Reinhard Heydrich: biografía
El general de las SS Reinhard Heydrich fue el jefe de:
- El Servicio de Seguridad del Reichsführer-SS (Sicherheitsdienst, SD) de 1931 a 1942.
- La Policía Secreta Estatal Alemana (Geheime Staatspolizei, Gestapo) de 1934 a 1936.
- La Policía de Seguridad Alemana (Sicherheitspolizei, SiPo), formada por la Gestapo y las fuerzas de investigación de la policía criminal (Kriminalpolizei, Kripo), de 1936 a 1942.
- La Oficina Principal de Seguridad del Reich (Reichssicherheitshauptamt, RSHA); después de septiembre de 1939, la Policía de Seguridad y el SD se unieron formalmente bajo el mando de Heydrich en la RSHA.
Mientras aún era jefe de la RSHA, Heydrich se desempeñó como Protector del Reich en funciones del Protectorado de Bohemia y Moravia, de 1941 a 1942. La RSHA era la agencia de las SS y de la policía que se encargaba más directamente de la implementación del plan nazi de asesinar a los judíos europeos durante la Segunda Guerra Mundial.
Con una profunda motivación para servir a la causa nazi, Heydrich vivía atormentado por inseguridades personales que compensaban su gran ambición y algunas de sus imprudentes aventuras amorosas. A diferencia de muchos de los líderes nazis de alto rango, el aspecto físico de Heydrich coincidía con el estereotipo ario: alto, rubio, esbelto y atlético. Hasta su muerte, siguió siendo un músico talentoso, capaz de emocionar a sus rivales hasta las lágrimas tocando el violonchelo. Irritado desde la niñez por rumores de que su abuela era judía, Heydrich había ordenado a investigadores genealógicos de las SS que establecieran los hechos: él no tenía antepasados judíos. Era un deportista y un piloto de aviones intensamente competitivo que, para la angustia de sus superiores, insistía en realizar misiones aéreas sobre Francia, Noruega y el sur de Rusia. Quizás lo más importante para su carrera es que era un adicto al trabajo, imaginativo y enérgico, que comprendía las intenciones implícitas de sus superiores y cómo transformar esas atroces visiones en políticas.
Bautizado como católico apostólico, había nacido el 7 de marzo de 1904 en Halle an der Saale, a 32 kilómetros al noroeste de Leipzig, en el estado alemán de Sajonia. Su padre, Bruno Heydrich, era cantante de ópera y el director del conservatorio de música de Halle, que el mismo había fundado en 1901. La Primera Guerra Mundial y sus secuelas resultaron ser una catástrofe para la familia Heydrich. Bruno Heydrich apenas podía mantener abierto el conservatorio debido a la economía impuesta en la posguerra. Mientras su familia padecía problemas económicos, Heydrich, aún adolescente, se vio seducido por el nacionalismo racista (völkisch) y fue testigo de manifestaciones, huelgas y batallas callejeras en Halle durante el último año de la guerra y el posterior caos revolucionario. A pesar de estas actividades no escolares, tuvo excelentes calificaciones y se graduó del colegio secundario en la primavera de 1922. Defraudó las esperanzas de su padre, que esperaba que se dedicara a la música, al alistarse en la Armada alemana el 30 de marzo de 1922, menos de un mes después de cumplir 18 años.
Como oficial de la Armada, Heydrich se especializó en señales y comunicaciones. Abandonó a la hija de un oficial de la Armada de alto rango, a quien le había prometido matrimonio, por otra mujer, Lina von Osten, con quien se casaría más adelante. Un tribunal de honor militar, escandalizado por su comportamiento irreverente durante su audiencia, falló que había deshonrado al cuerpo de oficiales de la Armada del Reich y lo obligó a renunciar a su cargo en abril de 1931. Cuando Heydrich era un civil desempleado, en medio de la Gran Depresión y con una nueva novia fanática del nacionalsocialismo, un amigo de la familia le presentó al jefe de las SS, Heinrich Himmler, en Munich. Con la intención, en ese momento, de crear un servicio de inteligencia interna para el partido nazi, Himmler se impresionó tanto con las propuestas de Heydrich que lo introdujo en las SS en agosto de 1931 y le encomendó el desarrollo del SD. En enero de 1933, el SD liderado por Heydrich se había convertido en la agencia de inteligencia más importante dentro del partido nazi. En junio de 1934, el vicejefe del partido nazi, Rudolf Hess, la nombró la única agencia autorizada para reunir información de inteligencia política dentro del Tercer Reich.
