Franz, el mayor de seis hijos nacidos en el seno de una familia católica, creció en un pueblo en la zona de Austria conocida como Carintia. Su padre era granjero y cantero. Desilusionados del catolicismo, sus padres se convirtieron en Testigos de Jehová durante la infancia de Franz y criaron a sus hijos en la nueva fe. En su adolescencia, Franz se interesó por la pintura y el esquí.
1933-39. Era aprendiz de pintura y decoración. Luego de que la Alemania nazi anexara Austria (el Anschluss) en 1938, al igual que otros testigos me negué a jurar lealtad a Hitler o a hacer el saludo a Hitler. Los vecinos me denunciaron a la policía, pero mi jefe evitó que me arrestaran y dijo que mi trabajo era de utilidad. Cuando comenzó la guerra en septiembre de 1939, arrestaron a mi padre por oponerse al servicio militar. En diciembre lo ejecutaron.
1940-44. Al día siguiente de cumplir veinte años, me negué a prestar servicios en el ejército alemán. Frente a cientos de reclutas y oficiales, me negué a saludar a la bandera nazi. Me arrestaron y encarcelaron el 14 de marzo de 1940. Luego, en ese mismo año, me enviaron a un campo penal en Alemania. Un comandante nuevo sintió compasión de mí. Entre 1943 y 1945 me salvó tres veces de ser ejecutado. Estaba impresionado porque yo estaba dispuesto a morir antes de quebrantar el precepto de Dios de amar al prójimo y no matar.
Franz permaneció en el campo Rollwald Rodgau 2 hasta el 24 de marzo de 1945. Fue liberado por las fuerzas estadounidenses y volvió a su hogar en Austria.
Leer másRobert y su familia eran Testigos de Jehová. Para los nazis, los Testigos de Jehová eran enemigos del estado porque se negaban a jurar lealtad a Adolf Hitler o a prestar servicios en el ejército alemán. La familia de Robert continuó con las actividades religiosas a pesar de la persecución nazi. Poco después del nacimiento de Robert, su madre estuvo prisionera por poco tiempo por distribuir material religioso. Robert sufrió daños en su cadera en el momento del parto, por lo que quedó físicamente discapacitado. Cuando Robert tenía cinco años, se le ordenó presentarse a un reconocimiento médico en Schlierheim. Su madre no pudo evitar escuchar los comentarios del personal cuando dijeron que había que "hacerlo dormir". Por temor a que lo mataran, tomó al niño y huyó de la clínica. En el otoño de 1939, los médicos nazis habían comenzado a exterminar sistemáticamente a aquellos que consideraban discapacitados físicos y mentales.
Leer másGregor era el segundo de seis hijos nacidos en el seno de una familia católica en una localidad de la zona de Austria conocida como Carintia. Su padre era granjero y cantero. Desilusionados con el catolicismo, sus padres se convirtieron en Testigos de Jehová y criaron a sus hijos de acuerdo con esta religión. Como todo niño, a Gregor le gustaba escalar montañas y esquiar.
1933-39. Asistía a la escuela y trabajaba como mesero. La situación para los Testigos de Jehová se complicó cuando Alemania anexó Austria [el Anschluss] en marzo de 1938; los testigos se negaron a jurar lealtad a Hitler porque creían que sólo le debían lealtad a Dios y a sus leyes. El 1 de septiembre de 1939, el día en que Alemania invadió Polonia, el padre de Gregor fue arrestado por oponerse a prestar servicios en el ejército y murió ejecutado tres meses después.
1940-42. Al igual que su hermano mayor Franz, Gregor se negó a enlistarse en el ejército alemán, porque los testigos creían que el servicio militar violaba el quinto mandamiento de Dios “No matarás”. Gregor fue arrestado. Encadenado, lo llevaron ante un tribunal militar en Berlín, que lo sentenció a muerte el 18 de diciembre de 1941. Para Gregor, el arresto y la muerte de su padre dos años antes por cargos similares sólo fortalecieron su determinación de sostener su fe.
Gregor murió en la guillotina en la prisión Ploetzensee de Berlín el 14 de marzo de 1942; tenía 20 años.
Leer másErnst era el único hijo de padres ateos nacido a mediados de la Primera Guerra Mundial al sur de Austria. Creció en la segunda ciudad más grande de Austria, y le gustaba la vida al aire libre, especialmente esquiar en los Alpes. A comienzos de 1930 Ernst se convirtió en Testigo de Jehová. Aunque Austria atravesaba una profunda depresión económica, él fue afortunado y encontró empleo como vendedor en una tienda de comestibles.
