Marie era parte de una tribu de gitanos llamada los Lowara Roma, que viajaban en una caravana se ganaban la vida como vendedores ambulantes de caballos. La caravana pasaba los inviernos en Viena, la capital de Austria, y los veranos en la campiña austríaca. Cuando Marie tenía 19 años se casó con Karl Stojka de la misma tribu. La familia de Marie era católica romana y sus antecesores habían vivido en Austria por más de 200 años.
1933-39: Para 1936, tenía seis hijos. Vivíamos con una caravana, y estábamos acostumbrados a la libertad, viajar, y trabajar mucho. Nuestro vagón estaba estacionado por el invierno en un campamento de Viena cuando Alemania anexó a Austria en marzo de 1938. Los alemanes nos ordenaron quedarnos quietos y perdimos nuestros derechos civiles. Tuvimos que convertir nuestro vagón a una casa de madera, y tuve que aprender a cocinar con un horno en vez de en un fuego al aire libre.
1940-44: Los gitanos fueron forzados a registrarse como miembros de otra “raza”. Nuestro campamento fué separado con una cerca y puesto bajo la guardia de la policía. Un año después, los alemanes se levaron a mi marido; devolvieron sus cenizas unos meses después. Llorando la pérdida de mi marido, me corté el cabello, y con la ayuda de un cura, enterré en secreto sus restos en tierra consagrada. Finalmente, los alemanes deportaron al resto de nosotros a un campo nazi en Birkenau para gitanos. Yo cuidé a mis hijos lo mejor que pude en ese lugar horrible, pero el más joven de mis hijos murió de tifus.
En 1944, Marie fue deportada a Ravensbrueck y fué eventualmente liberada en abril de 1945 en Bergen-Belsen. Después de la guerra se reunió con sus cinco hijos que sobrevivieron.
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