Introducción

Henny Schermann

Los nazis no enjuiciaron ni persiguieron sistemáticamente a las lesbianes solo por su sexualidad. En el régimen nazi no había leyes ni políticas oficiales que prohibieran las relaciones sexuales entre mujeres. Esto era muy diferente del caso de los hombres gays.  

Antes, durante y después del régimen nazi, los hombres acusados de homosexualidad eran enjuiciados conforme al párrafo 175 del código penal alemán. Ese estatuto tipificaba como delito las relaciones sexuales entre hombres. No se aplicaba a las relaciones sexuales entre mujeres. No obstante, a partir de 1933, el régimen nazi acosó y destruyó las comunidades y las redes de lesbianas que se habían formado durante la República de Weimar (1918-1933). Esto generó un clima de restricción y temor para muchas lesbianas.

Debido a que no había una ley o política específica que se aplicara a las relaciones sexuales entre mujeres, las lesbianas tuvieron una amplia gama de experiencias en la Alemania nazi. Estas experiencias no estaban determinadas exclusivamente por su sexualidad. Más bien, hubo otros factores que moldearon la vida de las lesbianas durante la era nazi. Entre ellos estaban la supuesta identidad “racial”, las actitudes políticas, la clase social y las normas de género. Sobre la base de estos y otros factores, algunas lesbianas (especialmente las de clase trabajadora) fueron encarceladas o enviadas a campos de concentración. En esos casos se les clasificaba como prisioneras políticas o asociales. Las lesbianas judías se enfrentaron a la persecución nazi y al asesinato masivo por ser judías. En la mayoría de los casos, su sexualidad era un factor secundario. Los alemanes y sus colaboradores asesinaron a una cantidad desconocida de lesbianas judías durante la Segunda Guerra Mundial

Antes de los nazis: las lesbianas en la República de Weimar

Durante la República de Weimar, la sociedad alemana atravesó por complejas transformaciones sociales, políticas y culturales. Por un lado, este período estuvo definido por la agitación y la violencia políticas. Fue también una época de grandes dificultades económicas. Pero por otro lado, los alemanes gozaban de más libertades políticas y sociales. Esta atmósfera dio origen a movimientos artísticos, a la expansión de la prensa y a culturas alternativas cada vez más visibles. 

Durante la era de Weimar, los alemanes desafiaron públicamente las normas sexuales y de género. Esto ocurrió principalmente en las grandes ciudades como Berlín, Hamburgo y Frankfurt am Main

Redes y comunidades de lesbianes durante Weimar 

Alrededor de esta época surgieron comunidades de lesbianas bien diferenciadas. Las lesbianas fundaron asociaciones y clubes sociales para impulsar las redes y las conexiones. Las asociaciones de lesbianas más famosas fueron los clubes de mujeres Violetta y Monbijou (Damenklub Violetta y Damenklub Monbijou) en Berlín. Estas asociaciones celebraban reuniones informales en bares y clubes nocturnos para lesbianas, como el club de baile Monokel-Diele. Las lesbianas también se reunían en el célebre centro nocturno Eldorado. 

Los sitios de reunión se anunciaban en una nueva prensa para lesbianas que surgió a mediados de la década de 1920. Las publicaciones para lesbianas contribuyeron al crecimiento de las redes de lesbianas. Entre ellas estaban Frauenliebe (Amor de mujeres) y Die Freundin (La novia). En las ciudades más grandes, el público podía comprar estas publicaciones en los puestos de periódicos. Además, en toda Alemania, podían subscribirse por correo. También empezó a aparecer con mayor frecuencia otro tipo de literatura lesbiana, como novelas. 

Actitud de los alemanes hacia la homosexualidad  

Desde finales del siglo XIX, en Alemania se había discutido en público la sexualidad. Sin embargo, la atmósfera social durante la República de Weimar creó más espacio para estas conversaciones. En esa época había discusiones sobre la homosexualidad.1 Magnus Hirschfeld, médico e investigador sexual, así como otras personas organizaron las llamadas “ligas de amistad” (Freundschaftverbände) para gays y lesbianas, en las que también participaban miembros heterosexuales. Estos grupos abogaban por la despenalización de las relaciones sexuales entre hombres. En este esfuerzo, encontraron aliados en grupos políticos de izquierda y de centro. Entre los simpatizantes estaban:

  • El Partido Socialdemócrata (Sozialdemokratische Partei), que era grande y de izquierda moderada.
  • El Partido Comunista de Alemania (Kommunistische Partei Deutschlands), más radical.
  • La Liga Alemana por los Derechos Humanos (Deutsche Liga für Menschenrechte), de tendencia pacifista.
  • El Partido Democrático Alemán (Deutsche Demokratische Partei). de centro.