1933-39. El gobierno católico de Austria era hostil con los Testigos de Jehová. Cuando los alemanes anexaron Austria [el Anschluss] en marzo de 1938, prohibieron nuestras actividades. En obediencia a los mandamientos de Dios, me negué a hacer el saludo a Hitler y a prestar servicios al ejército alemán. Me arrestaron por esto el 6 de septiembre de 1938 y me condenaron a seis meses de cárcel. Cuando me negué nuevamente a prestar servicios en el ejército, me encarcelaron en la penitenciaría de Bayreuth en Alemania.
1940-44. Cuando finalizó mi segunda condena en noviembre de 1939, me trasladaron al campo de concentración de Flossenbuerg que era relativamente nuevo. Mi número era 1935; me obligaron a picar piedras y fui sometido a tratamientos crueles; intentaron quebrar mi fe en Dios. Pero el poder de Dios fue mucho más grande que cualquier cosa que los nazis me pudieran hacer. Los prisioneros judíos, polacos y soviéticos la pasaban mucho peor que yo. La única manera de salir que tenían los prisioneros judíos era “a través de la chimenea”.
Ernst sobrevivió a Flossenbuerg y a una marcha forzada en abril de 1945. Fue liberado por tropas estadounidenses y volvió a su hogar en Austria en bicicleta el verano de 1945.
Leer másAl igual que sus 10 hermanos, Magdalena recibió educación como Testigo de Jehová. Cuando tenía 7 años, su familia se mudó a la pequeña localidad de Bad Lippspringe. Su padre era un empleado de correo jubilado y su madre, maestra. A su casa se la conocía como “La Edad de Oro” porque era la oficina central de la congregación local de los Testigos de Jehová. A los 8 años, Magdalena recitaba de memoria varios versículos de la Biblia.
1933-39. Le debíamos lealtad a Jehová, por eso los nazis nos señalaban como enemigos. A los 12 años realizaba tareas misioneras junto a mis padres y a mi hermana. Los sacerdotes católicos nos denunciaron. Arrestaron a papá por realizar reuniones para estudiar la Biblia en nuestro hogar; mamá también fue arrestada. La Gestapo registró nuestra casa en varias oportunidades, pero mis hermanas y yo pudimos esconder la literatura religiosa. En 1939, la policía se llevó a mis tres hermanos menores para ser “reeducados” en hogares adoptivos nazis.
1940-44. Me arrestaron en abril de 1941 y estuve encarcelada en una prisión juvenil cercana hasta los 18 años. Me dijeron que podría volver a mi hogar si firmaba una declaración negando mi fe. Me negué a hacerlo y me deportaron al campo de concentración de Ravensbrueck. Luego de un terrible viaje con criminales comunes y prostitutas, me asignaron tareas de jardinería y el cuidado de los niños de las mujeres de la SS. Antes de que hubiera transcurrido un año, mi madre y mi hermana Hildegard también llegaron a Ravensbrueck. Con la ayuda de Dios, los Testigos de Jehová nos mantuvimos unidos.
Durante una marcha forzada desde Ravensbrueck en abril de 1945, Magdalena, su hermana y su madre fueron liberadas. Cuando finalizó la guerra, volvieron a Bad Lippspringe.
Leer másSimone nació en la localidad alsaciana de Husseren-Wesserling. En 1933, cuando tenía tres años, sus padres se mudaron a la ciudad cercana de Mulhouse. Allí, su padre trabajaba en una fábrica de imprentas. Sus padres eran Testigos de Jehová y le inculcaron las enseñanzas de la fe. Sobre todo, le enseñaron que la obediencia a Dios estaba por sobre la obediencia a cualquier autoridad terrenal.
1933-39. Crecí en un hogar lleno de amor. Mis padres me leían la Biblia. Nuestra vida tenía música, arte, tejido y buena comida. Quería mucho a mi perro y me gustaba jugar al aire libre. Teníamos un jardín cerca de casa, y disfrutaba de escalar y andar en bicicleta en la bella campiña. En 1936 comencé a asistir a la escuela pública y estudiaba en alemán y francés. Durante esos años aprendí mucho.
