La campaña occidental alemana de mayo de 1940 derrotó a las fuerzas británicas y francesas desplegadas en su contra. A fines de mayo, los Aliados comenzaron la retirada de las fuerzas británicas y francesas del continente, a fin de evitar su rendición o destrucción. Los esfuerzos de evacuación se centraron en la ciudad costera francesa de Dunkirk. A medida que las fuerzas alemanas finalizaban la conquista de Francia, más de 1.000 embarcaciones -- incluidos pequeños veleros civiles y botes de pesca -- transportaban a las fuerzas de los Aliados por el canal de la Mancha hasta Gran Bretaña. Aunque soportaron fuertes ataques aéreos, esta flota improvisada logró rescatar del continente a más de 200.000 soldados británicos y 100.000 soldados franceses. Inglaterra declaró la evacuación como una victoria, a pesar de la contundente victoria militar alemana y de la decisión de Francia de firmar un armisticio.
De regreso de Dunkirk, después de haber recibido un gran reconocimiento por sus valiosos servicios de ayuda en la evacuación, muchas embarcaciones pequeñas fueron remolcadas por el Támesis para ser llevadas a aguas nacionales. ¿Y qué dejaban atrás? Las ruinas humeantes de un puerto continuamente bombardeado, una ciudad en llamas que los Aliados defendieron hasta el final. El humo de los incendios de Dunkirk casi ocultaba el sol. En este infierno, mientras que la BEF [Fuerza Expedicionaria Británica] y sus camaradas franceses resistieron a los nazis en una retirada épica, los veleros, las embarcaciones a motor y los "Saucy Janes" realizaron magníficas hazañas de rescate. Muchos se perdieron, se hundieron, volaron en pedazos o se incendiaron, pero la aguerrida flota llevó a cabo la tarea que le había sido asignada. En embarcaciones de todos los tamaños y estilos, un tercio de millón de hombres, incluidos los heridos, embarcaron y fueron llevados a su hogar bajo la protección de la Marina Real Británica. Por sus propios medios o a remolque, los increíbles barcos de Dunkirk cruzaron el canal con sus valerosos y exhaustos pasajeros. Más adelante, los londinenses que pasaban cerca del río vieron la llegada de los "pequeños barcos" y les dieron una calurosa ovación desde los puentes. Y en muchos lugares amarraron los navíos, cumplida con éxito la tarea de emergencia en la guerra.
We would like to thank Crown Family Philanthropies, Abe and Ida Cooper Foundation, the Claims Conference, EVZ, and BMF for supporting the ongoing work to create content and resources for the Holocaust Encyclopedia. View the list of donor acknowledgement.