Invasión alemana de Europa occidental, mayo de 1940
La campaña contra los Países Bajos y Francia duró menos de seis semanas. Alemania atacó el Oeste el 10 de mayo de 1940. Inicialmente, los comandantes británicos y franceses habían pensado que las fuerzas alemanas atacarían a través del centro de Bélgica como lo habían hecho en la Primera Guerra Mundial y enviaron fuerzas rápidamente a la frontera franco-belga para detener el ataque alemán. Sin embargo, el principal ataque alemán atravesó el bosque de las Ardenas en el sudeste de Bélgica y el norte de Luxemburgo. Tanques e infantería alemanes atravesaron rápidamente las líneas defensivas francesas y avanzaron hacia la costa.
Bélgica y los Países Bajos se rindieron en mayo. Más de 300.000 tropas francesas y británicas fueron evacuadas de las playas cercanas a Dunkerque a través del Canal de la Mancha hacia Gran Bretaña. París, la capital francesa, cayó en manos de los alemanes el 14 de junio de 1940.
Como parte del acuerdo de armisticio que Francia firmó con Alemania el 22 de junio, ésta ocupó el norte de ese país y toda su costa atlántica hasta la frontera con España. Se estableció un nuevo gobierno francés en la ciudad de Vichy, que se encontraba en la parte no ocupada del sur de Francia. El gobierno de Vichy, al mando del mariscal Henri Petain, declaró la neutralidad en la guerra entre Alemania y Gran Bretaña pero, en virtud de las disposiciones del armisticio, estaba obligado a cooperar con Alemania.
Los alemanes veían la derrota de la Real Fuerza Aérea (RAF) británica como requisito previo para una invasión de las Islas Británicas. Cuando la fuerza área alemana no pudo ganar superioridad aérea sobre el sudeste de Inglaterra en 1940, Hitler pospuso la invasión hasta la primavera de 1941. Después de que se emitiera la primera orden operativa para la invasión alemana de la Unión Soviética en diciembre de 1940, la de Gran Bretaña se pospuso indefinidamente.