Theme: ¿Qué lo hizo posible?

¿Qué condiciones, ideologías e ideas propiciaron el Holocausto?

Los líderes de la Alemania nazi, una sociedad moderna y educada, se propusieron exterminar a millones de hombres, mujeres y niños debido a su identidad judía. Conocer este proceso podría ayudarnos a entender mejor las condiciones bajo las cuales es posible la violencia masiva y a tomar medidas para impedir que estas surjan. 

Explore preguntas fundamentales acerca de cómo y por qué fue posible el Holocausto. 

Consulte los artículos relacionados para obtener información de referencia relacionada con este tema.

El Holocausto no fue un evento único. No ocurrió todo a la vez. Fue el resultado de circunstancias y eventos, así como de decisiones individuales que se gestaron durante años. Se cruzaron límites fundamentales en lo político, lo moral y lo psicológico, hasta que el liderazgo nazi puso en marcha lo inimaginable: un plan concreto y sistemático para aniquilar a todos los judíos de Europa.

¿Qué condiciones propiciaron el Holocausto?

Impacto de la Primera Guerra Mundial

La destrucción masiva y la pérdida de vidas causadas por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) marcaron el inicio de una nueva era de inestabilidad, y provocaron el surgimiento de movimientos extremistas como el comunismo, el fascismo y el nacionalsocialismo.

Las monarquías de siglos se disolvieron ante el malestar social generalizado. La revolución rusa de 1917 que condujo a la caída del zar ruso intensificó los temores de una revolución comunista en los círculos de las clases media y alta de las sociedades occidentales. Los gobernantes comunistas rusos abolieron la propiedad privada y prohibieron el culto religioso. Otro de sus objetivos fue iniciar revoluciones en todo el mundo, especialmente en Alemania.

En Alemania, las personas de todas las tendencias políticas quedaron traumatizadas por la guerra, la derrota humillante de la nación y las duras condiciones del acuerdo de paz, el Tratado de Versalles. Los representantes de la República de Weimar, que reemplazaron a la monarquía alemana y firmaron el Tratado de Versalles, tenían dificultades para obtener apoyo. Muchos alemanes culparon a la República de Weimar porque su nación cayó de una posición de grandeza. Sus líderes no podían controlar la violencia en las calles, protagonizada por grupos armados de alemanes tanto de extrema derecha como de extrema izquierda. Los líderes de la república se vieron obligados a sofocar los intentos de golpes de estado, mientras que ningún partido político pudo obtener la mayoría después de 1919. El país también enfrentó graves crisis económicas.

La Depresión económica mundial, que empezó en 1929, afectó de manera particular a Alemania. La incapacidad de los viejos partidos políticos para dar esperanzas a los alemanes desempleados, hambrientos y desesperados le facilitó su oportunidad al Partido Nazi. El líder de este partido joven, extremista y abiertamente antidemocrático, Adolf Hitler, aprovechó hábilmente los temores y los reclamos de los alemanes para ganarse el apoyo popular. En 1933, los principales conservadores, quienes apoyaban a un gobierno autoritario o no democrático, presionaron para que se nombrara a Hitler como jefe de gobierno (Canciller). Asumieron, erróneamente, que podrían controlarlo.

Habiendo perdido la fe en la capacidad de las instituciones democráticas para mejorar sus vidas, muchos alemanes estuvieron de acuerdo cuando los nazis suspendieron la constitución, reemplazaron la república alemana con una dictadura y permitireon que Hitler por sí solo se convirtiera en la ley suprema del país. A cambio de la pérdida de los derechos y las libertades individuales, esperaban que Hitler mejoraría la economía, pondría fin a la amenaza comunista y volvería a hacer que Alemania fuera una nación poderosa y orgullosa.

Los Nazis

Discurso de la campaña de Hitler

El Holocausto no habría podido ocurrir sin el ascenso de los nazis al poder y su destrucción de la democracia alemana. 

