Antes del Holocausto, los judíos europeos habían soportado muchos siglos de antisemitismo. Tanto los gobiernos como las iglesias de toda Europa les imponían oleadas de restricciones a los judíos. Por ejemplo, prohibían que los judíos poseyeran tierras y restringían los lugares donde podían vivir y los empleos que podían tener. A veces, obligaban a los judíos a llevar distintivos que los marcaban como parias sociales. 

Esta larga historia de exclusión y persecución llevó a muchos judíos a la conclusión de que el único futuro para una vida comunitaria entre los judíos era la creación de una patria en la tierra de Israel. A finales del siglo XIX se fundó un nuevo movimiento político judío denominado Sionismo, con el fin de abogar en pro de esta meta. El movimiento sionista se volvió cada vez más popular en Europa después de la Primera Guerra Mundial, a medida que los nuevos movimientos políticos y las normas antisemitas hacían que se intensificara la persecución. 

Durante el Holocausto, los nazis, sus aliados y sus colaboradores asesinaron a seis millones de hombres, mujeres y niños judíos. De esta forma, destruyeron siglos de vida judía en Europa y miles de comunidades judías. 

En el período posterior a este genocidio, a muchos de los sobrevivientes del Holocausto y a otros judíos les quedó claro que necesitaban tener su propio país donde pudieran vivir de manera segura e independiente. El apoyo al sionismo aumentó entre los sobrevivientes del Holocausto, los líderes a nivel internacional y otros. Cuando se estableció el estado de Israel en mayo de 1948, muchos sobrevivientes del Holocausto lo recibieron como una patria donde ya no serían una minoría vulnerable.

Respuestas de los judíos al antisemitismo en las décadas anteriores al Holocausto 

A lo largo del siglo XIX y principios del XX, se desarrollaron nuevas formas de antisemitismo en toda Europa. En este periodo, los prejuicios arraigados de los cristianos contra los judíos se combinaron con formas más nuevas de odio racial, nacional y étnico. En muchos países, los antisemitas utilizaron la prensa para difundir teorías de conspiración antisemitas y otras mentiras sobre los judíos en la prensa. Atizaban las llamas del odio y explotaban los temores y los prejuicios de la gente. Había movimientos políticos nuevos que hacían campañas con plataformas explícitamente antijudías. La mayoría de los movimientos nacionalistas europeos presentaban a los judíos como intrusos que no pertenecían al país. En el Imperio Ruso hubo varias oleadas de disturbios violentos y fatales (pogromos) dirigidos contra las comunidades judías. 

Por toda Europa, los judíos se esforzaban por encontrar la forma de lidiar con el antisemitismo y, al mismo tiempo, mantener una vida comunitaria dinámica. Participaban en vehementes debates sobre la forma de equilibrar las tradiciones religiosas judías con la vida moderna. Debatían si los judíos debían asimilarse o modernizarse y en qué forma hacerlo. Y discutían sobre el idioma que debían hablar los judíos como una señal de su identidad. En vista de la pobreza generalizada y las violentas amenazas en Europa, algunos sostenían que emigrar a Estados Unidos u otros países era la mejor opción. 

Fue en este contexto que se fundó el sionismo moderno. Este movimiento político abogaba por un estado judío autónomo en Israel. El nombre “Sion” se deriva de la Biblia hebrea como un nombre para Israel. El sionismo moderno se basó en siglos de historia judía en la tierra de Israel, donde los judíos han vivido continuamente desde hace más de 4,000 años. La tierra de Israel siempre ha ocupado un lugar central en el judaísmo y en la Biblia hebrea. 

De esta manera, el sionismo era tanto antiguo como moderno. Surgió de los antiguos lazos religiosos e históricos entre los judíos y la tierra de Israel. Pero el sionismo también era un movimiento político moderno. Representaba una respuesta al creciente antisemitismo. Y se inspiraba en parte en las ideas y conceptos prevalecientes en la Europa de finales del siglo XIX, como el nacionalismo basado en el origen étnico.

Theodor Herzl y el Primer Congreso Sionista

Theodor Herzl fue quien fundó el movimiento sionista moderno a finales del siglo XIX. 

