Ernest era uno de los tres hijos de una familia judía, en la ciudad comercial de Breslau, que tenía una de las mayores comunidades judías de Alemania. Su padre, veterano de la Primera Guerra Mundial, era propietario de una fábrica que producía matzá, el pan sin levadura que se utiliza durante la festividad de pascua judía. Ernest tenía 12 años cuando Hitler asumió el poder en 1933.
1933-39: Muchas veces me metía en problemas en la escuela porque la gente me insultaba. “Asesino de Cristo” y “tu padre asesina bebés cristianos para la pascua judía” eran las frases insultantes más comunes. Muchos pensaban que los nazis eran una moda política pasajera, pero para 1935, sus leyes eran amenazantes. Aparecieron carteles que decían “Prohibido para judíos”. En 1938, después de que nuestra sinagoga fuera incendiada (durante la Kristallnacht), nos dimos cuenta de que debíamos huir de Alemania. Dado que mi familia sólo podía obtener dos pasajes, mi madre y yo abordamos un barco con destino a Asia y nuestra familia quedó en Alemania.
1940-44: Terminé en la Shanghai controlada por los japoneses, el único lugar al que los refugiados podían llegar sin visa. Allí, como conductor voluntario de un camión para la Fuerza de Voluntarios de Shanghai del ejército británico, tenía comida y estaba mejor que muchos otros refugiados. Después de Pearl Harbor, en diciembre de 1941, las condiciones para los refugiados en la ciudad empeoraron: los fondos de auxilio de los Estados Unidos, el sustento de los refugiados, no podían llegar a Shanghai. En 1943, bajo la presión de Alemania, los japoneses crearon un gueto.
Ernest pasó dos años en el gueto de Shanghai antes de que la ciudad fuera liberada en 1945. Después de la guerra, trabajó para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Nanking, China, durante varios años, y luego emigró a los Estados Unidos.
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