Theme: ¿Qué lo hizo posible?

¿Cómo implementaron el Holocausto los nazis y sus colaboradores?

Cuando el jefe del Partido Nazi Adolf Hitler fue nombrado canciller de Alemania el 30 de enero de 1933, no existía una guía paso a paso para el genocidio de los judíos como “raza”. Después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, millones de judíos quedaron bajo control nazi. Las políticas nazis se extendieron de la persecución al confinamiento en ghettos, y por último desembocaron en el asesinato masivo. 

Conozca la asombrosa cantidad de recursos y cooperación que se requirieron para implementar la “solución final”, y la participación activa de gobiernos, sociedades y personas de toda Europa.

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Más de ocho años separan el ascenso al poder del régimen nazi en 1933 del inicio del asesinato masivo y sistemático de los judíos en 1941.

Persecución de los judíos en la década de 1930

De 1933 a 1939, los líderes nazis se dedicaron a revocar la situación legal que habían disfrutado los judíos alemanes desde 1871 como ciudadanos con plenos derechos. Trataron de expulsar a los judíos de la economía y de hacerles la vida tan difícil que se vieran obligados a irse de Alemania. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y especialmente después de la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941, las políticas nazis se volvieron asesinas. Como resultado de las conquistas militares y las alianzas de Alemania, una mayor cantidad de judíos quedó también bajo el control nazi.

La persecución de los nazis contra los judíos se desarrolló en varias “etapas” de 1933 a 1939 en Alemania. Los nazis usaron una combinación de leyes, decretos, propaganda, intimidación y violencia para segregar a los judíos de la sociedad alemana, eliminarlos de la economía y obligarlos a abandonar el país.

Durante el boicot anti-judío, hombres de las SA llevan carteles que leen,

En abril de 1933, poco después de que Hitler asumiera poderes dictatoriales, los nazis organizaron un boicot contra los negocios de los judíos. Una semana después, aprobaron  una ley para depurar el servicio público de “no arios” y de opositores políticos al régimen. Además, los judíos se vieron aislados socialmente. Las asociaciones profesionales, los clubes deportivos y otros grupos cívicos se alinearon con el “espíritu de la época” al expulsar a los “no arios”.

En lo personal, los judíos también fueron víctimas de ataques y amenazas de violencia por parte de los miembros de las SA, las Juventudes Hitlerianas y otros activistas nazis que ejercían su poder sin temor de intervención por parte de la policía ni de los tribunales. Había propaganda por todas partes que satanizaba a los judíos —artículos e imágenes en periódicos, discursos en la radio y letreros desplegados en público— y promovía los esfuerzos de los líderes nazis por asegurarse de que muchos alemanes que no eran nazis se mantuvieran indiferentes a las aflicciones de sus vecinos judíos.

La persecución se intensificó cuando la dictadura nazi promulgó las leyes de Nuremberg en septiembre de 1935. La “Ley de ciudadanía del Reich” establecía que solo las personas de sangre alemana pura podían ser ciudadanos alemanes. La “Ley para la protección de la sangre y el honor de los alemanes” prohibió el matrimonio y las relaciones sexuales entre ciudadanos plenos y simples súbditos. Los comentaristas legales oficiales aplicaron posteriormente estas leyes a los romaníes y sintis, afroalemanes y otras personas que fueron declaradas como amenazas a la “comunidad nacional” del pueblo de “sangre alemana”.

A finales de 1937, los dirigentes nazis intensificaron el decomiso sistemático de propiedades, dinero y bienes de valor de los judíos. Su objetivo era pagar el enorme programa de rearme del gobierno e incitar el éxodo de los judíos, el “enemigo interno”.

En 1938 hubo varios eventos que no dejaron duda de que los judíos ya no tenían futuro en Alemania. Estos eventos incluyeron la expulsión de los judíos extranjeros, entre ellos 18,000 judíos polacos, y el terror nazi desatado contra los judíos austriacos después de que Alemania se anexó Austria (la Anschluss) en marzo de ese año, así como durante el pogromo de noviembre (Kristallnacht). El pogromo nacional resultó en el asesinato de por lo menos 91 judíos y en la muerte de cientos más en campos de concentración después del arresto masivo de hombres judíos. Arrestaron hasta a 30,000 hombres por el solo hecho de ser judíos. La mayoría de los judíos detenidos que sobrevivieron fueron liberados con la condición de que se fueran del país.  

Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial empezó el 1º de septiembre de 1939, cuando Alemania invadió la vecina Polonia. La guerra proporcionó la oportunidad y la motivación para extremar aún más las políticas nazis. Las políticas de “seguridad” nazis se enfocaron en los posibles líderes de la resistencia polaca. Las unidades de las SS y de la policía arrestaron o mataron a decenas de miles de terratenientes acaudalados, clérigos y profesionistas cultos (tanto polacos étnicos como judíos). Las unidades del ejercicio alemán y de las fuerzas de “autodefensa”, compuestas por alemanes étnicos que vivían en ciudades polacas, participaron en las ejecuciones de civiles.

En Alemania durante la guerra, los nazis iniciaron un programa radical para “fortalecer la raza alemana” al organizar el asesinato sistemático de alemanes discapacitados, ya que se consideraba que provocaban una fuga de recursos nacionales. En una nota secreta retroactiva al 1º de septiembre de 1939, Hitler autorizó a médicos designados para que administraran una “muerte piadosa” a los pacientes con “enfermedades incurables”. Que los líderes nazis hablaran de “eutanasia” y de “muerte piadosa” ocultaba el hecho de que esa operación clandestina era un cínico programa de asesinato masivo. Transportaron a las víctimas de los centros de salud mental y otras instituciones de atención a centros especiales de “eutanasia” equipados con cámaras de gas disfrazadas de duchas. La gran mayoría de los que murieron en esas cámaras de gas y después por sobredosis mortales de medicamentos entre 1939 y 1945 no eran judíos.  

Un brazal blanco con la estrella de David en azul

En la Polonia ocupada, los oficiales nazis tenían a una gran población judía bajo su control. Antes de la guerra, casi 2 de los 3.3 millones de habitantes judíos de Polonia vivían en los territorios que ocuparían los alemanes (la Unión Soviética había ocupado el este de Polonia de conformidad con los términos del pacto secreto de no agresión entre Alemania y la Unión Soviética firmado en agosto de 1939). Los judíos fueron víctimas de ataques esporádicos en 1939 y 1940. Sin embargo, en esta época la política nazi se centraba en segregar a los judíos de la población étnica polaca, que formaba la mayoría, y en saquear sus propiedades. Esto se logró obligando a los judíos a llevar insignias en la ropa o brazaletes con la estrella de David, y haciendo que se mudaran a las zonas restringidas llamadas “ghettos”. Los ghettos estaban bajo el control de las fuerzas y funcionarios alemanes de ocupación, ayudados por la policía local. Los ghettos también constituían reservas de mano de obra forzada. Cientos de miles de judíos de los ghettos murieron de inanición, enfermedades y otras terribles condiciones.  

El destino final de los judíos polacos y de los judíos que seguían viviendo en los territorios invadidos por Alemania todavía estaba por decidirse. Los funcionarios nazis consideraron diversos planes para mudar a esas personas “indeseables” a una especie de “reservación”. Por ejemplo, los funcionarios nazis comenzaron a hacer planes para transportar a los judíos a una colonia en la isla francesa de Madagascar, frente a la costa suroriental de África. Posteriormente, abandonaron el plan.    

Asesinato masivo y sistemático de judíos

El 22 de junio de 1941, Alemania invadió la Unión Soviética en una “guerra de exterminio” planeada contra el comunismo y la amenaza “judeo-bolchevique” relacionada con él. Unos cuatro millones de judíos vivían en territorios que se encontraban bajo control soviético. Las unidades de las SS y de la policía que estaban detrás de las líneas del frente empezaron a detener y a fusilar a esas supuestas amenazas de “seguridad”. Al principio, su objetivo fueron principalmente los hombres judíos en edad militar. Sin embargo, en cuestión de semanas la matanza se volvió genocidio, ya que empezaron a asesinar a mujeres y niños judíos y a destruir comunidades judías completas. Esta escalada se desenvolvió a diferentes ritmos en las distintas regiones, dependiendo de las decisiones de los funcionarios que estaban asignados a ellas, ya que respondían a las presiones y recompensas con motivaciones ideológicas de la jerarquía nazi en Berlín. Las unidades nazis que llevaban a cabo las operaciones de fusilamiento recibían ayuda de la milicia formada por europeos del este y de los habitantes locales.

