Inspirados en parte por un telegrama del 31 de agosto de 1914 enviado por Henry Morgenthau — entonces embajador estadounidense en Turquía — al prominente filántropo estadounidense Jacob Schiff para solicitar $50.000 a fin de salvar del hambre a los judíos de Palestina — entonces parte de la Turquía otomana —, representantes de cuarenta organizaciones judías estadounidenses se reunieron en Nueva York en noviembre de 1914 para analizar la coordinación de medidas para ayudar a las agobiadas poblaciones judías en Europa central y oriental, y en Oriente Medio.

El 27 de noviembre de 1914, fundaron el Comité Judío Estadounidense para la Distribución Conjunta (JDC, por sus siglas en inglés). Originalmente el resultado de la fusión de dos comités de ayuda recientemente establecidos -el ampliamente reformado Comité de Ayuda Judío Estadounidense y el Comité de Ayuda Central Ortodoxo-, a principios de 1915 al JDC se sumó un tercer comité, el Comité de Ayuda al Pueblo, formado por grupos socialistas y sindicales. El propósito inicial del JDC era recaudar y distribuir fondos para ayudar a sostener a las poblaciones judías de Europa oriental y del Oriente Próximo durante la Primera Guerra Mundial.

Entre 1917 y 1919, la Revolución Bolchevique en Rusia, la caída de las Potencias Centrales (Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria y Turquía) al final de la Primera Guerra Mundial y los traslados demográficos masivos y con frecuencia brutales relacionados con el desmembramiento y el derrocamiento del Imperio otomano siguieron teniendo un efecto adverso sobre la capacidad de las comunidades judías en Europa central y oriental, además de Oriente Medio, para sobrevivir, sostenerse desde el punto de vista económico y mantener su identidad judía.

Entre 1914 y 1929, el JDC recaudó alrededor de 78,7 millones de dólares de judíos que vivían en los Estados Unidos. Se concibió como una organización de ayuda temporaria, pero el creciente empobrecimiento de los judíos en Europa oriental, el esfuerzo soviético para radicar a los judíos en la tierra y la constante violencia árabe contra los judíos de Palestina prolongaron la existencia del JDC hasta la era del Holocausto. En la década posterior a la Primera Guerra Mundial, el JDC se convirtió en la principal agencia comunitaria para la ayuda y reconstrucción en el extranjero. Además de la financiación directa de la ayuda, los agentes del JDC proporcionaban fondos a través de la Corporación Judía Estadounidense para la Agricultura Conjunta a fin de radicar a los judíos soviéticos en la tierra, principalmente en Ucrania y Crimea, y fomentaban el desarrollo económico entre los judíos que vivían en Palestina a través de la Corporación Económica Palestina.

El impacto de la Depresión en los Estados Unidos redujo drásticamente los fondos disponibles para el JDC, cuyos líderes debieron archivar sus esquemas de desarrollo hacia 1932. Con la toma del poder por los nazis en 1933, el JDC, mientras que seguía brindando ayuda para las comunidades judías en Europa oriental, se concentró en la ayuda para los judíos que quedaban en Alemania y en la asistencia para los judíos refugiados de los nazis. En abril de 1933, después de que los secuaces de los nazis saquearan las oficinas europeas del JDC en Berlín, los funcionarios del JDC trasladaron la oficina a París. A pesar de la Depresión, las contribuciones al JDC en realidad aumentaron, ya que los judíos en los Estados Unidos tomaban cada vez más conciencia sobre los peligros y las penurias que enfrentaban sus hermanos europeos. A lo largo de la década, el JDC presentó una imagen realista de la difícil situación de los judíos en el extranjero y logró conseguir importantes contribuciones para la ayuda en el extranjero.

Los esfuerzos del JDC fueron instrumentales para ayudar a un mínimo de 190.000 judíos a abandonar Alemania entre 1933 y 1939; 80.000 lograron irse de Europa con la ayuda del JDC. El JDC respaldó diversos esfuerzos para el reasentamiento de los refugiados en América Latina, incluida la colonia judía en Sosúa (República Dominicana) y una colonia en Bolivia. Los fondos del JDC también desempeñaron un papel decisivo para la financiación de un programa de ayuda para 20.000 refugiados judíos alemanes y austríacos en Shanghái (China).

Nueve meses después de que los alemanes invadieran Polonia para iniciar la Segunda Guerra Mundial, el JDC fue obligado a cerrar sus oficinas en París tras el avance alemán en 1940 y a reabrirlas en Lisboa (Portugal).

