Los campos de concentración de 1933 a 1939
Durante el régimen nazi, miles de alemanes fueron detenidos o confinados. Las condiciones normalmente eran duras, y no había respeto por las normas legales de arresto y encarcelamiento de las democracias constitucionales.
Hechos clave
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El primer campo que se abrió fue Dachau, en marzo de 1933, para prisioneros políticos. Posteriormente, se utilizó como un modelo para el sistema de campos de concentración ampliado y centralizado que administraban las SS.
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Lo que distingue a un campo de concentración de una prisión (en el sentido moderno) es que este funciona fuera del sistema judicial. Los prisioneros no son acusados ni condenados de ningún delito por ningún tribunal.
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El propósito más importante de los primeros campos de concentración durante la década de 1930 fue el de apresar e intimidar a los líderes de los movimientos políticos, sociales y culturales que los nazis percibían como una amenaza para la supervivencia del régimen.
Los campos de concentración (Konzentrationslager, que se abreviaba como KL o KZ) fueron una parte integral del régimen de la Alemania nazi entre 1933 y 1945.
El término campo de concentración se refiere a un campo en el cual se detiene o se confina a la gente, usualmente bajo condiciones duras y sin respeto a las normas legales de arresto o encarcelación que son aceptables en las democracias constitucionales.
Los primeros campos de concentración de Alemania
Los primeros campos de concentración de Alemania se establecieron poco después del nombramiento de Hitler como canciller en enero de 1933. En las semanas posteriores a la subida al poder de los nazis, las SA (Sturmabteilungen, conocidas comúnmente como las tropas de asalto), las SS (Schutzstaffel, las escuadras de protección), la policía y las autoridades civiles locales organizaron múltiples campos de detención para encarcelar a los adversarios reales y percibidos de las políticas nazis.
Las autoridades alemanas establecieron campos por toda Alemania, a medida que estos se fueron volviendo necesarios para manejar a las masas que detenían por ser supuestos elementos subversivos. Las SS establecieron campos más grandes en Oranienburg, al norte de Berlín; en Esterwegen, cerca de Hamburgo; en Dachau, al noroeste de Munich; y en Lichtenburg, en Sajonia. En el mismo Berlín, el centro de Columbia Haus alojó a prisioneros que estaban siendo investigados por la Gestapo (la policía secreta estatal alemana) hasta 1936.
La centralización del sistema de campos de concentración
Las SS se independizaron de las SA en julio de 1934, después de la purga de Röhm. Fue entonces que Hitler autorizó al líder de las SS Heinrich Himmler a centralizar la administración de los campos de concentración y a formalizarlos para convertirlos en un sistema. Himmler eligió al teniente general Theodor Eicke de las SS para esta tarea. Eicke había sido el comandante del campo de concentración de Dachau desde junio de 1933. Himmler lo nombró inspector de los campos de concentración, una nueva sección que estaba subordinada a la oficina central de las SS.
Después de diciembre de 1934, las SS se convirtieron en la única dependencia autorizada para establecer y administrar instalaciones que se conocían formalmente como campos de concentración. Las autoridades civiles locales continuaron estableciendo y administrando campos de trabajos forzados y campos de detención en toda Alemania. En 1937, solo quedaban cuatro campos de concentración: Dachau, cerca de Munich; Sachsenhausen, cerca de Berlín; Buchenwald, cerca de Weimar; y Lichtenburg, cerca de Merseburg en Sajonia, para prisioneras.
Propósitos del sistema de campos
Con frecuencia, los campos de concentración se comparan erróneamente con las prisiones de la sociedad moderna. Sin embargo, los campos de concentración, a diferencia de las prisiones, eran independientes del sistema judicial. Los campos de concentración nazis servían tres propósitos principales:
- Encarcelar a las personas a las que el régimen nazi percibía como una amenaza a la seguridad. Estas personas permanecían encarceladas por períodos indefinidos.
- Eliminar a las personas y a los grupos pequeños por medio de homicidios, alejados del escrutinio público y judicial.
- Explotar los trabajos forzados de la población de prisioneros. Este propósito surgió a consecuencia de la escasez de mano de obra.
Administración de los campos de concentración
Mientras fue comandante de Dachau en 1933, Eicke desarrolló la organización y los procedimientos para administrar y controlar el campo de concentración. Creó reglamentos para las responsabilidades de los guardias del perímetro y para el trato de los prisioneros. La organización, estructura y prácticas que se desarrollaron en Dachau en 1933 y 1934 se convirtieron en el modelo del sistema de campos de concentración nazis a medida que este se expandió. Entre los primeros aprendices de Eicke en Dachau se encontraba Rudolf Höss, quien posteriormente fue el comandante del campo de concentración de Auschwitz.
Al principio, los guardias de los campos de concentración de las SS eran las “unidades políticas en alerta” (Politische Bereitschaften). Posteriormente, su nombre cambió a “unidades de guardias de las SS” (SS-Wachverbände) en 1935 y como “unidades de las calaveras de las SS” (SS-Totenkopfverbände) en abril de 1936. A cada campo de concentración se asignó una unidad de las calaveras de las SS. Después de 1936, la administración de los campos y sus comandantes también formó parte de la unidad de las calaveras de las SS.
Aunque todas las unidades de las SS llevaban el símbolo de las calaveras (una calavera y dos huesos cruzados) en sus gorras, solo las unidades de las calaveras de las SS tenían autorización para usar el símbolo de las calaveras en sus solapas. En 1940 se creó la “división de las calaveras de las SS” de las Waffen SS. Sus oficiales eran reclutados del servicio en los campos de concentración. También usaban el símbolo de las calaveras en las solapas.
