El Holocausto en Odessa
La ciudad ucraniana de Odessa estuvo ocupada por Rumania, aliada de la Alemania nazi, desde octubre de 1941 hasta la primavera de 1944. Las políticas antisemitas en Odessa escalaron rápidamente hasta el asesinato en masa. En las primeras semanas de la ocupación, los rumanos asesinaron a decenas de miles de judíos en Odessa y sus suburbios. Después, deportaron a los restantes de la ciudad. La mayoría fueron asesinados en otros lugares del territorio ocupado por Rumania a finales de 1941 y en la primera mitad de 1942.
Hechos clave
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En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, los judíos constituían una tercera parte de la población multiétnica de Odessa, que contaba con unas 600,000 personas.
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Las autoridades rumanas ocuparon Odessa el 16 de octubre de 1941. De inmediato comenzaron a atacar a los judíos de ahí. Los judíos fueron objeto de abusos, violencia, detenciones, trabajos forzados, deportaciones y asesinatos en masa.
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Menos de un año después de la ocupación de Odessa, la comunidad judía que existía antes de la guerra había sido destruida.
El Holocausto comenzó en Odessa después de que los soldados alemanes y rumanos ocuparon la ciudad el 16 de octubre de 1941. En Odessa y otras partes de la Ucrania ocupada por Rumania, las políticas antijudías rumanas evolucionaron de manera rápida y caótica. Muchos grupos desempeñaron un papel en el asesinato masivo de judíos en Odessa, en cuya implementación participaron rumanos, alemanes y colaboradores locales (incluidos rusos, ucranianos y, en particular, la importante población local de etnia alemana).
Menos de una semana después del comienzo de la ocupación, las autoridades rumanas iniciaron una masacre en la que asesinaron brutalmente por lo menos de 25,000 a 30,000 judíos en Odessa y sus suburbios. La masacre duró varios días. Poco después, los rumanos enviaron aproximadamente de 25,000 a 30,000 judíos en una marcha de la muerte desde Odessa hasta un campo en el pueblo de Bohdanivka (llamado Bogdanovca en rumano). Casi todos estos judíos fueron masacrados en el campo en un lapso de seis a ocho semanas después de su llegada.
En diciembre de 1941, las autoridades rumanas decidieron que Odessa quedaría libre de judíos. Durante la primera mitad de 1942, deportaron a los judíos que quedaban en Odessa a sitios de detención en zonas rurales. La mayoría fueron asesinados ahí en operaciones de fusilamiento masivo. En menos de un año, la que fuera la vibrante comunidad judía de Odessa quedó prácticamente destruida.
Solo una pequeña cantidad de judíos sobrevivieron al Holocausto en Odessa, ya fuera como trabajadores forzados o en la clandestinidad.
La comunidad judía de Odessa antes de la Segunda Guerra Mundial
La comunidad judía de Odessa experimentó grandes cambios en las décadas anteriores al Holocausto.
A principios del siglo XX, la comunidad judía de esta ciudad portuaria era una de las mayores y más llenas de vida de Europa oriental. Odessa era un renombrado centro judío de cultura y aprendizaje.
Desde su fundación a finales del siglo XVIII, los judíos habían constituido una parte importante de la diversa población de Odessa, una de las pocas ciudades importantes del imperio ruso donde se les permitía vivir a los judíos. Pero al igual que todos los judíos del imperio ruso, los de Odessa estaban sujetos a restricciones. Las autoridades imperiales limitaban la asistencia de los judíos a las escuelas y las universidades. Estas restricciones afectaban los tipos de empleos que podían tener los judíos. Los judíos también experimentaron la violencia antijudía, incluidos los pogroms.