Hirschfeld y otros también trataron de educar al público sobre la sexualidad. Por ejemplo, promovían la idea de Hirschfeld de que la homosexualidad es innata y no un vicio ni una perversión. 

Grandes cantidades de alemanes se oponían a estas conversaciones públicas sobre el sexo y la sexualidad. Consideraban que esos debates eran decadentes, excesivamente permisivos e inmorales. A muchos les perturbaba el aumento de la visibilidad del sexo en la publicidad, el cine y en otros aspectos de la vida diaria. Para estos alemanes, las comunidades de gays y lesbianas eran un símbolo de lo que consideraban la degeneración de la sociedad alemana. 

Varios grupos políticos de derecha y de centro, así como organizaciones religiosas convencionales, trataron de contrarrestar este aspecto de la cultura de Weimar promoviendo su propia versión de la cultura alemana. Esta versión estaba arraigada en la música y la literatura clásicas, la religión y la familia. En algunos casos, estos grupos culpaban a otros de corromper la cultura alemana. Culpaban, por ejemplo, a los judíos, los comunistas y los estadounidenses.  

Actitud de los nazis hacia la homosexualidad

Aun antes de subir al poder, muchos nazis resentían la visibilidad de las comunidades de gays y lesbianas. Condenaban la homosexualidad como una amenaza al pueblo alemán. El Partido Nazi se opuso oficialmente a todo intento por despenalizar las relaciones sexuales entre hombres. Argumentaban que la homosexualidad era un vicio destructivo. Wilhelm Frick, un nazi que era miembro del Reichstag, declaró en 1927 que “los hombres que practican la lascivia antinatural entre hombres deben ser perseguidos con la máxima severidad. Esos vicios provocarán la desintegración del pueblo alemán”.  

La represión nazi contra la homosexualidad

El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler fue nombrado canciller de Alemania. Poco después, las comunidades de gays y lesbianas empezaron a ser objeto de presión y de escrutinio bajo el nuevo régimen. En el caso de los hombres acusados de homosexualidad, esto empeoró en el transcurso de la década de 1930, durante la cual se enfrentaron a una persecución brutal. 

Cierre de los lugares de reunión de lesbianas y gays

A partir de 1933, el régimen nazi empezó a acosar a comunidades de gays y lesbianas realizando redadas y cerrando sus lugares de encuentro y sus organizaciones. Al principio, las acciones de los nazis no eran regulares, ya que dependían de las prioridades de los gobiernos y oficiales de policía locales. Por ejemplo, en la primavera de 1933, los nazis le ordenaron a la policía prusiana que cerrara algunos bares. Entre los sitios clausurados estuvieron Eldorado en Berlín y el Dornröschen en Colonia. No obstante, algunos bares bien establecidos pudieron seguir abiertos en ciudades como Berlín y Hamburgo hasta mediados de la década de 1930. Los lugares clandestinos de reunión permanecieron abiertos incluso más tiempo. Estos, sin embargo, estuvieron bajo una vigilancia policiaca cada vez más estricta. Como parte de las restricciones del régimen a la prensa libre, el gobierno también cerró periódicos y revistas gays y lesbianas. 

Al eliminar los lugares de reunión de gays y lesbianas, así como su prensa, el régimen disolvió de hecho las comunidades de lesbianas que se habían desarrollado durante la República de Weimar. 

Una pareja baila en el "Eldorado", una discoteca frecuentada por miembros de la comunidad homosexual de Berlín.

Expansión de la persecución de hombres acusados de homosexualidad 

Durante el transcurso de la década de 1930, las acciones nazis contra la homosexualidad masculina se volvieron sistemáticamente más opresivas. En 1935, el régimen nazi reformó el párrafo 175. En el estatuto ahora se penalizaba cualquier tipo de intimidad sexual entre hombres. Los nazis también aumentaron la severidad de los castigos por estos delitos. Instruyeron a los fiscales que abogaran por sentencias más duras en los tribunales. Con frecuencia, los jueces accedían a esto. 

Con el tiempo, Heinrich Himmler, comandante de las SS, se puso a la vanguardia de la persecución contra la homosexualidad masculina, a la que llamaba “flagelo público”. En 1936, Heinrich Himmler creó la Oficina Central del Reich para el Combate de la Homosexualidad y el Aborto (Reichszentrale zur Bekämpfung der Homosexualität und der Abtreibung). Esta oficina era parte de la Kripo (policía judicial) y trabajaba estrechamente con la Gestapo. Una de sus principales responsabilidades era rastrear y vigilar a los hombres sospechosos de homosexualidad. A la policía le preocupaban menos las lesbianas. Sin embargo, también investigaron e interrogaron a lesbianas.