En 1939, el JDC incrementó su potencial para la recaudación de fondos al unirse con la United Palestine Appeal y con el Comité Nacional para la Coordinación de la Ayuda a los Refugiados para crear la United Jewish Appeal (UJA). Mientras que entre 1929 y 1939 el JDC recaudó y gastó casi 25 millones de dólares para la ayuda, entre 1939 y 1945 recaudó más de 70 millones de dólares, y entre 1945 y 1950 recaudó aproximadamente 300 millones de dólares para ayudar a los refugiados.

Hasta el ingreso de los Estados Unidos a la guerra en diciembre de 1941, el JDC enviaba alimentos y dinero por diversos medios a Polonia, Lituania y otros países ocupados por los alemanes. El JDC suministró dinero para mantener a los judíos en peligro en toda Europa, incluidos aquellos atrapados en guetos en la Polonia ocupada por los alemanes. Financió orfanatos, centros para niños, hospitales, comités de vivienda, comedores públicos y diversas instituciones culturales.

Incluso después del ingreso de los Estados Unidos a la guerra contra Alemania, el JDC, si bien ya no contaba con permiso legal para operar dentro del territorio ocupado por los alemanes, continuó canalizando fondos clandestinos a los guetos en Polonia a través de su oficina en Suiza, presidida por Saly Mayer. Mayer tenía contacto con personas en Suiza -incluidos funcionarios de la Cruz Roja Internacional- que, a su vez, tenían vínculos con organizaciones clandestinas polacas. El JDC también hizo importantes contribuciones para las operaciones del Consejo de Refugiados de Guerra de los Estados Unidos (WRB, por sus siglas en inglés) tras su creación en 1944.

Disponibles a través de legaciones neutrales, los fondos del JDC facilitaron el rescate de judíos que residían en Budapest y ayudó a mantener a los judíos rumanos durante los últimos años de gobierno del mariscal Ion Antonescu. Los fondos del JDC también mantuvieron refugios para niños bajo protección internacional en Budapest y financiaron parcialmente las operaciones de rescate de diplomáticos neutrales como Raoul Wallenberg y Carl Lutz. El JDC también envió miles de paquetes de ayuda a los refugiados judíos en la Unión Soviética.

El JDC proporcionó apoyo material y facilitó la emigración de refugiados que habían escapado a países neutrales, como Portugal y Turquía, o que habían encontrado refugio en otros países del Eje, como la Francia de Vichy y Japón. Entre 1939 y 1944, los funcionarios del JDC ayudaron a 81.000 judíos europeos a encontrar asilo a través de la emigración a diversas partes de mundo. Tras su liberación en agosto de 1944, los funcionarios del JDC volvieron a abrir su oficina central en París.

Después de la guerra, el JDC -trabajando en conjunto con la Agencia Judía para Palestina, la Sociedad de Ayuda al Inmigrante Hebreo (HIAS, por sus siglas en inglés) y otras organizaciones- se convirtió en la agencia judía central que ofrecía apoyo y asistencia financiera a los sobrevivientes judíos del Holocausto que residían en los campos de personas desplazadas en Alemania, Austria e Italia. El JDC proporcionó alimentos para incrementar las raciones oficiales; suministró vestimenta, libros y útiles escolares para niños; respaldó servicios culturales; y compró suministros religiosos para la comunidad. Solo entre 1945 y 1950, unos 420.000 judíos en Europa oriental se convirtieron en beneficiarios del JDC, que gastó más de 300 millones de dólares para la asistencia y envió un ejército de profesionales (médicos, enfermeros, maestros, trabajadores sociales y administradores ) para satisfacer las necesidades de aproximadamente 700.000 personas cada mes, tanto dentro como fuera del aparato de personas desplazadas.

A partir de 1947, una porción cada vez mayor del presupuesto del JDC se destinó a ayudar a los refugiados a emigrar de Europa. Entre 1947 y la fundación del estado israelí en mayo de 1948, los fondos del JDC ayudaron a unos 115.000 refugiados a llegar a Palestina. Los funcionarios del JDC también proporcionaron alivio y ayuda a los futuros inmigrantes que los británicos recluyeron en campos en la isla de Chipre. Después del establecimiento de Israel, el JDC continuó facilitando la inmigración judía al nuevo Estado.

Para fines de 1950, alrededor de 440.000 judíos habían llegado a Israel con la ayuda del JDC: 270.000 eran refugiados de Europa; otros 167.000 eran refugiados de países musulmanes en África del Norte y Oriente Medio, incluidos 46.000 de Yemen trasladados en avión desde la colonia británica de Adén en la operación “Alfombra Mágica”.