La vida de los judíos de Odessa cambió radicalmente tras la caída del Imperio Ruso en 1917 y la creación de la Unión Soviética en 1922. Como era una dictadura, el régimen soviético mantenía un estricto control sobre sus ciudadanos. Este control hizo que los brotes de violencia interétnica, como los pogroms contra los judíos, fueran poco frecuentes. Como era un estado comunista, el régimen soviético aplicó políticas con las que perseguían a las personas en función de su nivel social y económico. Estas políticas se aplicaban a todos los ciudadanos soviéticos, incluidos los judíos. En el régimen soviético perseguían a los más ricos por ser supuestos enemigos de clase, y confiscaban sus casas y negocios. Esas mismas políticas dieron lugar a nuevas oportunidades para los más pobres. Los judíos, en particular, tenían ahora acceso a oportunidades educativas y profesionales a las que antes no habían podido acceder. Sin importar sus antecedentes sociales y económicos, todos los ciudadanos soviéticos —incluidos los judíos— eran vulnerables a la persecución e incluso al asesinato por parte del régimen como enemigos reales o percibidos.
Las políticas soviéticas presionaron a todas las comunidades étnicas, nacionales y religiosas, incluida la comunidad judía de Odessa. De conformidad con los principios comunistas, las autoridades soviéticas cerraron muchas instituciones religiosas. Para los judíos, esto significó el cierre de la mayoría de las sinagogas y las escuelas religiosas, así como la persecución de los rabinos por parte del régimen. Los soviéticos también persiguieron a las organizaciones culturales y sociales independientes. Como consecuencia, se cerraron muchas instituciones judías, incluidas bibliotecas, teatros y editoriales en yiddish. Para la década de 1930, la vida comunitaria de los judíos de Odessa prácticamente dejó de existir, a pesar de que la presencia judía en la ciudad seguía siendo importante. Estas mismas políticas tuvieron un efecto similar en otros grupos étnicos y nacionales.
Según el censo soviético de 1939, alrededor de una tercera parte de los habitantes de Odessa (unos 200,000) eran judíos.
La Segunda Guerra Mundial llega a Odessa
La Segunda Guerra Mundial comenzó en Europa en septiembre de 1939, pero no llegó a Odessa hasta casi dos años después. El 22 de junio de 1941, la Alemania nazi y sus aliados del Eje, entre ellos Rumania, atacaron la Unión Soviética. Esta campaña militar se conoció como Operación Barbarroja.
Una de las primeras señales de que la guerra había llegado a Odessa fue la llegada de refugiados, incluidos judíos, procedentes de Bessarabia. En el marco de la Operación Barbarroja, las tropas rumanas y alemanas avanzaron rápidamente en las regiones de Bessarabia y el norte de Bukovina. Estas regiones, que habían pertenecido a Rumania entre las guerras, habían sido cedidas por la fuerza a la Unión Soviética en junio de 1940. Después del lanzamiento de la Operación Barbarroja, Rumania reincorporó rápidamente estos territorios. En Bessarabia, las autoridades rumanas comenzaron casi de inmediato a perseguir a los judíos por medio de medidas discriminatorias, ghettos, deportaciones y asesinatos en masa. Esto llevó a muchos judíos de Bessarabia a huir hacia el este. Algunos fueron a Odessa antes de que los alemanes y los rumanos se enfocaran en capturarla.
A partir de principios de agosto de 1941, las fuerzas del Eje rodearon Odessa por completo. Las tropas rumanas sitiaron la ciudad. El Ejército Rojo (el ejército soviético) siguió defendiendo la ciudad durante más de dos meses.
Los rumanos ocuparon Odessa el 16 de octubre de 1941. La designaron capital de la gobernación de Transnistria. La gobernación de Transnistria era una unidad administrativa rumana que regía el territorio de la Ucrania soviética ocupada que se encontraba entre los ríos Dniester y Buh meridional. La gobernación existió entre 1941 y 1944. Mientras que las autoridades rumanas controlaban el territorio, las unidades alemanas nazis estaban presentes en Odessa y sus alrededores.