Herzl era un abogado y periodista judío del Imperio Austrohúngaro, quien vivió el antisemitismo prevaleciente en Europa. Esto lo inspiró a fundar el movimiento sionista. Como corresponsal de un importante periódico de Viena, Herzl cubrió el antisemita caso Dreyfus en París en 1894. Alfred Dreyfus era un oficial militar judío francés que fue blanco de los prejuicios antijudíos y fue condenado injustamente por traición. En este juicio se aprovecharon las mentiras que presentaban a los judíos como intrusos intrigantes. En 1897, Herzl también fue testigo de cómo el político abiertamente antisemita Karl Lueger se convirtió en alcalde de Viena. 

Herzl sostenía que los judíos debían formar su propio estado autónomo y gobernado por ellos mismos. Creía que los judíos debían regresar a su patria ancestral, Israel, en lugar de seguir siendo una minoría vulnerable en Europa.

En 1897, Herzl convocó al Primer Congreso Sionista. Durante esta reunión, los participantes se comprometieron a “conseguirle al pueblo judío una patria públicamente reconocida y asegurada legalmente” en la tierra de Israel. En esa época, el territorio era parte del Imperio Otomano. En inglés se conocía comúnmente como “Palestine”, una versión anglificada del nombre de la región que data de la antigua era bizantina.1 Herzl y otros esperaban obtener apoyo de dirigentes de todo el mundo para el sionismo, incluso de las autoridades otomanas.

Cientos de miles de judíos de toda Europa y otras partes se volvieron sionistas activos que querían prepararse para vivir en Israel. En el movimiento sionista se recomendaba que los judíos hablaran hebreo en su vida cotidiana. Hubo grupos sionistas que fundaron escuelas y periódicos en hebreo. Los grupos juveniles y organizaciones deportivas sionistas se volvieron populares en toda Europa. El movimiento sionista exhortaba a los judíos a capacitarse en el trabajo agrícola y a aprender oficios que fueran de utilidad en su futuro hogar. 

Creación del Mandato de Palestina después de la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) cambió radicalmente el mapa de Europa, del Medio Oriente y de otros lugares. El Imperio Otomano se unió a la guerra como parte de las Potencias Centrales. Peleó al lado de Alemania, Bulgaria y Austria-Hungría. Las Potencias Centrales pelearon contra Gran Bretaña, Francia, el Imperio Ruso y otros países. 

El futuro del Imperio Otomano y su territorio fue punto de discusión durante la guerra. Para muchos observadores internacionales, era evidente que el Imperio Otomano iba en declive. También estaba claro que diversos países y grupos esperaban obtener el control del territorio otomano en el Medio Oriente. El gobierno británico y otras potencias hicieron numerosos acuerdos y declaraciones sobre la futura situación del territorio otomano, entre ellas la declaración de Balfour. Se trataba de una declaración emitida por los británicos en 1917, la cual apoyaba “un hogar nacional para el pueblo judío” en el territorio que en el documento se denominaba “Palestina”.

Capacitación para emigrar a Palestina: una clase de matemática en la Escuela agrícola Caputh.

La Primera Guerra Mundial provocó el colapso del Imperio Otomano. Como resultado, la Liga de las Naciones expidió dos mandatos para gobernar el exterritorio otomano del Medio Oriente. Uno de ellos fue el “mandato para Siria y Líbano” y el otro fue el “mandato para Palestina”. Gran Bretaña recibió el control administrativo de lo que ahora se llamaría llamó el Mandato de Palestina.2 El acuerdo del mandato establecía que las autoridades británicas serían responsables de cumplir las promesas de la declaración de Balfour. El territorio tenía tres idiomas oficiales: inglés, árabe y hebreo. 

En los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, muchos partidos políticos de toda Europa descubrieron que los mensajes de odio contra los judíos tenían gran atractivo entre los votantes. Los nuevos movimientos políticos (incluido el nazismo alemán) proclamaron abiertamente sus objetivos antisemitas y adoptaron plataformas antisemitas para sus partidos. Al mismo tiempo, el movimiento sionista siguió creciendo y trabajando para lograr su meta de tener un estado judío autónomo en la tierra de Israel. Sin embargo, las autoridades británicas limitaban estrictamente la inmigración judía al Mandato de Palestina. Lo hacían en parte para mitigar la violencia y los disturbios de los árabes y los judíos locales. Muchos sionistas se sentían frustrados por estas restricciones migratorias.