Cuando Adolf Hitler asumió el poder en enero de 1933, Alemania era una república con instituciones democráticas. Su constitución reconocía y protegía la igualdad de derechos de todas las personas, incluidos los judíos. Los nazis establecieron una dictadura que limitó los derechos y las libertades básicas. Promovieron el ideal de una “comunidad nacional” formada por personas de “sangre alemana”. Los judíos, los romaníes, las personas con discapacidades mentales o físicas y otros grupos considerados racialmente inferiores, así como aquellos cuyas creencias y conductas no eran toleradas por los nazis, fueron excluidos de esta comunidad y considerados como una amenaza para ella.

El régimen nazi trató de eliminar a los judíos de la vida política, social, económica y cultural de Alemania. Muchos alemanes ayudaron o aceptaron los esfuerzos del régimen. Los activistas nazis, como las Juventudes Hitlerianas, intimidaban a judíos y no judíos para imponer las nuevas normas sociales y culturales. Los miembros de las organizaciones profesionales nazis participaron al excluir a los judíos de la mayoría de las profesiones. Los empleados del gobierno, los abogados y los jueces elaboraron y aplicaron leyes y decretos que privaban a los judíos alemanes de su ciudadanía, derechos, negocios, modos de subsistencia y propiedades, además de excluirlos de la vida pública.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, el objetivo final de la persecución de judíos para el régimen nazi era obligarlos a emigrar. Muchos judíos buscaron refugio seguro en el extranjero, incluso en Estados Unidos. Sin embargo, emigrar era difícil, costoso y complicado, y pocos países ofrecían siquiera oportunidades para reubicarse. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial prácticamente acabó con toda posibilidad de huir y, al abrigo de la guerra, el odio ideológico de los nazis contra los judíos se convirtió en genocidio. 

Antisemitismo

Los judíos, una pequeña minoría religiosa y étnica de la Europa cristiana y una minoría diminuta de Alemania (menos del 1% de la población), habían sufrido discriminación y persecución durante largo tiempo. Sufrieron periodos de violencia en Rusia y otras partes de Europa del este, donde esa población se concentraba a principios del siglo XX. A finales del siglo XIX y principios del XX, millones de judíos salieron de Rusia. Muchos de ellos iban en busca de una mejor vida en Estados Unidos.

Desde antes de tomar el poder, la intolerancia de los nazis por los judíos y otras minorías era bien conocida, pero la mayoría de los alemanes que votaron por el Partido Nazi a principios de la década de 1930 no lo hicieron por su antisemitismo.

Sin embargo, una vez que los nazis subieron al poder, el antisemitismo se volvió una política de gobierno pública y oficial. La creencia de que los judíos eran una amenaza peligrosa se difundió a través de la propaganda que impregnaba la vida diaria: radio, escuelas, policía, fuerzas armadas, entrenamiento en las Juventudes Hitlerianas y todas las formas de cultura popular. Los nazis abolieron la libertad de expresión y de prensa, con lo que se aseguraron de que los alemanes no escucharan voces que abogaran por la tolerancia.

El constante aluvión de propaganda antisemita tuvo los efectos esperados, ya que contribuyó al clima de indiferencia respecto a la persecución de los judíos en Alemania. Los judíos alemanes que habían obtenido la igualdad de derechos en 1871, los cuales habían sido protegidos por el estado hasta 1933, rápidamente pasaron de ser ciudadanos a convertirse en parias. Durante la guerra, los nazis recurrieron a la propaganda y a otros medios para agitar los prejuicios antijudíos que había en los países que caían bajo su dominio. Estas acciones les ayudaban cuando necesitaban apoyo local para perseguir a los judíos.