Odessanos asediados
Antes de que las líneas del frente llegaran a las afueras de Odessa, algunos civiles aprovecharon la oportunidad para huir de la ciudad. Otros decidieron permanecer en Odessa porque creían que los soviéticos mantendrían el control. Otros más no lograron salir por circunstancias personales o porque no tenían permiso oficial de las autoridades soviéticas.
Después de que las fuerzas del Eje rodearon Odessa, los civiles quedaron atrapados. La única vía que les quedada para escapar y llegar al territorio controlado por los soviéticos era por mar. Sin embargo, los ataques aéreos alemanes destruyeron los barcos de evacuación, limitando aún más la capacidad de la población para huir.
Para cuando los rumanos ocuparon Odessa a mediados de octubre, había entre 70,000 y 120,000 judíos atrapados en la ciudad. Algunos de ellos eran judíos locales. Otros eran refugiados judíos de Bessarabia, que habían huido de la brutalidad rumana y habían buscado refugio en Odessa.
El comienzo del Holocausto en Odessa
Las autoridades rumanas tomaron el control de Odessa el 16 de octubre de 1941. Al día siguiente, les ordenaron a todos los judíos que se registraran. Los rumanos empezaron de inmediato a someter a los judíos de la ciudad y sus alrededores a humillaciones, violencia arbitraria y asesinatos. Además, la propaganda antisemita nazi se extendió por toda la ciudad.
El 18 de octubre, las autoridades rumanas convirtieron una prisión que se encontraba en la calle Fontans'ka y sus alrededores en un centro de detención para judíos. Se referían a esta prisión como un ghetto o un campo. A los hombres, mujeres y niños confinados ahí solo les permitieron que llevaran algunos artículos de primera necesidad. Los rumanos también obligaron a los hombres judíos a hacer trabajos forzados en la ciudad.
La persecución de los judíos por parte de las autoridades rumanas se intensificó rápidamente. Según algunas autobiografías, así como las investigaciones de las autoridades soviéticas, la violencia masiva y las muertes en la zona de Odessa comenzaron desde el 19 de octubre. Sin embargo, está claro que la violencia se intensificó considerablemente a partir del 22 de octubre.
Preludio a la masacre: la explosión del 22 de octubre de 1941
El 22 de octubre de 1941 por la noche, una explosión sacudió el cuartel general del ejército rumano en Odessa. Debido a la explosión, murieron más de 60 personas. Entre las bajas se encontraban el general rumano al mando de la ciudad, miembros de las fuerzas armadas rumanas, cuatro oficiales navales alemanes y civiles. Aunque no estaba claro quién había sido responsable de la explosión, las autoridades rumanas culparon a los judíos y a los comunistas. En la propaganda antisemita y anticomunista, con frecuencia se vinculaba falsamente a estos dos grupos.
En respuesta a la explosión, el dictador rumano Ion Antonescu ordenó una brutal represalia contra los judíos y los comunistas de Odessa. En gran medida, fueron las autoridades rumanas quienes perpetraron las masacres resultantes. Es posible que una cantidad limitada de tropas alemanas de las SS les hayan ayudado.
La masacre de judíos en Odessa: 22 al 26 de octubre de 1941
La explosión del 22 de octubre de 1941 fue el catalizador de una drástica e inmediata aceleración de la violencia antijudía. Los rumanos empezaron a ahorcar a judíos y a comunistas esa misma noche. Estas ejecuciones públicas continuaron al día siguiente. Para finales del 23 de octubre, las autoridades rumanas habían ahorcado a unas 5,000 personas, en su mayoría judíos. Al día siguiente, las autoridades rumanas trasladaron a miles de judíos detenidos al pueblo cercano de Dalnyk. A lo largo del camino, los rumanos ejecutaron a algunos judíos. En Dalnyk, los soldados rumanos primero asesinaron a tiros a unas cuantas docenas de judíos en zanjas antitanques. A continuación, confinaron a los judíos restantes en grandes edificios a los que por lo general se referían como graneros, cobertizos o almacenes. Los soldados rumanos acribillaron estos edificios con ametralladoras. Este fusilamiento masivo continuó al día siguiente. Llegó el momento en que los rumanos incendiaron varios de los edificios. Las tropas rumanas les dispararon a matar a todos los que intentaban escapar de las llamas.