Las lesbianas y las políticas nazis sobre la procreación 

El régimen nazi nunca penalizó las relaciones sexuales entre mujeres.2 Pensaban que la penalización era parte de sus esfuerzos contra la homosexualidad, pero no lo hicieron porque consideraban a las lesbianas diferentes a los gays. ¿Por qué fue esto así? 

El régimen nazi veía a las lesbianas, ante todo, como mujeres

Los nazis creían que las mujeres alemanas tenían que llevar a cabo una tarea especial: la maternidad. De acuerdo con la lógica de los nazis, las lesbianas eran mujeres y, por lo tanto, debían ser madres. Tenían la responsabilidad de dar a luz a alemanes de raza pura, los llamados “arios”. 

Para fomentar la procreación de arios, los nazis adoptaron diversos programas y leyes. Un ejemplo es el programa Lebensborn, el cual exhortaba a las mujeres arias a tener muchos hijos, incluso fuera del matrimonio. Al mismo tiempo, el régimen nazi trató de prohibir o de limitar la procreación de otros grupos que supuestamente eran inferiores. En julio de 1933, se promulgó una nueva ley que ordenaba la esterilización de las personas con supuestas discapacidades hereditarias. En otras leyes, como las Leyes de Nuremberg de 1935, se definió quién podía tener sexo con quién. 

Los nazis no crearon políticas separadas que señalaran a las lesbianas como un problema para la procreación de arios. Su razonamiento se basaba en las actitudes generalizadas sobre las diferencias entre la sexualidad masculina y la femenina. Los nazis concluyeron que sería fácil persuadir o forzar a las mujeres arias a tener hijos. 

Respuestas de las lesbianas al régimen nazi 

Durante el régimen nazi, las lesbianas no pudieron seguir viviendo ni socializando como lo habían hecho durante la República de Weimar. Gran parte de la sociedad alemana consideraba que las lesbianas eran parias sociales, es decir, personas que no seguían la corriente dominante. De esta forma, corrían un mayor riesgo de que las denunciaran y quedaran en la mira del régimen nazi. 

Las lesbianas reaccionaron de diferentes maneras a estos nuevos temores y condiciones. No todas tomaron las mismas decisiones. Tampoco tenían las mismas opciones. Por ejemplo, las lesbianas arias tenían muchas más opciones que las judías o romaníes que eran objeto de persecución principalmente por razones raciales. 

Las lesbianas arias, en especial las que tenían recursos económicos, podían tratar de ocultar su sexualidad y cumplir con las leyes externamente. Algunas rompieron el contacto con sus círculos de amistades o se retiraron de la esfera pública. Otras se fueron a vivir a otras ciudades o al campo. Algunas lesbianas también contrajeron matrimonios por conveniencia. 

Hubo lesbianas que corrieron el riesgo de oponer resistencia al estado nazi por razones políticas y personales. Algunas siguieron frecuentando los lugares de reunión clandestinos, especialmente en las principales ciudades. Hubo lesbianas que se incorporaron a grupos clandestinos de resistencia antinazi o ayudaron a ocultar a judíos. 

Arresto y detención de lesbianas en campos de concentración

Con base en las fuentes documentales, está claro que algunas lesbianas fueron arrestadas y enviadas a campos de concentración. ¿Cuáles fueron algunas de las razones de su arresto y detención, especialmente si consideramos que las relaciones sexuales entre mujeres no eran ilegales en el régimen nazi? 

La respuesta breve es que las lesbianas eran arrestadas por ser miembros de otros grupos: 

  • Judías
  • Romaníes
  • Asociales
  • Prisioneras políticas
  • Delincuentes profesionales 

En la documentación de las prisioneras lesbianas, las autoridades de los campos generalmente señalaban una razón racial, política, social o criminal como la causa primordial de su arresto. En algunos pocos casos, las autoridades también señalaban su sexualidad. 

Es difícil saber qué papel desempeñó la sexualidad de las lesbianas en su detención. En ocasiones, el hecho de ser lesbianas tenía muy poco o nada que ver con su arresto. En otros casos, es posible que su sexualidad sí haya sido un factor. Esto sucedía especialmente cuando los arrestos eran instigados por denuncias. Las denuncias afectaban con frecuencia a las personas consideradas parias sociales.

Denuncias de lesbianas

Las relaciones sexuales entre mujeres eran un tabú para gran parte de la sociedad alemana. A veces, los vecinos, familiares y amigos no aprobaban a las mujeres involucradas y, por lo tanto, las denunciaban a la policía. Es posible que no supieran que las relaciones sexuales entre mujeres no eran ilegales. En algunos de estos casos, la policía desechaba las denuncias por carecer de fundamentos legales. 

