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¿Qué personas y organizaciones ayudaron y protegieron a los judíos de la persecución entre 1933 y 1945?
A pesar de la inactividad de muchos europeos y de la colaboración de otros en la persecución y asesinato de judíos, algunas personas de todas las condiciones sociales y religiosas sí les ayudaron. Estas actuaron solas o en redes organizadas, y la ayuda iba desde expresar su solidaridad, advertirles de los peligros y ofrecerles escondites, hasta un esfuerzo de rescate masivo en Dinamarca.
Estos esfuerzos ilustran las numerosas formas que pueden adoptar la ayuda y la resistencia, y nos llevan a preguntarnos cómo y por qué unas personas defienden a otras a pesar de grandes riesgos. Explore esta pregunta para saber qué motivó a quienes ayudaron a los judíos durante el Holocausto y qué peligros enfrentaron.
Las motivaciones de las personas y sus consecuencias
Dentro de Alemania, la intimidación y el control de los espacios públicos por parte de los nazis hacían que incluso la expresión de pequeños gestos en ayuda de los judíos fuera difícil. Algunos alemanes lograron, por ejemplo, advertirles a los judíos de los peligros que corrían durante los violentos ataques del 9 y 10 de noviembre de 1938 (Kristallnacht) mediante llamadas telefónicas o mensajes personales. Otros mostraban su amabilidad con los judíos que estaban obligados a llevar una estrella que los identificaba, o les proporcionaban alimentos en secreto a quienes tenían dificultades para sobrevivir. Estas acciones no estaban exentas de riesgos. Un decreto promulgado en tiempos de guerra hizo que la “cordialidad” hacia los judíos se castigara con una pena de prisión en un campo de concentración. Ocultar a judíos dentro del Reich era arriesgado y difícil. Solo unos miles de judíos sobrevivieron en la “clandestinidad” u ocultos en la Alemania nazi.
En los países europeos ocupados por la Alemania nazi o sus aliados de guerra, una pequeña minoría de los habitantes locales ayudó a los judíos. Algunas personas ofrecían ayuda por tiempo limitado, suministrando alimentos y agua a los necesitados. A solicitud de algunos judíos, los vecinos y los amigos resguardaron sus posesiones mientras estaban confinados en ghettos nazis o se ocultaban. Las pertenencias podían venderse poco a poco a cambio de comida, lo cual ayudaba a sobrevivir a los dueños originales.
Lo más difícil y peligroso era dar refugio a los judíos que evadían los ghettos o la deportación. Con frecuencia, esto se castigaba con encarcelamiento en un campo de concentración bajo terribles condiciones, o bien con la muerte. El riesgo era mayor para quienes prestaban ayuda en la Polonia ocupada y otras partes de Europa oriental que se encontraban bajo el control directo de los nazis. En esos lugares, como castigo y advertencia a los demás, las autoridades a veces asesinaban a familias completas a quienes descubrían ocultando a judíos. En los lugares donde los riesgos físicos de ayudar no eran tan grandes, las personas que les ayudaban corrían con frecuencia riesgos sociales y profesionales.
Los judíos más integrados en la población general, normalmente los de Europa occidental, eran quienes tenían las mejores probabilidades de recibir ayuda. Muchas personas que ayudaron a judíos los conocían por ser sus vecinos, excolegas, trabajadores domésticos o miembros de una familia que incluía a no judíos. Aunque algunas personas ayudaban motivadas por la religión o por principios altruistas, otras corrían el riesgo porque necesitaban el dinero que los judíos les ofrecían para obtener los alimentos y el refugio que les permitieron sobrevivir en tiempos difíciles. A algunas personas que ayudaban se les prometió una compensación después de la guerra.
Organizaciones
La mayor cantidad de los judíos que sobrevivieron en la clandestinidad fue resultado del esfuerzo de comunidades y redes religiosas organizadas, así como de organizaciones de resistencia antinazi. Muchos de los rescatados de esta manera fueron niños. En algunos países, como Francia y los Países Bajos, algunos adolescentes judíos fueron colocados con familias campesinas que necesitaban ayuda debido a la escasez de mano de obra. Se les proporcionaba alojamiento y alimentos a cambio de trabajo. En general con ayuda de no judíos, miles fueron rescatados por organizaciones judías francesas como la Oeuvre de Secours aux Enfants (Sociedad de Ayuda a Niños), los Eclaireurs Israelites de France (un movimiento de exploradores judíos) y el Mouvement des Jeunesses Sionistes (un movimiento de la juventud sionista).
Desafíos
Como la guerra se prolongó más de lo esperado, prestar ayuda se volvió cada vez más difícil. Había que conseguir comida adicional sin llamar la atención, convertir las posesiones de los judíos en efectivo, y con frecuencia mover a los judíos de una casa de seguridad a otra. Como resultado, muchos judíos tenían que buscar una cadena de personas dispuestas a ayudar, una tarea abrumadora que redujo en general el índice de sobrevivencia de los judíos. Las investigaciones demuestran que en Berlín, por ejemplo, se requirió de la ayuda de unas 30,000 personas para rescatar de 5,000 a 7,000 judíos.
Preguntas de Pensamiento Crítico
¿Qué presiones y motivaciones pudieron haber influido en las decisiones de los rescatistas?
¿Estos factores son exclusivos de esta historia o son universales?
¿Cómo pueden las sociedades, las comunidades y las personas reforzar y fortalecer la voluntad de defender a otros?