El 25 de octubre, las autoridades rumanas utilizaron explosivos para destruir por lo menos uno de los edificios de Dalnyk y matar a las personas que se encontraban en su interior. Antonescu había ordenado esta forma de represalia como un eco simbólico de la explosión del 22 de octubre. Se desconoce la cantidad exacta de víctimas que fueron asesinadas en Dalnyk. Los expertos estiman que probablemente fueron unas 20,000 personas.
Los testigos indican que antes y durante la masacre de Dalnyk en octubre, las autoridades rumanas también llevaron a cabo masacres en otros lugares. Muchas víctimas murieron en acciones de fusilamiento masivo en un depósito de municiones en el camino a Lustdorf. A otros los quemaron vivos en almacenes de artillería.
A los judíos que no murieron en la masacre de Dalnyk los llevaron a un ghetto recién creado en el barrio de Slobidka, en Odessa. Se encontraban entre los 25,000 judíos que, según las estimaciones, fueron confinados ahí el 25 de octubre. Las condiciones en Slobidka eran duras. Los judíos sufrieron hacinamiento, hambruna y una grave exposición al frío.
Atrocidades cometidas por las fuerzas alemanas en Odessa (octubre-noviembre de 1941)
Además de las tropas rumanas estacionadas en Odessa, el Sonderkommando 11b del Einsatzgruppe D alemán operó ahí durante un tiempo limitado. El Sonderkommando 11b permaneció en Odessa desde el 17 de octubre hasta mediados de noviembre de 1941. El 23 de octubre, la unidad alemana fusiló a una cantidad desconocida de judíos de la prisión de la calle Fontans'ka. También llevaron a cabo otra operación de fusilamiento masivo más grande, probablemente también a finales de octubre. Hasta mediados de noviembre, esta unidad buscó y ejecutó rutinariamente a los judíos de la ciudad.
Se calcula que el Sonderkommando 11b asesinó de 1,000 a 5,000 judíos en Odessa.
La marcha de la muerte al campo de Bogdanovca
Las autoridades rumanas continuaron su violento asalto contra los judíos de Odessa después de la masacre de octubre. A partir del 27 de octubre, los gendarmes rumanos hicieron marchar a grupos de miles de judíos desde Odessa hasta el campo de Bogdanovca que había establecido Rumania. Este campo estaba situado en el pueblo ucraniano de Bohdanivka, a unos 160 kilómetros (100 millas) de distancia. Los expertos estiman que, durante las siguientes semanas, los rumanos obligaron a un total de 25,000 a 30,000 judíos a hacer el viaje a pie.
Durante el trayecto, los judíos sufrieron por la falta de alimentos y de agua, así como la exposición a bajas temperaturas. También tuvieron que soportar robos y violencia por parte de los gendarmes y miembros de la policía local que ayudaban a escoltar los convoys.
En el campo de Bogdanovca, las autoridades rumanas hacinaron a los judíos sobrevivientes en las pocilgas y graneros de una granja estatal muy grande (radhosp). También retuvieron ahí a judíos de otros lugares de la Gobernación de Transnistria, así como de Bessarabia y Bukovina. Miles de judíos murieron de hambre y enfermedades debido a las condiciones inhumanas del campo de Bogdanovca.
Entre el 21 de diciembre de 1941 y mediados de enero de 1942, decenas de miles de judíos fueron asesinados en operaciones de fusilamiento masivo en Bogdanovca. En la práctica, estos fusilamientos se produjeron tanto bajo la autoridad rumana como la alemana. Algunos tiradores eran miembros de unidades de milicias locales de etnia alemana denominadas Selbstschutz. Estas unidades operaban bajo la autoridad de facto de una unidad especial de las SS. Otros tiradores eran miembros de unidades de policía autóctonas ucranianas que operaban bajo la autoridad de gendarmes rumanos. Los autores quemaron los cadáveres de las personas a quienes habían masacrado. También quemaron vivos a entre 2,000 y 5,000 judíos que eran demasiado débiles o ancianos para caminar hasta el lugar del fusilamiento masivo. El saqueo de propiedades judías fue generalizado durante la masacre.