En busca de refugio durante el Holocausto, 1933-1945

Los nazis subieron al poder en Alemania en 1933. Muchos judíos trataron de huir de las políticas y las leyes antisemitas del nuevo régimen, que estaban muy arraigadas y eran patrocinadas por el estado. Tenían la esperanza de emigrar a otros países europeos o a lugares como Estados Unidos, Canadá y el Mandato de Palestina. Sin embargo, no era fácil salir de Alemania. Para emigrar, los judíos tenían que solicitar una desalentadora cantidad de documentos que eran costosos y difíciles de organizar. Incluso cuando la persona lograba conseguir los documentos, muy pocos países estaban dispuestos a admitir a judíos.

A lo largo de la década de 1930, los británicos limitaron cada vez más la migración judía al Mandato de Palestina. Aun así, unos 60,000 judíos de Alemania y sus territorios anexados llegaron al Mandato de Palestina entre 1933 y 1939. 

En mayo de 1939, los británicos expidieron un documento normativo conocido como el “informe oficial de 1939”. En él se delineaban los planes británicos para restringir aún más la inmigración judía en el Mandato de Palestina. El cambio de política, que se alejaba de la declaración de Balfour, decepcionó y enojó a los sionistas. El momento era particularmente inaudito. En 1938​​–1939, la Alemania nazi había expandido sus fronteras y su alcance mediante actos de agresión territorial contra sus países vecinos. Esto ponía a más judíos bajo el control de la Alemania nazi. El estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939 amenazó aún más a la población judía de Europa. Los nazis iniciaron brutales actos de violencia masiva contra los judíos en todos los territorios que ocupaban, en muchos casos ayudados por aliados y colaboradores locales. Para quienes esperaban escapar de los nazis huyendo al extranjero, la guerra hizo que viajar fuera menos probable e incluso peligroso. Casi ningún país estaba dispuesto a aceptarlos. 

En el transcurso de la guerra, la política antijudía de los nazis se intensificó y se convirtió en un asesinato masivo sistemático. Los nazis, sus aliados y sus colaboradores asesinaron a seis millones de hombres, mujeres y niños judíos en un genocidio que ahora se conoce como el Holocausto. 

El Mandato de Palestina durante la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945

Durante la Segunda Guerra Mundial, el conflicto entre los alemanes, y los británicos y sus aliados, se expandió a África del Norte. En 1942, los británicos lograron detener por fin el avance alemán a través de Egipto en la batalla de El Alamein. Así, el Mandato de Palestina permaneció en manos británicas y los judíos que vivían ahí se mantuvieron a salvo del genocidio nazi.

Paracaidista judía Hannah Szenes con su hermano antes de partir para una misión de rescate.

Muchos judíos del Mandato de Palestina querían unirse a la lucha contra la Alemania nazi. Miles de ellos se ofrecieron como voluntarios en el ejército británico y algunos combatieron en unidades judías de creación reciente. Por ejemplo, Hannah Szenes fue una joven judía que había nacido en Hungría. Era paracaidista voluntaria, y fue enviada detrás de las líneas alemanas para ayudar en los esfuerzos de resistencia y de rescate. Las autoridades capturaron a Szenes cuando trataba de cruzar la frontera hacia la Hungría ocupada por Alemania. La torturaron varios meses, pero ella nunca traicionó a sus colegas. Finalmente, Szenes fue condenada por traición y la ejecutaron. En septiembre de 1944 se estableció formalmente la Agrupación de la Brigada Judía del ejército británico, que luchó enarbolando la bandera de la estrella de David. La brigada estaba formada por más de 5,000 voluntarios judíos del Mandato de Palestina. La brigada judía peleó valientemente contra los alemanes en Italia desde marzo de 1945 hasta el final de la guerra en Europa, en mayo de 1945. 

