Las autoridades de la operación Reinhard construyeron el centro de exterminio de Belzec donde antes existía un campo de trabajo en la Polonia ocupada por los alemanes. Fue el segundo centro de exterminio alemán que comenzó a funcionar, y también el primero de los tres centros de exterminio creados como parte de la operación Reinhard (también conocida como Aktion Reinhard o Einsatz Reinhard). La operación Reinhard fue el plan implementado por el líder de las SS y la policía de Lublin, el general de las SS Odilo Globocnik, para asesinar a los judíos del gobierno general (Generalgouvernement). 

El campo de trabajo, que posteriormente se convertiría en centro de exterminio, se encontraba entre las ciudades de Zamosc y Lvov (hoy Lviv), a unos 110 kilómetros (70 millas) al sureste de Lublin. Durante la ocupación alemana de Polonia en la Segunda Guerra Mundial, esta zona formaba parte del distrito de Lublin del gobierno general. El campamento se encontraba a unos 2.5 kilómetros (1.5 millas) al sur del pueblo de Belzec. Situado a lo largo de la línea de ferrocarril Lublin-Lvov, el centro de exterminio estaba a solo 493 metros (1,620 pies, menos de media milla) de la estación de Belzec. Un pequeño apartadero de ferrocarril conectaba el campamento con la estación.   

Belzec: campo de trabajo y centro de exterminio

Una columna de prisioneros llega al campo de exterminio de Belzec.

En 1940, los alemanes crearon una serie de campos de trabajo a lo largo del río Bug (Buh). Hasta la invasión alemana de la Unión Soviética en junio de 1941, el río Bug constituía la línea de demarcación entre la Polonia ocupada por Alemania y la ocupada por la Unión Soviética. El cuartel general de este complejo era un campo de trabajo que se había creado en las afueras del pueblo de Belzec. Los oficiales de las SS conducían por la fuerza a los judíos deportados del distrito de Lublin y otras partes del gobierno general al campo de trabajo de Belzec y a sus campos subsidiarios para construir fortificaciones y zanjas antitanques a lo largo del río. El campo de trabajo de Belzec y sus campos subsidiarios fueron desmantelados a finales de 1940.

En noviembre de 1941, la Administración Central de Construcción de las SS (SS-Zentralbauverwaltung) del distrito de Lublin comenzó la construcción de un campo de exterminio en el sitio donde anteriormente se encontraba el campo de trabajo. La elección del lugar obedeció a las buenas conexiones ferroviarias y a la relativa cercanía de ciudades y pueblos con importantes poblaciones judías, como Lublin y Lvov. 

Al principio, las autoridades alemanas enviaron a los polacos locales para que construyeran las barracas del campo. Estos trabajadores fueron eventualmente reemplazados por judíos que hacían trabajos forzados, muchos de los cuales eran carpinteros calificados. Las instalaciones básicas quedaron terminadas en febrero de 1942. Los funcionarios alemanes transportaron entonces a los primeros prisioneros judíos, que fueron asesinados en una serie de experimentos con gas. De esta manera, probaron la eficiencia y eficacia del proceso de exterminio. Entre las víctimas de los últimos experimentos con gas se encontraban los judíos que participaron en la construcción del campo. 

Al igual que en los centros de exterminio del programa T4 (de “eutanasia”), estos primeros gaseos se realizaron con monóxido de carbono embotellado y producido químicamente. El primer comandante de Belzec, Christian Wirth, tenía experiencia como agente del T4 y también había visto los homicidios realizados en camionetas de gaseo en el centro de exterminio de Chelmno. En base a sus observaciones, Wirth ordenó una instalación de gas autónoma que empleaba gas de monóxido de carbono generado por el escape de un motor de automóvil de gran tamaño. Fue esta técnica de gaseo, usada en cámaras de gas estacionarias, la que se reprodujo en los otros campos de la operación Reinhard.

Deportaciones a Belzec

Principales deportaciones a Belzec, 1942

Las operaciones de exterminio en Belzec comenzaron a nivel masivo el 17 de marzo de 1942. En esa fecha, las primeras comunidades judías fueron deportadas a Belzec. Estas comunidades provenían de las ciudades de Lublin y Lvov. Entre marzo y diciembre de 1942, los alemanes deportaron aproximadamente a 434,500 judíos y a una cantidad indeterminada de polacos y romaníes (gitanos) a Belzec, donde fueron asesinados. 

La mayoría de los judíos asesinados en Belzec procedían de tres de los cinco distritos del gobierno general: Galicia, Cracovia y Lublin. Los alemanes también deportaron a Belzec a judíos alemanes, austríacos y checos que previamente habían sido enviados a los ghettos de tránsito de Izbica, Piaski y otros lugares.

El personal de Belzec

Las autoridades del centro de exterminio de Belzec consistían en un pequeño grupo de oficiales alemanes de las SS y de la policía (entre 20 y 30). 

Al igual que en Sobibor y Treblinka, los otros dos centros de exterminio de la operación Reinhard, el personal alemán procedía casi exclusivamente del personal del programa T4. El primer comandante de Belzec, Christian Wirth, fungiría posteriormente como Inspector de los campos de la operación Reinhard, la misma función que había desempeñado en los centros de exterminio de “eutanasia”. El primer teniente Gottlieb Hering reemplazó a Wirth en junio de 1942, y se desempeñó como comandante hasta que el campo fue liquidado en junio de 1943. Había trabajado como administrador en los centros de exterminio del T4 de Bernburg y Hadamar y había sido administrador de la oficina del centro de eutanasia de Hartheim.  