Casi todos los judíos que trasladaron por la fuerza desde Odessa al campo de Bogdanovca murieron o fueron asesinados.
Hacer de Odessa una ciudad "libre de judíos"
Los rumanos siguieron sometiendo a los judíos de Odessa a actos de violencia aleatorios en las semanas posteriores a la masacre de octubre y a la marcha forzada al campo de Bogdanovca. Según algunos testimonios de sobrevivientes, fue durante este periodo que los rumanos empezaron a exigirles a los judíos de Odessa que llevaran distintivos con estrellas amarillas en la ropa.
Para mediados de diciembre de 1941, las autoridades rumanas estimaban que había aproximadamente 44,000 judíos en Odessa. A finales de diciembre, el dictador rumano Ion Antonescu decidió que Odessa debía quedar libre de judíos. Él y otros líderes rumanos creían en el judeo-bolchevismo, una teoría de conspiración que culpaba a los judíos por el comunismo. Consideraban que los judíos de la Unión Soviética eran enemigos particularmente peligrosos. En 1941, los rumanos temían que los judíos de Odessa ayudaran al Ejército Rojo (las fuerzas armadas soviéticas) a retomar la ciudad si se les daba la oportunidad.
Siguiendo las órdenes de Antonescu, Gheorghe Alexianu, gobernador de Transnistria, emitió una orden para deportar a los judíos que quedaban en Odessa a zonas rurales de esa gobernación.
El 10 de enero de 1942, las autoridades rumanas les ordenaron a todos los judíos que seguían en Odessa que se reunieran en el ghetto de Slobidka en un plazo de dos días. El ghetto se convirtió en el punto de reunión y tránsito para las deportaciones de judíos de Odessa a otras partes de Transnistria, principalmente al condado de Berezovca (Berezivka, en ucraniano).
Deportaciones en tren desde Odessa, 1942
Las autoridades rumanas comenzaron a deportar a los judíos de Odessa en tren al condado de Berezovca, situado a unos 90 kilómetros al norte de Odessa.
Los gendarmes rumanos y, en ocasiones, los guardias alemanes llevaban a cabo las redadas y las deportaciones desde Odessa. Obligaban a los grupos de judíos a marchar más de 10 kilómetros (6 millas) desde el ghetto de Slobidka o desde otros puntos de reunión hasta una estación de ferrocarriles. Ahí hacinaban a grupos más grandes de judíos, desde unas pocas docenas hasta unos dos mil, en vagones de trenes para el viaje a la ciudad de Berezivka. Algunos transportes se dirigían a otros destinos.
En enero y febrero de 1942, los rumanos deportaron a más de 31,000 judíos desde Odessa. Las temperaturas estaban muy por debajo del punto de congelación y las condiciones eran mortales. Estas condiciones empeoraron aún más con el robo desenfrenado de las pertenencias personales de los judíos, incluida su ropa exterior. Como resultado, hasta una cuarta parte de los deportados murieron congelados antes o durante el viaje.
Las deportaciones a menor escala de judíos desde Odessa continuaron de marzo a junio. Para abril de 1942, solo quedaban 701 judíos registrados en la ciudad. El 10 de junio de 1942 se cerró el ghetto de Slobidka. El último tren de deportación salió de Odessa el 23 de junio.
La masacre perpetrada por unidades de milicias étnicas alemanas
A su llegada a Berezivka, los gendarmes rumanos y la policía ucraniana hacían marchar a la mayoría de los deportados judíos hacia campos improvisados en pueblos situados a lo largo del río Buh. Muchos judíos murieron en camino a estos destinos.