Muchos judíos del Mandato de Palestina tenían familiares y amigos atrapados en Europa. Esperaban con ansias recibir noticias de ellos. Y se horrorizaron cuando los asesinatos masivos de los judíos de Europa empezaron a ser del conocimiento público.

La crisis de los refugiados en la posguerra (1945-1948)

Cuando los aliados derrotaron a los alemanes en la primavera de 1945, encontraron a millones de civiles europeos viviendo lejos de sus hogares de la preguerra, así como a cientos de miles de sobrevivientes del Holocausto. Además del asesinato de seis millones de judíos europeos y de millones de otras personas, la Alemania nazi también había realizado transferencias forzosas de la población en una escala sin precedentes. Las políticas alemanas de tiempos de guerra provocaron la crisis de refugiados más grande que se haya visto jamás en el mundo. 

Alemania se rindió en mayo de 1945. En cuestión de meses, los aliados repatriaron a millones de personas a sus países de origen. Sin embargo, muchos sobrevivientes del Holocausto se rehusaban a regresar a sus hogares de antes de la guerra o no se sentían capaces de hacerlo. No solo habían perdido a sus familias y comunidades, sino que también habían sido despojados de sus posesiones y de sus medios de subsistencia. Además, regresar a casa significaba enfrentarse al antisemitismo persistente y al grave trauma que habían sufrido durante el Holocausto. Los judíos que sí regresaron a sus países de origen se enfrentaban con frecuencia a hostilidad y violencia. Por ejemplo, 42 sobrevivientes del Holocausto fueron asesinados en julio de 1946 durante un disturbio antisemita en el pueblo polaco de Kielce.

Muchos sobrevivientes del Holocausto lograron llegar a áreas de Europa que habían sido liberadas por los aliados occidentales. Esperaban encontrar nuevos lugares donde formar sus hogares y comenzar a vivir de nuevo. Pero cumplir esta aspiración seguía siendo difícil. Continuaban en vigor las restricciones migratorias a Estados Unidos, al Mandato de Palestina controlado por los británicos y a otros destinos. 

En las zonas de Europa occidental ocupadas por los Aliados, muchos sobrevivientes del Holocausto se alojaron en campos de refugiados, llamados campos de personas desplazadas. En su punto culminante en 1947, la población de personas desplazadas llegó a ser de aproximadamente 250,000. Estos campos no se habían diseñado para ser residencias permanentes y la mayoría de las personas desplazadas estaban desesperadas por irse de ahí. 

Debates sobre los refugiados judíos en Estados Unidos y Gran Bretaña

El destino de los judíos desplazados fue un tema en disputa entre los gobiernos de Estados Unidos y de Gran Bretaña. En el verano de 1945, el representante de Estados Unidos ante el Comité Intergubernamental para los Refugiados, Earl G. Harrison, emprendió una misión para determinar las necesidades de los judíos y de otros desplazados no repatriables. En el informe resultante, Harrison presentó una fuerte crítica del trato que se daba a las personas desplazadas. Describió las condiciones insalubres y atestadas de los campos de desplazados. También ofreció recomendaciones para mejorar las condiciones de los desplazados judíos. Por último, Harrison exhortó a tomar medidas rápidas para reasentar a la población de judíos refugiados. La mayoría de los desplazados judíos, observó, deseaban ir al Mandato de Palestina. Hizo referencia a la petición de la Agencia Judía de Palestina. En esta petición se solicitaba que los británicos expidieran 100,000 certificados migratorios adicionales para judíos.

El presidente estadounidense Harry S. Truman reenvió el informe de Harrison al primer ministro británico, Clement Atlee. Truman urgió a los británicos a que permitieran que 100,000 desplazados judíos emigraran al Mandato de Palestina. Atlee rechazó firmemente tanto la propuesta de Truman como las recomendaciones del informe de Harrison. También le advirtió a Truman del “grave daño” que sufrirían las relaciones entre Gran Bretaña y Estados Unidos en caso de que el gobierno de su país abogara públicamente en favor de la migración judía al Mandato de Palestina.

En un intento por aliviar las tensiones con Estados Unidos, los británicos establecieron el "Comité Angloamericano de Investigación", el cual investigó las declaraciones del informe de Harrison. En abril de 1946 emitió un informe en el que confirmaba los hallazgos de Harrison. El Comité recomendó permitir que 100,000 judíos emigraran a Palestina. Los británicos rechazaron estas recomendaciones.

