El término “ghetto” tiene su origen en el nombre del barrio judío de Venecia surgido en 1516, donde debían vivir los judíos de la ciudad por orden de las autoridades venecianas. Durante el Holocausto, los ghettos constituyeron un paso central en el proceso nazi de control, deshumanización y asesinato en masa de los judíos. Los ghettos eran distritos de la ciudad (a veces cerrados) donde los alemanes concentraban a la población judía y la obligaban a vivir en condiciones miserables. Los alemanes crearon al menos 1.000 ghettos solo en la Polonia y la Unión Soviética bajo ocupación alemana. Las autoridades alemanas fundaron el primer ghetto en Polonia, en Piotrków Trybunalski, en octubre de 1939. En muchos lugares, el establecimiento de ghettos duró un período relativamente corto. Algunos ghettos existieron solo unos días; otros, meses o años. Con la implementación de la “solución final” (el plan para asesinar a todos los judíos europeos) que comenzó a fines de 1941, los alemanes destruyeron los ghettos en forma sistemática. Los alemanes y sus auxiliares fusilaron a los residentes de los ghettos en fosas comunes ubicadas en las cercanías, o bien, los deportaban, generalmente en tren, a los centros de exterminio donde eran asesinados.

El ghetto más grande de Polonia fue el ghetto de Varsovia, donde más de 400.000 judíos vivían hacinados en un área de 1,3 millas cuadradas (3,4 kilómetros cuadrados). Asimismo, se deportaban decenas de miles de judíos de Europa occidental hacia los ghettos del este. Los alemanes ordenaron a los judíos que residían en ghettos que usaran distintivos o brazaletes de identificación, y también exigieron que muchos judíos realizaran trabajos forzados. Los residentes de los ghettos frecuentemente realizaban actividades consideradas “ilegales”, tales como pasar por los muros de los ghettos comida, medicamentos, armas o información de contrabando. Generalmente los alemanes prohibían que en los ghettos se impartiera toda escolarización o educación sistemática. En algunos ghettos, los miembros de los movimientos de la resistencia judía protagonizaron levantamientos armados. El más importante fue el levantamiento del ghetto de Varsovia en la primavera de 1943. En agosto de 1944, la policía y las SS alemanas completaron la destrucción del último ghetto importante en Lodz, Polonia.