Sin embargo, las denuncias podían causar un escrutinio indeseable para las lesbianas. En ocasiones, las denuncias le permitían a la policía descubrir otras trasgresiones delictivas. Por ejemplo, podían revelar lazos con una organización de la resistencia, amistad con judíos o conductas políticas subversivas. En esos casos, podían arrestar a las mujeres y enviarlas a campos de concentración. 

El caso de Elli Smula y Margarete Rosenberg

El ejemplo de Elli Smula y Margarete Rosenberg ilustra cómo el régimen nazi a veces arrestaba por otros cargos a las mujeres acusadas de relaciones con su mismo sexo. En 1940, la Gestapo detuvo e interrogó a Smula y a Rosenberg. La Gestapo las arrestó con base en denuncias de sus compañeros de trabajo, quienes declararon que las dos habían participado en relaciones sexuales con otras mujeres. La Gestapo alegó que esas relaciones sexuales habían interferido con los deberes laborales de las dos mujeres en una estación de tranvías de Berlín. Smula y Rosenberg fueron acusadas de subversión y fueron deportadas al campo de concentración de Ravensbrück. Ahí fueron registradas como prisioneras políticas. En sus documentos del campo se incluyó la anotación de que eran “lesbianas”. 

Las lesbianas y el triángulo rosa

Los nazis clasificaban a los prisioneros de los campos de concentración en grupos según la razón de su encarcelamiento. Para 1938, se identificaba a estos grupos con distintivos de diferentes colores que llevaban en los uniformes del campo. Los hombres encarcelados porque supuestamente habían violado el párrafo 175 tenían que usar un triángulo rosa. Ese distintivo los identificaba como “homosexuales” (homosexuell) de acuerdo con el sistema de clasificación. 

En los campos, las mujeres que se identificaban a sí mismas o que eran consideradas como lesbianas no llevaban el triángulo rosa. Más bien llevaban distintivos que correspondían con la razón oficial de su arresto y encarcelamiento. 

Relaciones sexuales entre mujeres en los campos de concentración

Hay testimonios de primera mano, memorias y diarios de exprisioneras que revelan que algunas prisioneras tuvieron encuentros sexuales con otras en los campos de concentración. Según estas fuentes, los encuentros sexuales iban desde la intimidad con consentimiento hasta la prostitución y los ataques sexuales violentos. En los campos había relaciones tanto heterosexuales como entre personas del mismo sexo.

Algunas mujeres tuvieron relaciones sexuales con sus compañeras de prisión. Es importante señalar que estas relaciones no siempre encajaban claramente en la categoría de “lesbianismo”. Esto se debe a que no todas las mujeres que participaban en relaciones con su mismo sexo eran lesbianas. Algunas mujeres desarrollaron relaciones con su mismo sexo y posteriormente las describieron como una fuente de consuelo en los campos. Otras incluso las consideraban necesarias para su sobrevivencia. 

Las relaciones con el mismo sexo en los campos podían ser escandalizantes para otras prisioneras que provenían de diversas culturas y antecedentes. En memorias y testimonios en la postguerra, algunas sobrevivientes describían a las lesbianas de los campos como una amenaza para la seguridad y el bienestar de otras prisioneras. Otras consideraban que las relaciones con el mismo sexo eran un ejemplo de la degradación causada por las experiencias de los campos. Estas descripciones reflejan el grado hasta el cual las lesbianas siguieron siendo tratadas como parias en los campos.

Documentación de las experiencias de las lesbianas durante el régimen nazi

Sigue siendo un desafío de investigación encontrar fuentes históricas relacionadas con las experiencias de las lesbianas durante el régimen nazi.

En los casos en que las lesbianas no estuvieron en contacto directo con el régimen, casi no existe papelería que documente su vida y sus experiencias. 

Incluso en los casos en que las lesbianas fueron arrestadas y enviadas a campos de concentración, puede ser difícil encontrar documentos. Uno de los mayores desafíos es que casi nunca se identificaba a las lesbianas como tales en los expedientes oficiales de la era nazi. 

Además, no había una ley específica bajo la que se enjuiciara a las lesbianas. Por eso, no siempre hay un lugar obvio donde buscar los expedientes judiciales relacionados con su arresto y detención. Por ejemplo, las lesbianas aparecen en casos judiciales y expedientes policiacos en relación con su oposición política o su conducta asocial. Sin embargo, estos se encuentran desperdigados entre muchos expedientes y en diversos archivos. Los académicos están revisando trabajosamente esos archivos con la esperanza de conocer la historia de las lesbianas.

Otra dificultad es que muy pocas lesbianas compartieron testimonios sobre sus experiencias durante ese tiempo. Esto se debe en parte a que el tema de las relaciones sexuales entre mujeres siguió siendo tabú por muchos años después de la era nazi. 

Los académicos siguen investigando la historia de las experiencias de las lesbianas durante el régimen nazi.