Refugiados judíos llegan a Haifa y son recluidos

Sobrevivientes del Holocausto y sionismo en los campos de desplazados

En el período posterior al Holocausto, muchos sobrevivientes querían salir de Europa. En el sionismo encontraron esperanza y un camino hacia el futuro. De 1945 a 1948, los sobrevivientes judíos eligieron con creciente frecuencia el Mandato de Palestina controlado por Gran Bretaña como su destino más deseable. 

David Ben-Gurion, líder de la comunidad judía en el Mandato de Palestina, visitó varias veces los campos de desplazados de Europa en 1945 y 1946. Sus visitas elevaban la moral de los desplazados y los unía en el apoyo a la causa del estado judío. Las personas desplazadas se convirtieron en una fuerza influyente en la causa sionista. En los campos de desplazados, las protestas masivas en contra de la política británica que restringía la migración al Mandato de Palestina se volvieron sucesos frecuentes. 

Pero Gran Bretaña siguió manteniendo sus políticas migratorias restrictivas. Esto fortaleció la determinación de muchos judíos de llegar a Palestina por cualquier medio posible. De 1945 a 1948, la organización Briḥah (que en hebreo significa “escape” o “fuga”) trasladó a más de 100,000 judíos de Europa oriental a las zonas de ocupación aliadas y los campos de desplazados. De ahí, el Grupo de la Brigada Judía encabezó una red de grupos que organizaban barcos para llevar a personas desplazadas al Mandato de Palestina sin autorización británica. 

Los británicos interceptaron la mayoría de estos barcos y les negaron la entrada. Entre 1945 y 1948, los británicos capturaron a más de 50,000 refugiados judíos en el mar. Los enviaban a campos de detención en la isla mediterránea de Chipre. En un caso extraordinario que sucedió en 1947, los británicos detuvieron un buque, el Exodus 1947. A bordo del buque había 4,500 sobrevivientes del Holocausto. Los británicos les negaron a estos sobrevivientes la entrada al Mandato de Palestina y los trasladaron por la fuerza a la zona de Alemania ocupada por ellos. Este incidente atrajo la atención mundial y puso en vergüenza al gobierno británico. También suscitó simpatía por el sufrimiento de los judíos de Europa durante la posguerra, y ayudó a inclinar la opinión pública internacional en favor del eventual reconocimiento del estado judío en 1948. 

Los sobrevivientes del Holocausto y el establecimiento del estado de Israel

A medida que se intensificaba la crisis de los refugiados, el gobierno británico remitió el asunto a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En una sesión especial el 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU votó en favor de dividir el territorio del Mandato de Palestina en dos estados nuevos, uno judío y otro árabe. Esta fue una recomendación que los líderes judíos aceptaron, pero los árabes la rechazaron.

Los británicos empezaron a retirar sus fuerzas en abril de 1948. Los líderes sionistas se prepararon entonces para establecer formalmente un estado judío moderno. El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurion anunció la formación del estado de Israel. Declaró:

El Holocausto nazi, el cual aniquiló por completo a millones de judíos en Europa, demostró una vez más la urgencia del restablecimiento del estado judío, que resolvería el problema de la falta de hogar de los judíos al abrir sus puertas a todos los judíos y elevar al pueblo judío a un plano de igualdad en la familia de las naciones.
Declaración de independencia del estado judío publicada en inglés en The New York Times el 15 de mayo de 1948. 

El presidente Truman reconoció el nuevo estado de Israel ese mismo día. Se levantaron todas las limitaciones impuestas a la migración judía a Israel. De inmediato empezaron a llegar al nuevo estado de Israel los sobrevivientes del Holocausto. Muchos sobrevivientes combatieron y murieron como soldados en la guerra de independencia de Israel (1948-1949). Aunque eran una minoría de la población de Israel, los sobrevivientes del Holocausto llegarían a hacer contribuciones significativas a la nación. Para los sobrevivientes y sus familias en todo el mundo, el estado de Israel sigue siendo una importante fuente de seguridad y orgullo.