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¿Cómo reaccionaron ante el Holocausto los líderes, diplomáticos y ciudadanos del mundo entero?
El análisis de las reacciones a los acontecimientos de las décadas de 1930 y 1940 plantea preguntas acerca de la responsabilidad de intervenir ante la persecución o el genocidio en otro país.
Explore esta pregunta y conozca las respuestas de líderes y ciudadanos, así como los factores que los motivaron y las presiones que influyeron en ellos.
Después de que Adolf Hitler tomó el poder en Alemania en 1933, la prensa extranjera y los diplomáticos de Estados Unidos y otros países acreditados ahí cubrieron extensamente los sucesos en la Alemania nazi, incluso con informes sobre los brotes esporádicos de violencia contra los judíos y otros acontecimientos inquietantes. En 1933 se generaron reportajes e informes oficiales en los que se cubrían acontecimientos como el boicot contra los negocios de los judíos, la apertura del campo de concentración de Dachau y las quemas de libros. También se cubrieron las leyes raciales de Nuremberg cuando los nazis las promulgaron en septiembre de 1935. En Estados Unidos, los ciudadanos comunes podían leer acerca de estos eventos en sus periódicos locales, e incluso algunas noticias aparecían en las primeras planas.
En 1938, la comunidad internacional recibió noticias sobre dos eventos ocurridos en la Alemania nazi. El terror nazi desatado contra los judíos a raíz de la anexión de Austria (el Anschluss) en marzo y durante el pogromo nacional del 9 y 10 de noviembre (Kristallnacht) suscitaron la condena internacional. El presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt retiró a su embajador, siendo el único líder extranjero que registró de esa forma la protesta oficial de su país.
Reacciones a la crisis de los refugiados: 1938-1941
Mientras los judíos alemanes y austriacos buscaban desesperadamente refugio en el exterior, la mayoría de los países se mostraban renuentes a abrir sus puertas. Los líderes de la mayoría de los países temían que el flujo de refugiados judíos fuera una carga para sus economías. También temían que la decisión de ayudar fuera recibida con la desaprobación popular, debido a la xenofobia y el antisemitismo.
En julio de 1938 se reunieron representantes de 32 países en Evian, Francia, para hablar de los refugiados judíos. Los asistentes condenaron la agresión de los nazis contra los judíos, pero pocos actuaron para aceptar a más refugiados. La reunión se convirtió en el símbolo del fracaso de la comunidad internacional para responder a la crisis de los refugiados. El recogijo del Partido Nazi se reflejó en el titular de su periódico Völkischer Beobachter (El Observador Popular): “Nadie los quiere”.
Los destinos preferidos de los refugiados judíos eran el protectorado británico de Palestina y Estados Unidos. En mayo de 1939, un informe oficial del gobierno británico limitó severamente la cantidad de inmigrantes judíos a Palestina. En Estados Unidos seguían vigentes las restrictivas cuotas de inmigración y los requisitos para obtener visas que se habían establecido en 1924. Estos requisitos se combinaron para limitar la cantidad de inmigrantes judíos. Por ejemplo, quienes solicitaban refugio tenían que demostrar que tenían recursos económicos o encontrar un patrocinador económico estadounidense. En muchos otros países, los funcionarios estaban alarmados por el flujo de inmigrantes, especialmente judíos. En el otoño de 1938, las autoridades suizas obtuvieron el acuerdo alemán de sellar los pasaportes de los judíos con la letra ”J”. Este sello permitía identificar a los judíos con más facilidad en los cruces fronterizos.
Después de que estalló la guerra en septiembre de 1939, emigrar a países occidentales se volvió aun más difícil. En Gran Bretaña y Francia, algunos refugiados alemanes, incluídos judíos, fueron internados como extranjeros. En Estados Unidos, los estadounidenses temían que hubiera espías y saboteadores nazis disfrazados de refugiados, lo cual llevó a que se rechazara a cualquier solicitante que el gobierno estadounidense encontrara cuestionable. Algunos lograron refugiarse en Shanghai, China, así como en algunos países de América Latina y África. Después de octubre de 1941, ya no se permitió la emigración de los judíos de los territorios controlados por los nazis.
Una pequeña cantidad de estadounidenses superó enormes obstáculos para ayudar a los refugiados judíos. Muchos de ellos trabajaban dentro de redes de organizaciones religiosas o humanitarias y utilizaban medios tanto legales como ilegales. En ocasiones, ponían en riesgo su propia seguridad al aventurarse en zonas de Europa controladas u ocupadas por la Alemania nazi, pero sus esfuerzos ayudaron a sobrevivir a miles de judíos.
Respuestas de los líderes al asesinato masivo de los judíos
Durante la guerra, los líderes de los países aliados —la Unión Soviética, Estados Unidos y Gran Bretaña— recibieron informes de los fusilamientos masivos de civiles judíos, incluso de mujeres y niños. En 1942, se enteraron del plan nazi de aniquilar a los judíos de Europa. Aunque los líderes en ocasiones denunciaron en público la violencia contra los judíos, le dieron prioridad a ganar la guerra, no a rescatarlos.
Algunos esfuerzos de rescate por parte de gobiernos aliados y neutrales llegaron hacia el final de la guerra, después de que ya había sido asesinada la gran mayoría de los judíos. En 1944, los esfuerzos combinados de los diplomáticos de países neutrales, de la Cruz Roja Internacional y del Vaticano, con apoyo del gobierno de Estados Unidos, ayudaron a proteger a decenas de miles de judíos en Budapest, Hungría. Sin embargo, para entonces ya habían sido asesinados cinco millones de judíos.
Hubo ciudadanos de países europeos que ocultaron a judíos por su cuenta o trabajaron con organizaciones no gubernamentales para rescatarlos. Algunos ciudadanos y organizaciones estadounidenses también participaron en estos esfuerzos.
Conciencia de la gente común sobre el asesinato masivo de los judíos
El grado de conocimiento que tenía la gente común acerca del asesinato masivo de los judíos organizado por los nazis dependía de varios factores. La British Broadcasting Corporation (BBC) tenía millones de escuchas en toda Europa, pero solo trasmitía informes esporádicos sobre el asesinato masivo de los judíos. En 1943, las noticias sobre el asesinato masivo de los judíos llegaron al pueblo estadounidense. Varias fuentes informativas reportaron incorrectamente algunos detalles. Además, había muy pocas pruebas visuales de los crímenes para publicar. No obstante, el meollo del asunto —que los judíos de toda la Europa ocupada por Alemania y sus aliados estaban siendo deportados y asesinados en centros de exterminio— sí estuvo al alcance del pueblo estadounidense.
Las fotografías, películas y emisiones de radio de los periodistas que reportaron al final de la guerra desde los campos liberados, como Buchenwald y Bergen-Belsen, transmitieron a todo el mundo vívidos detalles del horror de las atrocidades cometidas por los nazis.
Preguntas de Pensamiento Crítico
Analice si los políticos y los ciudadanos dan prioridad a los problemas nacionales antes que ayudar a poblaciones en peligro en otros países.
¿Qué presiones y motivaciones, tanto internas como externas, impulsan el apoyo o la resistencia a la inmigración, o incluso al rescate de refugiados, en su país?
¿Qué presiones y motivaciones, tanto internas como externas, impulsan el apoyo o la resistencia a la inmigración, o incluso al rescate de refugiados, en su país?