En el otoño de 1941, mientras continuaban a ritmo acelerado los asesinatos masivos de judíos en los territorios del este de Europa ocupados por Alemania, los líderes nazis empezaron a planear el genocidio sistemático de todos los judíos del continente europeo. Un indicio de este cambio en las políticas fue la prohibición de que los judíos emigraran del continente europeo a partir del 23 de octubre de 1941. Ese mes, las autoridades alemanas empezaron a deportar a miles de judíos alemanes “al este”, principalmente a ghettos. Después de una reunión de altos funcionarios del gobierno alemán que se llevó a cabo en el distrito de Wansee en Berlín a finales de enero de 1942, “la solución final al problema judío” se convirtió formalmente en una política del estado. Las notas de la conferencia de Wansee señalaban como “involucrados” en la “solución final” a un total de 11 millones de judíos que vivían en 34 países y territorios. Para cuando se celebró la conferencia, ya habían sido asesinados 1.5 millones de judíos.

En 1942 se introdujo un nuevo método para asesinar a judíos con gas venenoso, tomado del anterior programa de “eutanasia”. Los nazis y las fuerzas locales de policía empezaron a vaciar los ghettos en violentas operaciones de liquidación. Transportaron a más de un millón de hombres, mujeres y niños judíos a centros de exterminio (Chełmno, Belżec, Treblinka y Sobibor) donde, con muy pocas excepciones, fueron asesinados con gas al llegar.

En otros países de Europa, los líderes nazis y los diplomáticos alemanes solicitaron que los funcionarios de los países conquistados o aliados de Alemania les entregaran a todos los judíos para deportarlos “al este”. Muchos países cooperaron, en especial cuando Alemania parecía invencible antes de la derrota que sufrió en febrero de 1943 en Stalingrado, en la Unión Soviética. La mayoría de los judíos deportados de países del oeste y el sur de Europa fueron transportados a Auschwitz-Birkenau y asesinados en cámaras de gas poco después de llegar. Algunos adultos sanos fueron  seleccionados para trabajos forzados, lo cual por lo general solo era un aplazamiento temporal de la muerte. En casi todos los casos, los funcionarios y las fuerzas policíacas locales ayudaron a llevar a cabo las deportaciones.

Las principales deportaciones a los campos de exterminio, 1942-1944

Incluso en la primavera y el verano de 1944, cuando ya se acercaban las fuerzas soviéticas, los alemanes seguían matando. Unos 425,000 judíos húngaros fueron deportados a Auschwitz-Birkenau por los alemanes y 14,000 policías húngaros. Tres cuartas partes de ellos murieron en las cámaras de gas a su llegada.

En los últimos días de la guerra, los nazis evacuaron los campos de concentración y de trabajos forzados, y llevaron a los prisioneros, en transportes o a pie, hacia campos en el interior de Alemania. Miles de ellos murieron debido a las terribles condiciones o fueron fusilados en el camino, con lo que los nazis demostraron su celo hasta el final.

Preguntas de Pensamiento Crítico

  • ¿Qué podemos aprender del enorme tamaño y alcance del Holocausto?

  • ¿Cómo participaron diversas profesiones en la preparación e implementación de las leyes que pusieron en práctica todo el proceso? ¿Qué lecciones podemos considerar para los profesionistas modernos?

  • Los nazis encontraron en toda Europa innumerables ayudantes que colaboraron con ellos o fueron cómplices de sus crímenes. ¿Qué motivos y presiones hicieron que tantas personas persiguieran, asesinaran o abandonaran a su prójimo?

  • ¿Cómo puede el conocimiento de los eventos en Alemania y Europa antes de que los nazis llegaran al poder ayudar a los ciudadanos de hoy a responder a las amenazas de genocidio y atrocidades masivas?

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