El juicio de Eichmann
Después de la Segunda Guerra Mundial el criminal de guerra nazi Adolf Eichmann huyó de Austria hacia la Argentina en donde vivió bajo el nombre de Ricardo Klement. En mayo de 1960, agentes del servicio de seguridad israelita atraparon a Eichmann en la Argentina y lo llevaron a Jerusalén para enjuiciarlo en una corte israelí. Eichmann declaró desde una cabina de cristal a prueba de balas.
El juicio de Eichmann despertó el interés internacional, trayendo las atrocidades nazis a la vanguardia de las noticias del mundo. Los testimonios de los sobrevivientes del Holocausto, especialmente de los combatientes de los ghettos como Zivia Lubetkin, generaron interés en la resistencia judía. El juicio incitó una nueva oportunidad en Israel; muchos sobrevivientes del Holocausto se sentían capaces de compartir sus experiencias mientras que el país enfrentaba este capítulo traumático.
El procurador general de Israel, Gideon Hausner, firmó una acusación contra Eichmann por 15 cargos, incluyendo crímenes contra la gente judía y crímenes contra la humanidad.
Los cargos contra Eichmann fueron numerosos. Después de la conferencia de Wannsee (enero de 1942), Eichmann coordinó las deportaciones de los judíos de Alemania y de otras partes de Europa occidental, meridional y norteña, a los campos de exterminación (a través de sus representantes Alois Brunner, Theodor Dannecker, Rolf Guenther, Dieter Wisliceny y de otros de la Gestapo). Eichmann planeó la deportación detalladamente. Trabajando con otras agencias alemanas, determinó cual sería la deportación apropiada de los judíos y se aseguró que su oficina se beneficiara de los activos confiscados. También coordinó la deportación de diez mil gitanos (Romaní/Sinti).
Eichmann también fue acusado por ser miembro de organizaciones criminales - Tropas de Asalto (SA), Servicio de Seguridad (SD), y la Gestapo - las cuales ya habían sido declaradas organizaciones criminales en 1946 en el veredicto del juicio de Núremberg. Como jefe de la sección de la Gestapo para asuntos judíos, Eichmann coordinó con el jefe principal de la Gestapo, Heinrich Mueller, un plan para expulsar a los judíos de Alemania a Polonia, lo cual fijó el patrón para las deportaciones futuras.
Por esos y otros cargos más, Eichmann fue encontrado culpable y condenado a muerte. El 1 de junio de 1962 Eichmann fue ahorcado. Su cuerpo fue cremado y las cenizas fueron esparcidas en el mar, más allá de las aguas territoriales de Israel. La ejecución de Adolf Eichmann ha sido la única vez que Israel ha decretado una sentencia de muerte.