de Hitler para futuros funcionarios del Partido Nazi. Estudió asignaturas académicas tradicionales, pero estuvo constantemente expuesto a las ideas nazis mientras se preparaba para la vida militar. Peter también fue miembro de las Juventudes Hitlerianas. Llegó a creer que Hitler era el salvador de Alemania. Posteriormente, Peter describió su adoctrinamiento como un proceso sutil. Después de que terminó la guerra, Peter tardó dos años en aceptar las atrocidades que los alemanes habían cometido en realidad, un proceso que describió como muy doloroso. Eventualmente, emigró a Estados Unidos. Se convirtió en historiador y profesor de Historia Alemana Moderna en la Universidad de Carolina del Sur.
Pues bien, era en las actividades, creo, que mi vida difería de la de un chico normal que iba a la escuela pública y volvía a casa al terminar las clases y tenía una vida normal en casa. Nuestra vida estaba mucho más estructurada, y era mucho más dirigida. De modo que todo lo que Hitler quería hacer con nosotros lo absorbíamos de manera muy cuidadosa. Es decir, no estábamos conscientes de que nos estuvieran adoctrinando. No estábamos conscientes de lo que nos estaban haciendo. Todo era un proceso muy, muy sutil. Para cuando la guerra terminó en 1945, cuando yo tenía 15 años, me había convertido en un nazi sin haberme dado cuenta nunca de que lo era. Es decir, no supe cómo me convertí en eso. Sabía que lo era. Porque para mí, Hitler era el gran hombre en la vida de Alemania. Me había convencido de que Hitler era el salvador de Alemania. Todo eso lo podía creer porque nuestro conocimiento de lo que había ocurrido en el pasado era muy limitado. De manera cuidadosa, creo, nos impidieron saber ciertas cosas o tener una visión amplia de la historia. No sabíamos lo que Alemania había hecho antes. Nuestra historia —nuestra vida, en realidad— había empezado esencialmente, por lo que a nosotros concernía, con la Primera Guerra Mundial, con el deprimente período de la República de Weimar, según nos contaron. Entonces, después de que Alemania había sido derrotada como resultado del Tratado de Versalles, la habían desarmado, había tenido que pagar reparaciones, etcétera, etcétera, de pronto, bueno, por fin Hitler había llegado para sacar a Alemania de esta situación y desorden, y devolverla a la grandeza. Y sentíamos que formábamos parte de eso y estábamos muy orgullosos de ello, y pensábamos que Hitler era realmente lo mejor que había sucedido, que se había generado.
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