1940-44. Los alemanes ocuparon nuestra región en 1940. Un año después fui expulsada de la escuela por negarme a decir Heil Hitler, y la Gestapo me interrogó. Cuando tenía 12 años, los tribunales ordenaron que me alejaran del lado de mis padres; los nazis sostenían que estaba siendo corrompida por las enseñanzas de los Testigos de Jehová. En junio de 1943, me enviaron a un centro de reeducación para niños en Constance, Alemania. Mi tía obtuvo permiso para visitarme nueve veces en dos años: trajo literatura de contrabando desde Mulhouse. Mi amor por Jehová me sostuvo.
Simone fue liberada por el ejército francés en abril de 1945. Se reunió con sus padres y retornó a la escuela en Francia.
Leer másHelene vivió en Herne y Bochum en Alemania Occidental, donde se casó con un minero del carbón que estaba desempleado entre 1927 y 1938. Durante la Primera Guerra Mundial la iglesia luterana los desilusionó, y Helene, que era enfermera, y su esposo se convirtieron en Testigos de Jehová en 1926. Juntos criaron a sus dos hijos de acuerdo con las enseñanzas de las Escrituras.
1933-39: En el régimen nazi, los Testigos de Jehová eran perseguidos por sus tareas misioneras y porque sólo creían en la lealtad a Dios y sus mandamientos. Algunos de los vecinos de la familia Gotthold se negaron a tener cualquier tipo de relación con ellos. El esposo de Helene fue arrestado en 1936. Luego de registrar su hogar, la Gestapo la arrestó en 1937 y los oficiales le pegaron con bastones, lo que ocasionó que perdiera su embarazo. La corte la sentenció a 18 meses de prisión.
1940-44. Helene y su esposo fueron liberados y la familia Gotthold se reunió nuevamente. Volvieron a ser arrestados en febrero de 1944. Cumplieron condena en Essen, pero cuando un bombardeo aéreo de los aliados destruyó la prisión, fueron transferidos a la prisión de Potsdam. El 4 de agosto la Corte condenó a Helene y a otros cinco testigos a la pena de muerte por realizar reuniones ilegales para estudiar la Biblia que debilitaban la moral de la nación. Antes de ser ejecutada, se le permitió escribir una carta a su esposo e hijos.
Helene murió en la guillotina en la prisión de Ploetzensee en Berlín el 8 de diciembre de 1944. Su familia sobrevivió y retomó la tarea misionera de los Testigos de Jehová en Alemania.
Leer másCuando Wolfgang era un niño, sus padres se convirtieron en Testigos de Jehová. Su padre trasladó a la familia a la pequeña localidad de Westphalian en Bad Lippspringe cuando Wolfgang tenía 9 años. Su hogar se convirtió en la oficina central de una nueva congregación de Testigos de Jehová. Wolfgang y sus diez hermanos crecieron estudiando la Biblia a diario.
1933-39. La policía secreta nazi vigilaba de cerca a la familia Kusserow por su religión. Como Testigo de Jehová, Wolfgang creía que le debía la mayor lealtad a Dios y a sus leyes, especialmente al mandamiento que expresa “Amarás a Dios por sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”. Después de que los nazis arrestaran al padre y al hermano mayor de Wolfgang, la familia Kusserow continuó realizando reuniones en su hogar para el estudio de la Biblia de manera ilegal.
1940-42. Bajo la creencia de que Dios, y no Hitler, era su guía y obedeciendo el quinto mandamiento, “No matarás”, Wolfgang se negó a prestar servicios en el ejército alemán. Fue arrestado en diciembre de 1941 y se emitió un escrito de acusación el 12 de enero de 1942. Luego de meses en prisión, Wolfgang fue juzgado y sentenciado a muerte. La noche anterior a su ejecución le escribió una carta a su familia donde reafirmaba su devoción a Dios.
Wolfgang murió decapitado en la guillotina en la prisión de Brandenburgo el 28 de marzo de 1942; tenía 20 años.
Leer másWilhelm nació a comienzos de la Primera Guerra Mundial y recibió su nombre en honor al emperador alemán Wilhelm II. Era el hijo mayor y creció en la fe luterana, pero luego de la guerra sus padres se convirtieron en Testigos de Jehová y criaron a sus hijos de acuerdo a su fe. Después de 1931, su hogar, ubicado en un rústico pueblo de campo de Bad Lippspringe se convirtió en el centro de la actividad de los Testigos de Jehová.