Cuando Himmler fue nombrado comandante de la fuerza de investigación de la policía política de Baviera, el 1 de abril de 1933, designó a Heydrich como el segundo a cargo. Himmler y Heydrich centralizaron los departamentos de la policía política de Alemania en la Gestapo. Cuando las SS de Himmler se independizaron de las SA (guardias de asalto nazis) -después de la purga de su jefe de personal, Ernst Röhm, y de los principales líderes de esta fuerza que tuvo lugar del 30 de junio al 2 de julio de 1934-, Heydrich tomó el mando de la Gestapo y continuó siendo jefe del SD. Nueve días después de su nombramiento como Reichsführer SS (Líder de las SS del Reich) y jefe de la policía alemana, el 17 de junio de 1936, Himmler designó a Heydrich jefe de la nueva Oficina Principal de la Policía de Seguridad (Hauptamt Sicherheitspolizei) que reunió en una agencia a la Gestapo y las fuerzas de investigación de la Policía Criminal.
De 1936 a 1939, el cargo formal de Heydrich fue “Jefe de la Policía de Seguridad y del SD”. Después de que la Alemania nazi desencadenara la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia, Himmler vinculó formalmente a la Policía de Seguridad y al SD decretando la creación de la RSHA, el 27 de septiembre de 1939, al mando de Heydrich. La nueva agencia era potencialmente tan poderosa que Heydrich mantuvo en secreto su existencia formal hasta su muerte en 1942. La correspondencia que salía de la RSHA llevaba el membrete anterior a 1939: “el jefe de la Policía de Seguridad y el SD".
Al mando de Heydrich, la Policía de Seguridad y el SD eran la principal agencia a cargo del análisis de inteligencia y las medidas ejecutivas para eliminar a los numerosos enemigos internos y externos del estado nazi. El SD creó departamentos de inteligencia para el estudio de los presuntos artificios a largo plazo de cada uno de los enemigos del Reich: “judíos de todo el mundo”, “marxistas” (comunistas, socialdemócratas y sindicalistas), “iglesias políticas” (por ejemplo, luteranos y el clero católico que se oponían al régimen y miembros de otras religiones protestantes, tales como los testigos de Jehová, cuyos miembros no aceptaban la autoridad del estado nazi), opositores nacionalistas de derecha y masones. La Gestapo arrestaba a estos opositores políticos y, cuando correspondía, los incorporaba a campos de concentración mediante la autoridad policial otorgada por una Orden de custodia preventiva (Schutzhaftbefehl).
La Kripo investigaba los denominados “actos y comportamientos delictivos no políticos”. Los oficiales de la Kripo arrestaban a aquellos cuyo presunto comportamiento delictivo o antisocial se consideraba peligroso para el Reich. Además de personas con antecedentes penales, los oficiales de la Kripo arrestaban homosexuales, romaníes y sintis (gitanos) y gente que participaba en todo lo que la Kripo consideraba comportamiento “asocial”. De modo similar a la Orden de arresto protector, la Kripo utilizaba una Orden de detención preventiva (Vorbeugungshaftbefehl) como instrumento de arresto y encarcelamiento por tiempo indefinido.
Heydrich y Himmler compartían la visión de la identidad de los enemigos a largo plazo de la raza alemana y de las medidas que tomar contra ellos. Al igual que Himmler, Heydrich creía que la destrucción de opositores manifiestos y “visibles” no era suficiente para garantizar la seguridad y la supervivencia de la raza alemana según la definían los nazis. Estos opositores incluían: activistas comunistas y socialdemócratas; adeptos intelectuales y organizativos de la democracia liberal, el nacionalismo conservador tradicional y los valores cristianos; judíos con cargos importantes en los movimientos democráticos liberales y marxistas en Alemania y Austria e intelectuales judíos sin afiliación que se oponían al régimen nazi.
Sin embargo, estos enemigos “visibles” tenían vínculos internacionales y se alinearon con enemigos “camuflados” que intentaban, desde adentro, destruir los lazos “naturales” entre los líderes nazis y el pueblo alemán. Según explicó Heydrich en abril de 1936, los alemanes con consciencia racial debían darse cuenta de que la “lucha eficaz contra el enemigo debe surgir del reconocimiento de que todos los enemigos visibles y aparentes no son más que la punta del iceberg de peligrosas fuerzas espirituales inalterables". Los propios enemigos eran “eternamente los mismos": “los judíos, los masones y el clero con orientación política”. Las fuentes ideológicas camufladas, escondidas e “invisibles” de estos “enemigos” se encontraban en el “residuo infeccioso” del “espíritu masónico, liberal y judío”; modos de pensar (democracia, comunismo, individualismo liberal y cristiano) que eran consecuencias de características raciales presuntamente heredadas. Solamente la destrucción completa de las “fuentes biológicas" de ese pensamiento eliminaría el peligro presentado por esas influencias.