Las unidades de la milicia étnica alemana (Selbstschutze) a menudo interceptaban estas marchas. Encarcelaban a los judíos durante un tiempo y les robaban cualquier objeto de valor que les quedara. Después, los asesinaban en operaciones de fusilamiento masivo en los alrededores del condado de Berezovca. Las unidades de la milicia étnica alemana llevaron a cabo docenas de estas masacres. Mataban de 30 a 1,000 judíos a la vez. Las operaciones a mayor escala tuvieron lugar entre enero y marzo de 1942. Posteriormente, los milicianos quemaban los cadáveres de las víctimas.
Entre enero y junio de 1942, las unidades de la milicia étnica alemana, principalmente en el condado de Berezovca, asesinaron a unos 33,500 judíos deportados por las autoridades rumanas desde Odessa.
El resto de los judíos de Odessa
A finales de junio de 1942, ya casi no quedaban judíos registrados en la ciudad de Odessa. Más tarde, los rumanos llevaron a la ciudad a una pequeña cantidad de judíos, en su mayoría artesanos. Estos artesanos hacían trabajos forzados en los talleres del gobierno. En enero de 1943, en Odessa vivían 54 hombres, mujeres y niños judíos que hacían trabajos forzados.
Se calcula que unas 1,000 familias de judíos caraítas vivieron abiertamente en Odessa durante la ocupación rumana. Los caraítas eran una pequeña secta del judaísmo con prácticas religiosas que diferían de la mayoría de los judíos de Europa oriental. Los nazis consideraban que los caraítas eran de origen turco y, por lo tanto, no los persiguieron ni los asesinaron en masa. Al parecer, las autoridades rumanas de Transnistria adoptaron la misma política.
Además, en Odessa permaneció una cantidad desconocida de judíos que no estaban registrados oficialmente. Estos judíos a menudo se ocultaban o vivían con identidades falsas.
Los judíos ocultos en Odessa
Durante su ocupación de Odessa, los rumanos mataron o deportaron a casi todos los judíos de la ciudad. Una pequeña cantidad sobrevivió en la clandestinidad. Vera Bakhmutskaia, una odessana judía que había sobrevivido oculta con la ayuda de un amigo de la familia que no era judío, reconoció lo increíble de su supervivencia:
Quedábamos muy pocos [judíos]. Muy pocos. Cuando los rumanos se retiraron [...] Caminaba por la calle y me pareció que era la única persona judía que quedaba en la ciudad.
Una pequeña cantidad de judíos se ocultaron o vivieron con identidades ficticias no judías. Los intentos de escapar a la deportación y probablemente a la muerte ocultándose en la ciudad eran difíciles y rara vez tenían éxito. Los judíos que intentaban ocultarse por su cuenta tenían que buscar comida y refugio sin que los descubrieran. Los no judíos que trataron de ayudarles se enfrentaron a un gran riesgo personal, así como a las dificultades prácticas de proporcionarles cobijo, alimentos y ropa en secreto. Durante todo el periodo de ocupación hubo denuncias tanto contra los judíos ocultos como contra los no judíos que les ayudaban.
Dios no quisiera que nadie se enterara [de que yo era judío ...] Si lo hubieran sabido, me habrían denunciado de inmediato. … [... Pero] hubo [también] personas muy humanas, muy amables, quienes nos ayudaron.
En las décadas transcurridas desde el final de la guerra, docenas de no judíos que ayudaron a los judíos de Odessa han recibido reconocimientos oficiales de Yad Vashem como "justos entre las naciones".
Las secuelas de la ocupación rumana en Odessa
Los rumanos se retiraron de Transnistria en marzo de 1944. Dejaron el territorio bajo control alemán. El Ejército Rojo (las fuerzas armadas soviéticas) recuperó Odessa de manos de los alemanes el 10 de abril de 1944.