1933-39. La policía nazi vigilaba de cerca a los Kusserow porque los testigos creían que le debían la mayor lealtad a Dios, no a Hitler. El hogar de la familia Kusserow fue registrado en varias oportunidades y se confiscó parte de su literatura religiosa. Les ofrecían refugio a sus compañeros que eran testigos y continuaron realizando reuniones en su hogar para estudiar la Biblia, incluso después de que arrestaran al padre de Wilhelm en dos oportunidades.
1940. Alemania había estado en guerra desde septiembre de 1939 y Wilhelm había sido arrestado por negarse a prestar servicio en el ejército alemán en estricta obediencia al mandamiento que reza “No matarás”. Para Wilhelm la ley de Dios estaba antes que la ley de Hitler. El juez y el fiscal intentaron hacerlo cambiar de opinión. Le ofrecieron revocar la orden de ejecución en su contra si renunciaba a sus creencias “maléficas y destructivas”. Wilhelm se negó. La corte lo sentenció a muerte.
Según su abogado defensor, Wilhelm “murió de acuerdo con sus convicciones”. Murió fusilado por un escuadrón de fusilamiento en la prisión de Muenster el 27 de abril de 1940.
Leer másWillibald era el menor de seis hijos nacidos en el seno de una familia católica en una localidad de la zona de Austria conocida como Carintia. Desilusionados del catolicismo, sus padres se convirtieron en Testigos de Jehová cuando Willibald era un niño y criaron a sus hijos en la nueva fe. Su padre se convirtió en el líder de la congregación local de los Testigos de Jehová.
1933-39. Willibald vivía en una hermosa zona cerca de lagos y montañas. La familia Wohlfahrt trabajaba activamente en la tarea misionera de los Testigos de Jehová, aún cuando el gobierno austriaco se oponía a las enseñanzas de la fe. En 1938 los nazis tomaron la zona [el Anschluss]. El padre de Willibald fue arrestado el 1 de septiembre de 1939 por oponerse a prestar servicio en el ejército; tres meses después lo ejecutaron.
1940-45. El hermano mayor de Willibald [Franz Wohlfahrt] fue enviado a un campo de concentración y su hermano Gregor fue ejecutado por negarse a formar parte del ejército alemán. Cuando Willibald tenía 14 años, los alemanes se lo llevaron junto con sus hermanas y otro hermano. A Willibald lo enviaron a un convento católico en Landau donde un instructor nazi intentó adoctrinarlo. Le pegaba cuando se negaba a saludar a Hitler. Cuando las tropas aliadas se aproximaron, Willibald fue enviado al frente de batalla para cavar trincheras para la defensa alemana.
Lo mataron en 1945 mientras trabajaba con un destacamento cavando trincheras en Alemania Occidental. Tenía 17 años.
Leer másJosef nació en el seno de una familia católica alemana. Vivían en un pueblo de Moravia cerca de la ciudad de Sternberk en una región poblada por alemanes conocida como Sudetenland. En esa época, Checoslovaquia era parte del Imperio Austro-Húngaro. Después de graduarse en una escuela textil, Josef supervisaba a 600 empleados en una fábrica de seda en Moravska Trebova.
1933-39. Luego de prestar servicios en el ejército checoslovaco, me convertí en Testigo de Jehová en Praga, y me negué a seguir teniendo relación con el ejército: seguí estrictamente el mandamiento de los testigos que reza “No matarás”. En 1938 me arrestaron por poco tiempo porque me negué al llamado del ejército checoslovaco. Cuando los alemanes tomaron Praga en 1939, me las ingenié para sacar de la oficina de los testigos las imprentas y ponerlas en funcionamiento nuevamente en Holanda.
1940-44. Trabajaba en Viena para la resistencia de los Testigos de Jehová. Mi trabajo era peligroso, le proporcionaba literatura a nuestra congregación en Austria. La Gestapo me arrestó enseguida. El tribunal me sentenció a 10 años de prisión, pero primero me envió a realizar tareas de esclavo en una serie de campos en los pantanos del noroeste de Alemania. Cerca del final de la guerra me negué nuevamente a prestar servicios en el ejército, y me obligaron a trasladarme en marcha forzada a varias prisiones y campos del sur de Alemania. Cientos de prisioneros murieron.
Joseph fue liberado por las tropas estadounidenses en mayo de 1945 luego de sobrevivir a una marcha forzada al campo de concentración Dachau. Posteriormente emigró a Canadá.
Leer másBerthold era hijo único. Creció en Paderborn, una localidad ubicada en una región mayormente católica del oeste de Alemania. Paderborn estaba cerca de Bad Lippspringe, donde había una congregación de testigos de Jehová comprometidos con la tarea misionera. A principios de 1933, los nazis declararon ilegales las actividades de los testigos de Jehová.