En última instancia, los opositores judíos “invisibles” eran los mismos judíos -según los definían los nazis- y los que “pensaban como judíos”: comunistas, liberales, demócratas, defensores de los derechos de las minorías, masones, clérigos cristianos que se oponían al régimen, comunistas soviéticos y las clases dirigentes estadounidenses y británicas que se oponían a la expansión “natural” de la Alemania nazi. Para estar absolutamente a salvo, los Nazis debían destruir a los miembros de la denominada raza judía, cuya composición genética creaba la base de ese pensamiento, y las clases dirigentes eslavas y asiáticas, cuya herencia incorporaba una inclinación a seguir a los líderes judíos.
Heydrich desarrolló algunos de estos temas en sus escritos de mediados de la década de los treinta y los utilizó para apoyar a los jefes de la Policía de Seguridad y el SD en “la solución del problema judío”.
En 1938, “expertos” del SD, al mando del primer teniente de las SS Adolf Eichmann, demostraron ser líderes con imaginación en “asuntos judíos” (Judenangelegenheiten) al crear una estación de una sola parada en Viena (Zentralstelle für jüdische Auswanderung) para facilitar la emigración forzosa de judíos desde Austria y financiar esas operaciones con la extracción de fondos de miembros más adinerados de la comunidad. Las SS y la policía manejaron la violencia de la Kristallnacht (“noche de cristal”, conocida comúnmente como la “noche de los cristales rotos”) directa y exclusivamente hacia los judíos. A raíz del pogromo, implementaron la primera redada de judíos -alrededor de 30.000- simplemente porque eran judíos. Las SS y la policía encarcelaron a las víctimas de esta primera “deportación” interna con la esperanza de que una estadía en un campo de concentración aceleraría la decisión de emigrar y restaría importancia al abandono de sus bienes.
Impresionado por el dinámico liderazgo de Heydrich en la competencia con funcionarios del partido nazi y el estado alemán por encabezar la “solución del problema judío”, Hermann Göring, la reconocida segunda autoridad después de Hitler en este asunto, autorizó a Heydrich, el 24 de enero de 1939, a desarrollar planes para una "solución del problema judío" en el Reich alemán.
Cuando la Alemania nazi comenzó la expansión militar, Heydrich creó los grupos de operaciones (Einsatzgruppen) de la Policía de Seguridad y el SD. Les encomendó una gama de tareas de seguridad: la toma de edificios y documentación claves, la creación de operaciones de inteligencia y la identificación y la eliminación de opositores reales y aparentes al régimen alemán. Los einsatzkommandos (destacamentos de operaciones) fueron en primer lugar a Austria después del Anschluss, en marzo de 1938, y a los Sudetes después de su anexión a principios de octubre de ese año. Consiguieron documentación e información de inteligencia e identificaron y arrestaron “enemigos”.
Cuando Alemania invadió Polonia en 1939, seis Einsatzgruppen se trasladaron a ese país detrás de las primeras líneas de tropas y fusilaron o identificaron personas que consideraban peligrosas, entre las que estaban miles de miembros de la elite nacionalista y cultural polaca. También coordinaron la concentración de las comunidades judías de Polonia en grandes ciudades para su “futura eliminación”.
Con la invasión de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, la Alemania nazi se embarcó en una guerra contra su archienemigo en Europa: el comunismo soviético. Heydrich creía que los judíos soviéticos formaban la “base biológica” del estado soviético. Por lo tanto, dio órdenes explícitas de que los cuatro Einsatzgruppen de la Policía de Seguridad y el SD que siguieron al ejército alemán dentro de la URSS aniquilaran físicamente a los judíos que ocupaban cargos en el partido comunista soviético y el estado soviético. En la práctica -y quizás en virtud de un acuerdo verbal previo a la invasión- los Einsatzgruppen aniquilaron a la mayoría de los judíos con edad de portar armas desde los primeros días de la invasión. A comienzos de agosto, después de identificar a los judíos y concentrarlos en ghettos o centros de detención, el personal de los Einsatzgruppen coordinó fuerzas mayores de las SS y la policía en operaciones de eliminación de comunidades judías enteras en la Unión Soviética.
El 31 de julio de 1941, Göring autorizó a Heydrich a coordinar los recursos del Reich “para una solución total del problema judío en el área de influencia alemana en Europa”. Con este fin, Heydrich debía entregar un borrador con las medidas propuestas “para implementar la deseada solución final del problema judío”. En los seis meses siguientes, mientras la Policía de Seguridad regional y los comandantes del SD coordinaban la aniquilación de los judíos soviéticos, los primeros trenes llenos de judíos alemanes, austríacos y checos se trasladaban hacia el Este, rumbo a centros de exterminio en el denominado Comisariato del Reich para el Ostland (una región de ocupación civil alemana que incluía a los estados bálticos y la mayor parte de Bielorrusia). Oficiales de la Policía de Seguridad y el SD del Departamento IV B 4 de la RSHA organizaron las redadas dentro de Alemania con las agencias de policía locales y el transporte en tren con el Ministerio de Transporte del Reich y los Ferrocarriles del Estado Alemán (Deutsche Reichsbahn). La Policía de Seguridad regional y los comandantes del SD en el Comisariato del Reich para el Ostland dirigieron las operaciones para fusilarlos después de que llegaran.