Dos meses después, las autoridades soviéticas llevaron a cabo un registro de los residentes de Odessa. Quedó claro que los ocupantes habían diezmado la comunidad judía, de unos 200,000 en 1939 a 2,640 en 1944.
A medida que el Ejército Rojo reconquistaba territorios, las autoridades soviéticas investigaron diversos delitos cometidos por los ocupantes. Investigaron los crímenes cometidos contra los judíos en Odessa y en otros lugares. Las autoridades soviéticas utilizaron estas pruebas en los juicios contra los perpetradores del Eje y los colaboradores locales que capturaron.
En Rumania se investigó a destacados funcionarios después de la caída del dictador de guerra Ion Antonescu. En el Tribunal Popular de Bucarest declararon culpable al exgobernador de Transnistria, Gheorghe Alexianu. Los rumanos lo ejecutaron el 1° de junio de 1946 por una serie de delitos, entre ellos los que cometió contra los judíos de Odessa.
Conmemoración del Holocausto en Odessa
Casi al final de la Segunda Guerra Mundial, los judíos de muchas comunidades de la Unión Soviética intentaron conmemorar públicamente el asesinato de sus familiares y amigos. Sin embargo, las autoridades soviéticas se oponían en general a los esfuerzos por destacar a un grupo específico de víctimas. Cuando el régimen soviético construyó monumentos para conmemorar a los muertos, las dedicatorias incluían frases como "civiles pacíficos", "ciudadanos soviéticos" o "pueblo soviético". Lo hicieron así incluso si los judíos eran la mayoría de las víctimas en un lugar determinado. Estos términos ocultaban toda la magnitud de la tragedia que ahora se conoce como el Holocausto. No obstante, algunas comunidades judías lograron construir monumentos conmemorativos gracias a sus relaciones con funcionarios soviéticos y a acuerdos o intercambios informales. Pero en Odessa, los esfuerzos por crear un monumento fracasaron durante muchas décadas durante la época soviética.
Después del colapso de la Unión Soviética en 1991, surgieron estados independientes y las restricciones de la era soviética a la conmemoración dejaron de tener importancia. Esto ofreció nuevas oportunidades para conmemorar el Holocausto y otras atrocidades masivas. Desde la década de 1990, se han multiplicado los monumentos a las víctimas del Holocausto en toda la región, incluso en Ucrania.
En Odessa y sus alrededores se pueden encontrar monumentos o placas conmemorativas de las víctimas del Holocausto en diversos lugares, como Dalnyk, Slobidka y el sitio de los antiguos almacenes de artillería del camino a Lustdorf. También hay monumentos conmemorativos en el antiguo campo de Bogdanovca y en otros lugares donde hubo asesinatos en masa. En 2009 se inauguró un museo del Holocausto en Odessa.
Desde 2004, se ha reconocido a las personas que ayudaron a los judíos de Odessa durante la guerra con un "Callejón de los justos" situado en la plaza Prokhorovskyi. Este espacio está rodeado de árboles, y ahí se encuentra una placa que enumera los nombres de los honrados por Yad Vashem como "justos entre las naciones".
Notas
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Footnote reference1.
Las unidades de la milicia Selbstschutz (lit. "unidades de autoprotección") fueron creadas por una formación especial de las SS alemanas (Sonderkommando Russland). A partir de agosto de 1942, esta unidad de las SS se volvió oficialmente responsable de las milicias Selbstschutz, sobre la base de un acuerdo formal con las autoridades rumanas de ocupación. Antes de este acuerdo, las líneas de autoridad estaban tan establecidas, pero está claro que en la práctica las SS controlaban estas milicias.
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Footnote reference2.
Entrevista con Vera Bakhmutskaia, Visual History Archive, USC Shoah Foundation, 17 de mayo de 1998, segmento 54; 23:38.
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Footnote reference3.
Entrevista con Vera Bakhmutskaia, Visual History Archive, USC Shoah Foundation, 17 de mayo de 1998, segmento 54; 23:10.