En 1936, Alemania e Italia firmaron una alianza militar. Las dos potencias formaron el llamado Eje Berlín-Roma. Esta película muestra la visita oficial del líder fascista italiano, Benito Mussolini a Alemania en septiembre de 1937. Se encontró con Hitler en Munich y los dos líderes visitaron también otras partes de Alemania. Durante la visita oficial, Mussolini asistió a un desfile militar en Berlín, la capital de Alemania. Aunque los dos dictadores declararon desear la paz, Alemania empezaría la Segunda Guerra Mundial en 1939, y en breve Italia entraría como aliada de Alemania en contra de Gran Bretaña y Francia.
Alemania declara una fiesta romana para Mussolini. El destino de Europa depende del dictador de Italia, llegando a Munich en triunfo para su importante conferencia con Hitler, su colega. El escenario esta armado para la reunión que significa tanto para la paz de un continente entero. Esto hará historia, el apretón de manos de dos dictadores. Caminando juntos, los dos ex cabos de la [Primera] Guerra Mundial parecen llevar el paso, y todo el mundo pregunta, marchan juntos para la guerra o para la paz? Es inusual esta demostración de imponente adulación teutónica por un César moderno. Desde los días de los otros Cesares, los hijos del Rin y del Tiber han sido enemigos naturales. Pero por el momento, Roma y Berlín decidieron olvidar el pasado. Devolviendo la hospitalidad de tres años atrás, Hitler hace desfilar su poderío para su hermano dictador, quizás para impresionar a Italia, y también al mundo, con su fuerza potencial. La historia demuestra que a menudo los amigos de hoy son los enemigos de mañana. Entre todo este espectáculo militar, los dictadores se declaran a favor de la paz, y un mundo aprensivo desea lo mejor.
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