Janusz Korczak
Janusz Korczak fue un médico y escritor muy conocido que dirigió un orfanato judío en Varsovia desde 1911 hasta 1942. Korczak y su personal permanecieron con sus niños incluso mientras las autoridades alemanas los deportaban a todos para morir en Treblinka en agosto de 1942.
Janusz Korczak era el seudónimo de Henryk Goldszmit, un médico y escritor judío polaco. Goldszmit se volvió famoso a comienzos de la década de 1900 al escribir cuentos para niños y libros sobre el cuidado infantil para adultos. Nacido en una familia judía polaca muy bien asimilada de Varsovia a finales de la década de 1870, Goldszmit estudió pediatría. Desarrolló opiniones revolucionarias acerca de la crianza de los niños, exhortando a los adultos a tratarlos con amor y respeto. A medida que crecía su reputación como escritor, Goldszmit se volvió conocido en toda Polonia como Janusz Korczak.
En 1911, Korczak asumió la dirección de un nuevo orfanato judío en Varsovia. Por décadas, él y su cercana colega, Stefania "Stefa" Wilczyńska, administraron el hogar infantil de acuerdo con la filosofía de Korczak acerca de la crianza de los niños. Cada niño del hogar tenía deberes y derechos, y cada uno de ellos era responsable por sus acciones. El hogar en sí se administraba como una "república de niños". Los jóvenes residentes formaban con regularidad un tribunal que se reunía para escuchar quejas e impartir justicia.
Korczak también les asignó a los niños del hogar funciones importantes en la producción del Mały Przegląd (El pequeño diario). Mały Przegląd era un suplemento regular que se publicaba en el periódico sionista en idioma polaco Nasz Przegląd (Nuestro diario). A diferencia de muchas otras publicaciones periódicas para niños de esa época, eran los mismos niños quienes elegían los temas de los cuales escribirían y determinaban lo que debería aparecer en las páginas del periódico.
El reconocimiento nacional de Korczak aumentó cuando comenzó a hacer transmisiones radiofónicas como el “Viejo médico”. Leía historias, entrevistaba a niños y daba conferencias en un estilo casual que popularizó su programa semanal tanto entre niños como entre adultos. El creciente antisemitismo en Polonia a mediados de la década de 1930 hizo que Korczak perdiera este cargo. Sin embargo, durante las semanas que siguieron a la invasión alemana de Polonia el 1° de septiembre de 1939, hizo de nuevo algunas transmisiones regulares. Korczak trató de animar y tranquilizar a sus radioescuchas hasta que ocurrió la división de Polonia entre la Alemania nazi y la Unión Soviética más tarde ese mes.
En otoño de 1940, las autoridades alemanas crearon el ghetto de Varsovia. Obligaron a la comunidad judía a pagar la construcción de un muro que separaba el área del resto de la ciudad. Las condiciones en el ghetto sobrepoblado y con escasos suministros eran extraordinariamente difíciles. La inanición y las enfermedades provocaron la muerte de docenas de miles de personas, dejando a muchos niños huérfanos y desatendidos.
El diario que Korczak llevó durante la época del ghetto registra su constante esfuerzo por proporcionar alimentos y medicinas para la creciente cantidad de niños que atendía. Aunque empezaba a tener problemas con su propia salud, Korczak pasaba la mayor parte de su tiempo solicitando donativos y llevando alimentos al hogar de los niños. En su diario también describe cómo trató de conservar el bienestar mental y emocional de los niños. El pequeño grupo de personal hacía su mejor esfuerzo por mantener alguna semblanza de la rutina normal y diaria del hogar, aun en las miserables condiciones del ghetto. Mantenían a los niños enfocados en sus estudios y organizaban conferencias, conciertos y presentaciones de teatro.
A finales de julio de 1942, las autoridades alemanas comenzaron la deportación masiva de cientos de miles de judíos del ghetto de Varsovia a morir en el centro de exterminio de Treblinka. Los amigos polacos de Korczak que vivían fuera del ghetto ofrecieron ayudarle a escapar a las deportaciones ocultándolo o proporcionándole documentos de identidad falsos. Sin embargo, Korczak no pensó en irse. Él y su personal decidieron que no intentarían salvarse. En cambio, continuarían cuidando a los niños durante todo el tiempo que fuera posible.
A comienzos de agosto de 1942, las autoridades alemanas deportaron a los residentes de todos los hogares para niños dentro del ghetto de Varsovia. En la mañana del 5 o del 6 de agosto, la policía alemana llegó repentinamente y le ordenó al personal de Korczak que desalojara su edificio. Korczak, Wilczyńska y el resto del pequeño grupo de personal reunieron rápidamente a los niños afuera. Con la ayuda de sus dedicados cuidadores, cerca de 200 niños caminaron por las abarrotadas calles del ghetto hasta la Umschlagplatz (sitio de deportación). Korczak y el personal trataron de evitar que los niños entraran en pánico. Los relatos de los testigos describen la marcha del grupo a través del ghetto como ordenada y digna.
Después de que llegaron a la Umschlagplatz, Korczak y su personal abordaron vagones de ferrocarril junto con los niños. En estos trenes se transportaba a los deportados al centro de exterminio de Treblinka, el cual se encontraba aproximadamente a 60 millas al noreste de Varsovia. Las condiciones en estos vagones para ganado, calientes y abarrotados, eran extremadamente peligrosas para las personas desnutridas y enfermas que se hacinaban en su interior. Muchas personas murieron en estos trenes de deportación. Prácticamente todos los judíos que sobrevivieron al mortal viaje desde el ghetto de Varsovia hasta Treblinka en el verano de 1942 fueron asesinados poco tiempo después de su llegada. Es casi seguro que los niños y sus cuidadores fueron asesinados el día que llegaron a Treblinka.
La carrera de Janusz Korczak como escritor, médico y defensor de los derechos de los niños sigue inspirando a educadores y expertos en cuidado infantil en la actualidad. Korczak estaba tan orgulloso de su nacionalidad polaca como de su identidad judía. Es celebrado igualmente por las comunidades polaca y judía por la labor que desempeñó durante su vida y por los sacrificios que hizo por los niños que tuvo a su cuidado.