Los padres de Michel eran judíos nacidos en Rusia. Su padre había sido un oficial de policía en Rusia, y había sido deportado a Siberia por ser un sionista manifiesto. Después de escapar, él y su esposa se dirigieron a Bélgica, y dos de sus cuatro hijos, incluido Michel, nacieron en Bruselas.
1933-39: En Bruselas mi padre era dueño y editor de dos periódicos, uno en francés y otro en yidish. De chico, me gustaba leer historietas como “Yordi”, que en los Estados Unidos se conocía como Superman. Un día después de cumplir once años, en 1939, estaba de compras con mi madre cuando las campanas de la iglesia comenzaron a tocar: anunciaban que Francia e Inglaterra habían declarado la guerra a Alemania porque los alemanes habían invadido Polonia.
1940-43: En 1940, cuatro días después de que los alemanes invadieran Bélgica, huimos al sur de Francia, donde intentamos encontrar refugio. Terminamos en un campo de detención en Francia, donde se recluía a los refugiados, y mis padres decidieron escapar. Nuestra primera noche allí fue también la última, y después de salir sin que nos vieran subimos a un tren. Aún en Francia, llegamos a la granja de un amigo y allí nos escondimos durante todo un año, hasta que fue demasiado peligroso quedarse. Entonces nos fuimos a Marsella, donde esperábamos conseguir visas de salida y zarpar a los Estados Unidos.
La familia Margosis no pudo conseguir visas de salida y, en cambio, escapó por los Pirineos hacia España. Desde allí, Michel fue enviado a los Estados Unidos en 1943.
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