Alemania invadió Noruega el 8 y 9 de abril de 1940. Alemania intentó asegurar las bases navales para usarlas contra la flota británica en el Mar del Norte y para garantizar los envíos fundamentales de minerales de hierro desde Suecia, de posición neutral. A pesar de los intentos británicos de ayuda, Noruega se rindió a Alemania el 10 de junio. El rey Haakon VII y el gobierno noruego huyeron a Londres. Vidkun Quisling, que en 1933 había fundado una organización fascista tomando como modelo el partido nazi alemán, se autoproclamó primer ministro. A partir de ese momento, el nombre de Quisling se convirtió en sinónimo de colaboración. Los alemanes rápidamente se desilusionaron de él y establecieron su propia administración, pero en ocasiones lo usaban como figura decorativa.

En el momento de la invasión alemana, había aproximadamente 1.700 judíos en Noruega, entre ellos unos 200 refugiados alemanes y austriacos que habían hallado en ese país un lugar seguro en la década de 1930. Las restricciones impuestas a los judíos al principio eran esporádicas, pero con la invasión alemana de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, numerosos judíos del norte del país fueron encarcelados. Los arrestos de los judíos noruegos comenzaron en el otoño de 1942, con el apoyo de la policía y las formaciones paramilitares noruegas a las SS y las unidades policiales alemanas. A principios de octubre, las autoridades arrestaron a todos los hombres judíos de Trondheim, una ciudad portuaria del norte de Noruega. El 26 y el 27 de octubre, 260 hombres judíos fueron arrestados en Oslo, la capital de Noruega. Durante la noche del 25 y 26 de noviembre de 1942, todos los judíos que quedaban en Oslo, incluidos mujeres, niños, enfermos y discapacitados, fueron arrestados y recluidos. Los deportaron en el “Donau”, un barco solicitado por el gobierno de Quisling, que los llevó a Alemania. Desde allí, los deportaron al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.

En las semanas siguientes, a pesar de las protestas de los líderes religiosos y algunos segmentos de la población de Noruega, continuó la reclusión y la deportación de los judíos. Afortunadamente, los policías y miembros de los movimientos clandestinos advirtieron a muchos judíos de los arrestos por anticipado. Aproximadamente 900 judíos, más de la mitad de los que había en Noruega, escaparon a la Suecia neutral con la ayuda de los movimientos clandestinos. Muchos otros se ocultaron.

Entre 1940 y 1945, deportaron a más de 760 judíos desde Noruega. Solo unos 25 regresaron después de la guerra; a la mayoría de los demás los asesinaron en Auschwitz. El 8 de mayo de 1945, las fuerzas alemanas que estaban en Noruega se rindieron a los aliados. Quisling fue arrestado y declarado culpable de traición. Lo ejecutaron el 24 de octubre de 1945.