Aunque los operativos del T4 constituían la mayor parte del personal alemán, el grueso de la unidad de guardia, entre 90 y 120 hombres, eran exprisioneros de guerra soviéticos de diversas nacionalidades, o bien civiles ucranianos y polacos seleccionados o reclutados para este fin. A todos los miembros de la unidad de guardia se les entrenaba en el campo de entrenamiento de Trawniki, una instalación especial de Odilo Globocnik, general de las SS y jefe de la policía, que se encontraba en Lublin.

El personal de las SS y los guardias auxiliares de la policía asignados al centro de exterminio de Belzec se alojaban en un recinto que se encontraba a menos de un kilómetro (media milla) de la estación del ferrocarril.

Asesinato masivo

Judíos forzados a entrar en vagones de carga con destino al campo de exterminio de Belzec.

Los alemanes dividieron el campo de Belzec en dos zonas. La primera era una zona que combinaba administración y recepción. La otra era un área separada, donde las SS y la policía podían llevar a cabo asesinatos masivos sin que los vieran las víctimas que aguardaban en la zona de recepción. Un estrecho camino vallado, llamado el “tubo” (Schlauch) conectaba las dos secciones del centro de exterminio. En el área de recepción estaba el apartadero del ferrocarril y una rampa. La zona en la que se cometía el asesinato masivo incluía las cámaras de gas y una parcela de fosas comunes. Para facilitar la eliminación de los restos de las víctimas, había vías de ferrocarril que iban desde las cámaras de gas hasta las tumbas. Cada lado del campo medía 270 metros (886 pies), aproximadamente lo mismo que 2.5 campos de fútbol. En la cerca de alambre de púas intercalaron ramas de pino y plantaron árboles alrededor del perímetro, como camuflaje para evitar que los curiosos vieran las operaciones dentro del campo.

Las operaciones de gaseo en Belzec comenzaron a mediados de marzo de 1942. Por lo general, a la estación de Belzec llegaban trenes con 40 a 60 vagones de carga, en cada uno de los cuales se apiñaban de 80 a 100 personas. Se separaban 20 vagones de carga a la vez, los cuales eran llevados desde la estación, a lo largo del pequeño apartadero de trenes, hasta el campo. Entonces se les ordenaba a los judíos que desembarcaran en la plataforma del área de recepción. El personal de las SS y de la policía les anunciaba a los deportados judíos que habían llegado a un campo de tránsito y que debían entregar todos sus objetos de valor. Cuando el centro de exterminio empezó a funcionar, separaban a los hombres de las mujeres y los niños. Con el tiempo, sin embargo, los judíos que llegaban a Belzec comenzaron a sospechar el terrible destino que les esperaba. En las caóticas circunstancias que se produjeron a raíz de eso, los funcionarios del campo no siempre lograron implementar esta segregación. 

Las víctimas judías eran obligadas a desnudarse y correr por el “tubo”, que conducía directamente a las cámaras de gas marcadas engañosamente como duchas. Una vez selladas las puertas de las cámaras de gas, los guardias de la policía auxiliar encendían un gran motor situado en el exterior del edificio que las albergaba. El monóxido de carbono se canalizaba a las cámaras de gas, matando a todos los que estaban dentro. El proceso se repetía con los deportados de los siguientes 20 vagones de carga.

Los Sonderkommandos del centro de exterminio de Belzec

Los miembros de los Sonderkommandos (destacamentos especiales), que eran grupos de prisioneros judíos seleccionados para permanecer vivos como trabajadores forzados, trabajaban en la zona de exterminio. Ellos se encargaban de sacar los cuerpos de las cámaras de gas y enterraban a las víctimas en fosas comunes. Otros prisioneros, que se seleccionaban para sobrevivir temporalmente, trabajaban en la zona de administración y recepción. Ahí facilitaban el descenso del tren, el desvestirse, la entrega de objetos de valor, y el movimiento de los prisioneros judíos al “tubo”. También clasificaban las posesiones de las víctimas asesinadas para su transporte a Alemania, y eran responsables de limpiar los vagones de carga para la siguiente deportación. El personal alemán de las SS y de la policía, así como los guardias entrenados en Trawniki, asesinaban periódicamente a los miembros de estos destacamentos de trabajadores judíos. Los asesinados eran reemplazados por personas seleccionadas de los transportes recién llegados.

En octubre de 1942, por orden de Odilo Globocnik, jefe de la policía y de las SS en el distrito de Lublin, el personal del campo envió a trabajadores forzados judíos de varios lugares del distrito de Lublin a exhumar las fosas comunes de Belzec y quemar los cuerpos en “hornos” al aire libre hechos con rieles de ferrocarril. Esto se hizo de conformidad con los esfuerzos del Sonderkommando 1005, que tenía la tarea de excavar y destruir las pruebas de los asesinatos masivos nazis en las zonas del este ocupadas por Alemania. 

Desmantelamiento de Belzec

Europa 1943-1944, Belzec indicada

Para finales de la primavera de 1943, los judíos que realizaban trabajos forzados, custodiados por las SS, la policía y sus auxiliares, ya habían completado la tarea de exhumar y quemar los cuerpos, y habían desmantelado el campo. En junio de 1943, el campo fue liquidado y los judíos que realizaban trabajos forzados fueron fusilados en Belzec o deportados al centro de exterminio de Sobibor para ser gaseados.

Después de que el campo de Belzec fue desmantelado, los alemanes araron el lugar. Construyeron una casa solariega, y plantaron árboles y cultivos para disfrazar el área como una granja. Asignaron a un antiguo guardia auxiliar de policía para que cultivara la propiedad con el fin de camuflar aún más el lugar.

En julio de 1944, el ejército soviético se hizo cargo de la zona.