El campo de Westerbork estaba ubicado en el sector noreste de los Países Bajos, en la provincia holandesa de Drenthe, cerca de las localidades de Westerbork y Assen. El gobierno holandés creó un campo en Westerbork en octubre de 1939 para recluir a refugiados judíos que habían ingresado a los Países Bajos de manera ilegal. El campo permaneció en funcionamiento después de la invasión alemana a los Países Bajos en mayo de 1940. En 1941 su población alcanzaba un número de 1.100 refugiados judíos, la mayoría de ellos provenientes de Alemania.

Desde 1942 hasta 1944, Westerbork funcionó como campo de tránsito para judíos holandeses antes de ser deportados a los centros de exterminio de Polonia, ocupada por Alemania. A comienzos de 1942, los alemanes ampliaron el campo. En julio de ese año, la policía de seguridad alemana, con la ayuda de una compañía de las SS y de la policía militar holandesa, tomó el control de Westerbork. Erich Deppner fue designado comandante del campo, y la actividad del Westerbork, como campo de tránsito de las deportaciones hacia el este, comenzó con trenes de deportados que partían todos los martes. Desde julio de 1942 hasta el 3 de septiembre de 1944, los alemanes deportaron 97.776 judíos desde Westerbork: 54.930 a Auschwitz en 68 transportes, 34.313 a Sobibor en 19 transportes, 4.771 al gueto de Theresienstadt en 7 transportes, y 3.762 al campo de concentración de Bergen-Belsen en 9 transportes. La mayoría de los deportados a Auschwitz y Sobibor fueron asesinados al llegar.

El campo de Westerbork tenía una “doble vida”. Mientras que la mayoría de los prisioneros permanecía en el campo por poco tiempo antes de ser deportados, había también una población de campo “permanente” de 2.000 personas, la mayoría de ellos judíos alemanes, miembros del consejo judío, empleados del campo y determinadas categorías de personas exentas de ser deportadas. Los alemanes alentaban a este grupo a realizar actividades “normales” como metalistería, trabajos en el área de la salud y actividades culturales. Una unidad de policía judía mantenía el orden y colaboraba con los transportes. Al final, sin embargo, la mayoría de los prisioneros “permanentes” también fueron enviados a los campos de concentración y campos de muerte.

A comienzos de abril de 1945, debido a que las tropas aliadas se aproximaban al campo, los alemanes abandonaron Westerbork. El 12 de abril de 1945, las fuerzas canadienses lo liberaron y encontraron a 876 prisioneros.