1933-39: Cuando tenía 4 años, mis padres se convirtieron a testigos de Jehová y comencé a asistir con ellos a las reuniones secretas de estudio de la Biblia. En 1936, comencé a ir a la escuela pública. Mamá fue arrestada en 1939 y enviada al campo de concentración de Ravensbrueck. Cuando tenía 9 años, papá me mandó a vivir con mi tío a Berlín; sin embargo, tres meses después lo obligaron a entregarme a las autoridades. Poco después, lo encarcelaron por negarse a prestar servicio en el ejército.
1940-44: Los alemanes me enviaron a vivir a una pequeña granja con una pareja que no tenía hijos. En la mañana asistía a clases y luego realizaba el trabajo de la granja. Podía escribir una carta cada seis meses a mamá o a papá. Pero en 1943 no me permitieron escribirles más. Solo podía esperar y orar para que siguieran con vida. Aunque no tenía contacto con otros testigos de Jehová, mi fe en Jehová y las enseñanzas de la Biblia me ayudaron a vencer mi soledad y mi incertidumbre.
Berthold se reunió nuevamente con sus padres en 1945 cuando tenía 15 años, y la familia unida reanudó su vida como testigos de Jehová. Tiempo más tarde, Berthold se mudó a Estados Unidos.
Leer másJohanna nació en Viena cuando ésta aún era la capital del Imperio Austro-Húngaro. Su familia cristiana sufrió los conflictos que ocasionó el colapso del Imperio, como así también la inestabilidad de la república austriaca. La depresión de 1929 golpeó muy duro a Viena. En 1931, Johanna se convirtió en Testigo de Jehová.
1933-39. Viajaba constantemente dentro y fuera de Austria para distribuir la literatura de los Testigos de Jehová. En marzo de 1938, Alemania anexó Austria [el Anschluss] y fuimos sometidos a la ley nazi: se prohibió el ejercicio de nuestra religión. En 1939 la Gestapo me arrestó cuando estaba en mi hogar a las 6.00 de la mañana, y la corte me condenó a seis años de prisión. Me enviaron a una penitenciaría de mujeres en Aichach, ubicada en la Alta Baviera, en Alemania.
1940-44. Pasé los seis años de la guerra en Aichach. Trabajaba todos los días de 5.00 de la mañana a 4.00 de la tarde cosiendo y tejiendo ropa para civiles. Me negué a realizar cualquier tipo de tarea para el ejército. Me negaron el derecho de tener una Biblia, pero las autoridades cambiaron de opinión cuando les dije que si otros alemanes tenían el derecho de ir a la iglesia, entonces yo también tenía derecho a tener una Biblia para poder orar. Creía en Jehová y él me dio la fortaleza para soportar las penurias de la guerra.
Johanna fue liberada en Aichach en mayo de 1945 por las fuerzas estadounidenses y retornó a su hogar en Austria. Posteriormente se estableció en Braunau, una localidad ubicada en el norte de Austria.
Leer másRuth vivía en Uzliekniai, un pueblo de Memelland, una región ubicada al sudeste de Lituania que fue gobernada por Alemania hasta 1919. Era una lectora ávida angustiada por las noticias de la agitación política de la posguerra. En 1923, cuando Uzliekniai se convirtió en parte de Lituania, se unió a los Testigos de Jehová. Se casó con Eduard Walter, otro Testigo de Jehová, en 1928. Tuvieron cuatro hijos en los siguientes cinco años.
1933-39. Estaba ocupada criando a mis hijos y asegurándome de que estudiaran la Biblia. El 22 de marzo de 1939, el ejército alemán invadió nuestra tierra y la anexó a Alemania. Al día siguiente, la Gestapo confiscó nuestra literatura religiosa y arrestó a algunos de nuestros hermanos espirituales. El alcalde del pueblo y la maestra eran nazis. Prohibieron nuestra prédica y quemaron nuestras biblias en público. Cuando los hombres comenzaron a ser reclutados, me preocupé por mi esposo.