Ideología

Las creencias o ideologías nazis se basaban en formas extremas de racismo y antisemitismo. Los nazis afirmaban que la humanidad estaba dividida en grupos cuyos miembros compartían la misma “sangre” o características raciales. Las personas de “sangre alemana” eran “superiores” a los demás grupos, mientras que otros grupos eran tan “inferiores” que eran “subhumanos". De acuerdo con los nazis, los “judíos” (las personas de ascendencia judía, sin importar si practicaban o no el judaísmo) constituían un grupo que no solo era “subhumano”, sino también “el enemigo más peligroso del pueblo alemán”. Sin estas creencias, los nazis no habrían podido desarrollar su programa de genocidio.

La campaña nazi por establecer a los alemanes como “raza superior” que dominaría a Europa durante generaciones incluía varios requisitos. Uno de ellos era asegurar que los alemanes fueran racialmente “puros” y sanos. Esto significaba impedir que se casaran con personas consideradas inferiores, especialmente con judíos, o defectuosas, como las personas con discapacidades físicas o mentales. Otro requisito era conquistar territorios que servirían de “espacio vital” para la raza superior alemana. Los resultados fueron la persecución y, en tiempos de guerra, el asesinato de civiles considerados como amenazas para esta búsqueda de sobrevivencia y dominio a largo plazo.

La Segunda Guerra Mundial

William (Welek) Luksenburg

El genocidio de los judíos de Europa y el asesinato de otros grupos perseguidos no podrían haber ocurrido sin la Segunda Guerra Mundial y los éxitos militares de Alemania. La guerra, que Hitler declaró que era para la sobrevivencia de los alemanes, le dio al régimen nazi el motivo y la oportunidad de cometer asesinatos masivos y sistemáticos. Esto empezó con los pacientes discapacitados que vivían en centros de salud mental y otras instituciones de atención médica en Alemania, a quienes los nazis consideraban una fuga de recursos  y una “vida indigna de vivirse”.

Como los nazis creían que los judíos eran los enemigos más peligrosos de los alemanes, emprendieron esfuerzos para destruirlos por completo. Las victorias militares de Alemania extendieron su alcance hacia casi todos los judíos de Europa. Cuando empezó la guerra, en Alemania había menos de 300,000 judíos. La gran mayoría de los casi seis millones de judíos que asesinaron vivía en territorios conquistados por Alemania.

¿Qué papel tuvieron los líderes y la gente común?

Los líderes nazis recibieron la ayuda activa de innumerables funcionarios y gente común de Alemania y de los otros 17 países donde vivían las víctimas. 

Las razones por las que los no alemanes ayudaron incluyeron los intereses personales, así como las intrigas políticas y personales. Los líderes, funcionarios y personas comunes fueron más cooperativos cuando parecía que Alemania iba a ganar la guerra y dominaría Europa en el futuro. La mayoría de las personas se hacían a un lado cuando detenían a los judíos para fusilarlos o transportarlos “al este”. Presenciaban el sufrimiento de sus vecinos. En ocasiones, se beneficiaban al saquear los bienes y apoderarse de las casas después de que sus dueños las abandonaban. Unos cuantos trataron de ayudar a las víctimas.

Preguntas de Pensamiento Crítico

  • Analice por qué es importante estudiar cómo y por qué sucedió el Holocausto.

  • ¿Hubo señales de advertencia de lo que sucedería antes de que los nazis subieran al poder en 1933? ¿Las hubo antes del inicio de los asesinatos masivos en 1941?

  • ¿Cómo ilustran la fragilidad de la democracia y las numerosas amenazas contra su existencia los eventos sucedidos en 1933 y en los primeros años del régimen nazi?

  • ¿Cómo puede el conocimiento de los eventos en Alemania y Europa antes de que los nazis subieran al poder ayudar a los ciudadanos actuales a responder a las amenazas de genocidio y atrocidades masivas?

Thank you for supporting our work

We would like to thank Crown Family Philanthropies, Abe and Ida Cooper Foundation, the Claims Conference, EVZ, and BMF for supporting the ongoing work to create content and resources for the Holocaust Encyclopedia. View the list of donor acknowledgement.