El campo de Jaseonvac consistía de cinco instalaciones de detención establecidas entre agosto de 1941 y febrero de 1942 por las autoridades del llamado Estado Independiente de Croacia. Mientras Alemania y sus aliados del Eje invadían y dividían Yugoslavia en abril de 1941, alemanes e italianos apoyaron la proclamación del llamado Estado Independiente de Croacia por la Ustaša, una organización fanáticamente nacionalista, fascista, separatista y terrorista, el 10 de abril de 1941.

Después de tomar el poder, las autoridades de la Ustaša construyeron numerosos campos de concentración en Croacia entere 1941 y 1945. Esto campos se usaron para aislar y asesinar judíos, serbios, roma (también conocidos como gitanos), y otras minorías no católicas, así como a croatas que eran adversarios políticos y religiosos del régimen. El campo más grande era el de Jasenovac, un conjunto de cinco campos sobre la orilla del río Sava, unas 60 millas al sur de Zagreb. Se calcula actualmente que el régimen de la Ustaša asesinó entre 56.000 y 97.000 personas en Jasenovac entre 1941 y 1945.

A fines de agosto de 1941, las autoridades croatas crearon los primeros dos campos del complejo de Jaseonvac - Krapje y Brocica. Estos dos campos se cerraron cuatro meses después. Los otros tres campos en el complejo eran: Ciglana, establecido en noviembre de 1941 y desmontado en abril de 1945; Kozara, establecido en febrero de 1942 y desmontado en abril de 1945; y Stara Gradiška, que había sido un centro de detención independiente para prisioneros políticos desde el verano de 1941 y fue convertido en un campo de concentración para mujeres en el invierno de 1942.

Los campos eran vigilados por la policía política croata y el personal de la milicia Ustaša, que era la organización paramilitar del movimiento Ustaša.

Las condiciones de los campos de Jasenovac eran horrendas. Los prisioneros recibían muy poca comida. Las instalaciones de vivienda e higiene eran totalmente inadecuadas. Peor aún, los guardias torturaban, aterrorizaban y asesinaban los prisioneros libremente.

Desde su creación en 1941 hasta la evacuación en abril de 1945, las autoridades croatas asesinaron a miles de personas en Jasenovac. Entre las victimas se hallaban: entre 45.000 y 52.000 residentes serbios del llamado Estado Independiente de Croacia; entre 8.000 y 20.000 judíos; entre 8.000 y 15.000 roma (gitanos); y entre 5.000 y 12.000 croatas y musulmanes, que eran adversarios políticos y religiosos del régimen.

Las autoridades croatas asesinaron entre 330.000 y 390.000 residentes serbios de Croacia y Bosnia durante el periodo del gobierno Ustaša; más de 30.000 judíos croatas fueron asesinados en Croacia o en Auschwitz-Birkenau.

Entre 1941 y 1943, las autoridades croatas deportaron judíos de todo el llamado Estado Independiente a Jasenovac y fusilaron muchos de ellos en los sitios de matanza cercanos de Granik y Gradina. Los responsables del complejo de campos no mataron a los judíos que tenían habilidades o entrenamiento especiales, como médicos, electricistas, carpinteros, y sastres. En dos operaciones de deportación, en el verano de 1942 y marzo de 1943, las autoridades croatas permitieron a los alemanes transferir la mayoría de los judíos sobrevivientes de Croacia (alrededor de 7.000 en total), incluyendo la mayoría de los que todavía estaban vivos en Jasenovac, a Auschwitz-Birkenau en la Polonia ocupada.

A medida que el movimiento de la resistencia partisana bajo el comando del líder comunista Josip Broz (Tito) se acercaba a Jasenovac a fines de abril de 1945, varios cientos de prisioneros se rebelaron contra los guardias del campo. Muchos de los prisioneros murieron; unos pocos lograron escaparse. Los guardias asesinaron a la mayoría de los prisioneros sobrevivientes antes de desmontar los últimos tres campos de Jasenovac a fines de abril. Los partisanos invadieron Jasenovac a principios de mayo de 1945.

La determinación del número de victimas en Yugoslavia, Croacia, y Jasenovac es altamente problemática debido a la destrucción de muchos de los documentos relevantes, la inaccesibilidad prolongada que han tenido académicos independientes respecto de los documentos que sobrevivieron, y las agendas ideológicas de los académicos y el periodismo partisano de la posguerra, que han sido y continúan influídos por la tensión étnica, el prejuicio religioso, y el conflicto ideológico. Las estimaciones ofrecidas aquí son basadas sobre el trabajo de varios historiadores que han usado censos y cualquier otra documentación disponible en los archivos alemanes, croatas, otros en la ex Yugoslavia y en otros lugares.

A medida que más documentos se hacen accesibles y más investigaciones se hacen sobre los documentos del régimen Ustaša, historiadores y demógrafos serán capaces de determinar cifras más precisas que las que hay disponibles al presente.