El 20 de enero de 1942, Heydrich invitó a funcionarios de alto rango de diversos ministerios del Reich (incluso el ministro de Relaciones Exteriores, de Justicia, del Interior y funcionarios de ocupación civil en el Gobierno General y el Comisariato del Reich para el Ostland) a una conferencia en una casa en Wannsee, en el límite sudoeste de Berlín. En esta conferencia de Wannsee, presentó planes, autorizados por el propio Hitler, para coordinar una “solución final del problema judío” en toda Europa. Informó a los participantes que Hitler había autorizado la aniquilación física de los judíos europeos y había designado a las SS -específicamente la RSHA al mando de Heydrich- para que coordinaran la “política de la solución final”. Les inculcó la necesidad de la participación activa de sus agencias para garantizar el éxito final de la operación.
Aún cuando planeaba los elementos de lo que sería el aspecto exterminador del Holocausto, Heydrich buscaba otras áreas en las que asegurar el predominio de las SS en la Alemania nazi. Tanto Himmler como Heydrich aspiraban a demostrar que las SS podían administrar territorios dentro del Reich y fuera de él con más eficacia que los burócratas civiles o los oficiales militares, a quienes esperaban suplantar con la elite de las SS después de la victoria alemana.
Después de que la invasión de la Unión Soviética incitara a un movimiento de resistencia comunista antes inactivo en Bohemia y Moravia a realizar actos de sabotaje, Hitler despidió al Protector del Reich Konstantin von Neurath y designó a Heydrich como Protector del Reich en funciones en septiembre de 1941. En primer lugar, Heydrich ordenó una estrecha ola de terror dirigida a líderes de la oposición reales y supuestos en el territorio checo. En octubre y noviembre de 1941, tribunales especiales del Protectorado condenaron a la pena de muerte a 342 personas y “entregaron a la Gestapo” a otras 1.289. En noviembre, Heydrich también creó el campo-ghetto de Theresienstadt. Bajo su mando, 14.000 judíos alemanes y austríacos y más de 20.000 judíos checos fueron deportados de Theresienstadt al ghetto de Lodz, al Gobierno General y al Comisariato del Reich para el Ostland.
En carácter de Protector del Reich en funciones, Heydrich cortejaba obreros y granjeros checos, cuya capacidad productiva era necesaria para el esfuerzo bélico alemán, con salarios y paquetes de beneficios equivalentes a los de sus colegas alemanes. El resultado de sus políticas fue la reducción en un 73% de los actos de sabotaje en un plazo de seis meses. En la primavera de 1942, las autoridades alemanas pudieron jactarse de la pacificación del Protectorado. Algunos han especulado que Heydrich quería, posteriormente, asumir un cargo civil de alto rango recién creado en el norte de Francia y Bélgica bajo ocupación.
Heydrich estaba tan seguro de que su plan de pacificación había tenido éxito que ignoraba descaradamente medidas para su propia seguridad y viajaba por Praga en un vehículo abierto. El 27 de mayo de 1942, mientras Heydrich viajaba por una ruta conocida rumbo al aeropuerto para volar al cuartel general de Hitler, dos agentes checos en paracaídas lograron lanzar una granada de mano bajo su vehículo. Si bien el propio estallido no logró herirlo de muerte, las astillas de la granada en su pierna y la parte inferior de su espalda causaron una infección que le provocó la muerte el 4 de junio de 1942.
Tanto Hitler como Himmler lloraron la muerte de este despiadado ejecutor de la “solución final”. Hitler describió a Heydrich como “uno de los mejores nacionalsocialistas, uno de los más acérrimos defensores del concepto del Reich alemán y uno de los mayores adversarios de todos los enemigos de este Reich”. Más adelante, Himmler elogiaría la lealtad de Heydrich ante la elite de las SS unificadas: “… con toda la ambición que invirtió en su Policía de Seguridad y su Oficina Principal de Seguridad del Reich, él veía todo, antes que nada, desde el punto de vista de todas las SS”.
La RSHA que Heydrich creó y la política de la “solución final” que inició serían terriblemente efectivas después de su muerte. Los alemanes y sus aliados del Eje exterminaron a alrededor de seis millones de judíos entre 1941 y 1945. Los jefes de las SS y la policía en la Polonia bajo ocupación nombrarían una operación de exterminio de 1,7 millones de judíos Operación “Reinhard” en “honor” al más despiadado profesional del asesinato en masa.