Cuando los alemanes invadieron Francia en mayo de 1940, unos 175.000 judíos vivían o habían hallado refugio en París. Muchos al principio se fueron de la ciudad, pero regresaron después de que se firmara el armisticio en junio y de que París se convirtiera en sede de la administración militar alemana. La mayoría de los judíos parisinos vivían en los distritos 4, 11, 18 y 20. A fines de septiembre de 1940, los alemanes realizaron un censo que registró 150.000 judíos en París, entre ellos 64.000 extranjeros.

La persecución de los judíos de París comenzó en octubre de 1940, cuando los nazis bombardearon siete sinagogas de la ciudad. El oficial de la Policía de Seguridad Alemana Theodor Dannecker, “experto en judíos” de las SS, ordenó la centralización de las organizaciones judías, la “arianización” o transferencia de las empresas judías a propietarios no judíos, y varias otras medidas antisemitas. Durante 1940-1941, los alemanes arrestaron a 10.000 judíos en París. Una cantidad similar huyó de la ciudad a la zona no ocupada del sur. En 1942, los alemanes comenzaron deportaciones sistemáticas de judíos extranjeros y sin patria de París a los campos de tránsito de Drancy, Beaune-la-Rolande y Pithiviers. La policía francesa ayudó en los arrestos para esas deportaciones. Desde estos lugares, las autoridades alemanas deportaron a los judíos a campos de exterminio.

En junio de 1942, se ordenó a los judíos de París que usaran distintivos con una estrella de David amarilla para poder identificarlos fácilmente. A mediados de julio, la policía francesa concentró a 13.000 judíos en el estadio deportivo Velódromo de Invierno en la parte central del sur de París. Después de haber estado durante varios días sin comida ni agua, estos judíos fueron deportados por Drancy a Auschwitz-Birkenau. Aunque miles de judíos lograron ocultarse, cerca de 30.000 fueron deportados desde París durante 1942. A mediados de 1943, quedaban 60.000 judíos en la ciudad. Los alemanes comenzaron a deportar residentes judíos de orfanatos, hogares de ancianos y hospitales. A principios de 1944, los alemanes también comenzaron a deportar a ciudadanos judíos de Francia.

Miles de judíos se ocultaron en París o huyeron para ocultarse en otros lugares en las provincias francesas. Otros miles huyeron a los países neutrales España, Portugal o Suiza. Al menos 3.000 judíos turcos, húngaros e italianos fueron repatriados. Muchos judíos se unieron a la resistencia francesa. Varias organizaciones clandestinas y semiclandestinas ayudaron a los judíos parisinos. Entre ellas se encontraban la “Solidarité” comunista, la “Amelot” bundista, la Sociedad de Ayuda para los Niños (Oeuvre de Secours des Enfants, OSE), y varios grupos sionistas clandestinos.

Las fuerzas aliadas liberaron a París el 25 de agosto de 1944. Al menos 50.000 judíos parisinos, la mayoría de ellos nacidos en el extranjero, habían sido deportados y asesinados.