1940-44. Eduard fue arrestado porque se negó a prestar servicios al ejército porque hubiera violado el quinto mandamiento de Dios: “No matarás”. Fue condenado a muerte, pero la intención real de las autoridades era que desistiera de seguir a Jehová. Un oficial me pidió que convenciera a Eduard de unirse al ejército, pero me negué. El gobierno se ofreció a ayudarnos para que nos instaláramos nuevamente en Alemania, pero esta propuesta me recordó la tentación del demonio a Cristo. Con la ayuda de Dios, Eduard y yo permanecimos fuertes. Nos negamos a cooperar con los nazis.
Ruth y su esposo se reencontraron en 1946. Los soviéticos sospechosos de los Testigos de Jehová, los deportaron a Siberia en 1950. En 1969 volvieron a Alemania.
Leer másEmma nació en el seno de una familia católica en Estrasburgo, la capital de Alsacia Lorena. Su padre murió cuando ella tenía 8 años, y Emma se crió en la granja que su madre tenía en las montañas. A los 14 años se convirtió en tejedora. Luego se casó y se mudó con su esposo al pueblo alsaciano de Husseren-Wesserling. En 1930 dio a luz a una niña. En 1933 la familia Arnold se mudó a la cercana ciudad de Mulhouse.
1933-39. Decidimos convertirnos en Testigos de Jehová. Fui bendecida con un esposo cariñoso y una hija preciosa. Me quedé en casa y le enseñé a mi hija música, pintura, tejido, costura, cocina y jardinería. Mi esposo y yo estudiábamos la Biblia y le enseñábamos a nuestra hija sobre Jehová y la importancia de obedecer sus mandamientos. La vida en Mulhouse era tranquila y pacífica bajo el gobierno de Francia.
1940-44. Después de que los alemanes ocuparon nuestro pueblo en junio de 1940, no volvimos a tener la libertad de ser Testigos de Jehová. La Gestapo arrestó a mi esposo en 1941 y se llevó a mi hija en 1943. Regresé a la granja de mi madre pero fui arrestada allí en septiembre de 1943. Fui enviada al campo de Vorbruck-Schirmeck en Alsacia y luego en 1944, al campo de Gaggenau. Primero me asignaron tareas de costura y remiendo, y luego me enviaron como criada de una familia de la SS. A pesar de las presiones, nada quebró mi fe.
Emma fue liberada por el ejército francés en 1945. Volvió a Francia donde se reunió con su esposo y su hija.
Leer másGregor nació en un pueblo en la parte de Austria llamada Carinthia. Durante la primera guerra mundial, sirvió en el ejército austro-húngaro y fue herido. Criado como católico, Gregor y su esposa se convirtieron a testigos de Jehová durante los veintes. Gregor mantenía a su esposa y seis hijos trabajando como granjero y en una cantera.
1933-39: El gobierno austríaco prohibió el trabajo misionario de los testigos de Jehová en 1936. Gregor fue acusado de vender de puerta en puerta sin una licencia y fue brevemente encarcelado. Cuando Alemania anexó a Austria [Anschluss] en 1938, Gregor dirigió a su congregación en un boicot del plebiscito que ratificó la unión de Austria y Alemania. A causa de la posición anti-nazi de Gregor, el alcalde de su pueblo lo hizo arrestar el 1 de septiembre de 1939. Gregor fue mandado a Berlín para ser procesado por un tribunal militar por su oposición al servicio militar. Fue condenado a muerte. El 7 de diciembre de 1939, Gregor fue ejecutado por guillotina en la prisión Ploetzensee de Berlín.
1940-45: Durante la guerra, la familia entera de Gregor fue arrestada por negarse a cooperar con los nazis. Dos de sus hijos fueron ejecutados: un hijo fue decapitado en la prisión Ploetzensee, donde Gregor había sido decapitado en 1939; otro hijo fue fusilado. El hijo mayor de Gregor, Franz, se negó a participar en el entrenamiento militar, no saludaba la bandera nazi y fue condenado a cinco años de trabajos forzados en un campo en Alemania.
Además de Gregor y sus dos hijos, otros miembros de la congregación de testigos de Jehová fueron perseguidos por los nazis.
Leer másFranz y su familia eran testigos de Jehová. Alemania anexó Austria en 1938. Después que empezó la Segunda Guerra Mundial, el padre de Franz fue ejecutado porque, como testigo de Jehová, se oponía a la guerra. En 1940, Franz se negó a recibir entrenamiento militar y a saludar la bandera nazi. Fue encarcelado, interrogado por la Gestapo (la policía secreta estatal alemán) en Graz, y sentenciado a cinco años de trabajos forzados en un campo de Alemania. Franz fue liberado por las fuerzas estadounidenses en 1945.
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