Las unidades de las calaveras de las SS de cada campo se dividían en dos grupos. El primero de ellos era el personal del campo, que incluía a los siguientes:
- El comandante y sus colaboradores personales.
- Un oficial de la policía de seguridad y un asistente para mantener y actualizar los expedientes de los prisioneros.
- El comandante del denominado campo de custodia protectora (Schutzhaftlagerführer) que alojaba a los prisioneros, y su personal (incluido el oficial de asignación de trabajos, el oficial de lista y el Blockführer, que era responsable de las barracas de los prisioneros).
- Un personal administrativo responsable de la administración fiscal y de suministros del campo.
- Una enfermería administrada por un médico de las SS, con la ayuda de uno o dos oficiales de servicios sanitarios u ordenanzas médicos.
El segundo grupo estaba formado por el destacamento de guardias (SS-Wachbataillon), que antes de 1939 estaba constituido como un batallón.
El modelo que estableció Eicke a mediados de la década de 1930 fue característico del sistema de campos de concentración hasta el colapso del régimen nazi en la primavera de 1945. La rutina diaria de Dachau, los métodos de castigo y las tareas del personal y de los guardias de las SS se convirtieron en la norma, con algunas variaciones, de todos los campos de concentración alemanes.
Autoridad para encarcelar a las personas en los campos de concentración
Después de 1938, la autoridad para encarcelar a las personas en los campos de concentración le correspondió exclusivamente a la policía de seguridad alemana (formada por la Gestapo y la policía criminal).
La policía de seguridad había tenido de hecho esta autoridad exclusiva desde 1936. El instrumento “legal” para la encarcelación consistía en una orden de “custodia protectora” (Schutzhaft) o en una orden de “custodia preventiva” (Vorbeugungshaft). Después de 1933, la Gestapo pudo expedir órdenes de “custodia protectora” para las personas que eran consideradas como un riesgo político. Después de diciembre de 1937, la policía criminal podía expedir una orden de “custodia preventiva” para las personas que se consideraba que eran delincuentes habituales y profesionales, o que participaban en lo que el régimen definía como conducta “asocial”. Ninguna de estas fuerzas estaba sujeta a inspección judicial ni a ningún tipo de inspección de ninguna dependencia alemana, fuera de la policía de seguridad alemana.
Expansión del sistema de campos
La Alemania nazi se expandió por medio de una conquista incruenta entre 1938 y 1939. La cantidad de personas etiquetadas como oponentes políticos o pervertidos sociales aumentó, lo cual requirió el establecimiento de nuevos campos de concentración.
Para cuando los alemanes invadieron Polonia en septiembre de 1939 y desataron la Segunda Guerra Mundial, ya había seis campos de concentración en el denominado Gran Reich Alemán: Dachau (fundado en 1933), Sachsenhausen (1936), Buchenwald (1937), Flossenbürg, en el noreste de Bavaria, cerca de la frontera checa de 1937 (1938), Mauthausen, cerca de Linz, Austria (1938), y Ravensbrück, el campo para mujeres que se estableció en la provincia de Brandenburg, al sureste de Berlín (1939), después de la disolución de Lichtenburg.
Trabajos forzados
Ya desde 1934, los comandantes de los campos de concentración utilizaban los trabajos forzados de los prisioneros para los proyectos de construcción de las SS, como la construcción o expansión de los mismos campos. Para 1938, los líderes de las SS previeron el uso del suministro de trabajadores forzados que estaban encarcelados en los campos para diversos proyectos de construcción comisionados por las SS. Para movilizar y financiar esos proyectos, Himmler modernizó y expandió las oficinas administrativas de las SS y creó una nueva oficina para operaciones comerciales. Ambas dependencias estaban a cargo del general de división Oswald Pohl, quien se haría cargo del cuerpo de inspectores de los campos de concentración en 1942.
Esto dio inicio a un patrón que se volvió típico después de que comenzó la guerra, en el que las consideraciones económicas tuvieron un impacto creciente en la selección de sitios para los campos de concentración después de 1937. Por ejemplo, Mauthausen y Flossenbürg se encontraban situados cerca de dos canteras de piedra grandes. De la misma forma, las autoridades de los campos de concentración desviaron cada vez con más frecuencia a los prisioneros que hacían trabajo agotador y sin sentido a trabajos igualmente agotadores y peligrosos en las industrias de la extracción, como las canteras de piedra, las minas de carbón y la construcción.
Campos de concentración después del estallido de la Segunda Guerra Mundial
Después de que la Alemania nazi desató la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, las enormes conquistas territoriales y los grupos cada vez mayores de posibles prisioneros llevaron a la rápida expansión del sistema de campos de concentración hacia el este. La guerra no cambió la función original de los campos de concentración como sitios de detención para la encarcelación de enemigos políticos. El clima de emergencia nacional que el conflicto otorgó a los líderes nazis, sin embargo, permitió que las SS expandieran las funciones de los campos.
Cada vez con más frecuencia, los campos de concentración se volvieron lugares en que las autoridades de las SS podían matar a los grupos de enemigos reales o percibidos de la Alemania nazi. También funcionaron como centros de detención para un grupo de trabajadores forzados de rápido crecimiento que se utilizaron para proyectos de construcción de las SS, sitios de extracción industrial comisionados por las SS y, a partir de 1942, para la producción de armamentos, armas y productos relacionados con el esfuerzo de guerra alemán.
A pesar de la necesidad de trabajos forzados, las autoridades de las SS siguieron desnutriendo y maltratando de manera deliberada a los prisioneros encarcelados en los campos de concentración. Los prisioneros de trabajos forzados se utilizaron en forma despiadada y sin ninguna consideración por la seguridad, lo cual produjo altas tasas de mortalidad.