Introducción al Holocausto
El Holocausto fue la persecución y el asesinato sistemático de aproximadamente seis millones de judíos europeos, organizado y auspiciado por el régimen alemán nazi y sus colaboradores. El Holocausto fue un proceso gradual que tuvo lugar en toda Europa de 1933 a 1945.
Hechos clave
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El antisemitismo fue la base del Holocausto. El antisemitismo, el odio y los prejuicios contra los judíos fueron principios básicos de la ideología nazi. Estos prejuicios también se difundieron por toda Europa.
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La persecución de los judíos por parte de la Alemania nazi evolucionó y se volvió cada vez más radical entre 1933 y 1945. Esta radicalización culminó con el asesinato masivo de seis millones de judíos.
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Durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi, sus aliados y sus colaboradores asesinaron a casi dos de cada tres judíos europeos mediante condiciones de vida mortíferas, maltratos brutales, fusilamientos y gaseos masivos, y centros de exterminio diseñados especialmente para ese fin.
El Holocausto (1933-1945) fue la persecución y el asesinato sistemático de aproximadamente seis millones de judíos europeos, organizado y auspiciado por el régimen alemán nazi y sus colaboradores. Además de perpetrar el Holocausto, la Alemania nazi también persiguió y asesinó a millones de otras víctimas.
¿Qué fue el Holocausto?
El Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos define los años del Holocausto de 1933 a 1945. La era del Holocausto comenzó en 1933, cuando Adolf Hitler y el Partido Nazi llegaron al poder en Alemania. Terminó en 1945, cuando las potencias aliadas derrotaron a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. El Holocausto también se denomina a veces “Shoah”, palabra hebrea que significa “catástrofe”.
Cuando llegaron al poder en Alemania, los nazis no empezaron de inmediato a perpetrar el asesinato masivo de judíos. Sin embargo, rápidamente empezaron a utilizar al gobierno para atacar y excluir a los judíos de la sociedad alemana. Entre otras medidas antisemitas, el régimen alemán nazi promulgó leyes discriminatorias y organizó la violencia contra los judíos de Alemania. La persecución nazi de los judíos se volvió cada vez más radical de 1933 a 1945. Esta radicalización culminó en un plan que los líderes nazis denominaron la “solución final al problema judío”. La “solución final” fue el asesinato masivo organizado y sistemático de los judíos europeos. El régimen alemán nazi llevó a cabo este genocidio de 1941 a 1945.
Para cuando terminó el Holocausto, el régimen alemán nazi y sus aliados y colaboradores habían asesinado a seis millones de judíos europeos.
¿Por qué los nazis tenían a los judíos en la mira?
Los nazis atacaron a los judíos porque eran radicalmente antisemitas. Esto significa que tenían prejuicios contra los judíos y los odiaban. De hecho, el antisemitismo fue un principio básico de su ideología y el fundamento de su visión del mundo.
Los nazis acusaban falsamente a los judíos de ser los causantes de los problemas sociales, económicos, políticos y culturales de Alemania. En particular, los culpaban de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Algunos alemanes se mostraron receptivos a estas afirmaciones nazis. La ira por la derrota en la guerra, y las crisis económicas y políticas que le siguieron, contribuyeron a aumentar el antisemitismo en la sociedad alemana. La inestabilidad de Alemania durante la República de Weimar (1918-1933), el temor al comunismo y las crisis económicas de la Gran Depresión también hicieron que muchos alemanes se mostraran más abiertos a las ideas nazis, entre ellas el antisemitismo.
Sin embargo, los nazis no inventaron el antisemitismo. Este es un prejuicio antiguo y extendido que ha adoptado muchas formas a lo largo de la historia. En Europa, se remonta a la antigüedad. En la Edad Media (500-1400), los prejuicios contra los judíos se basaban principalmente en las primeras creencias y pensamientos cristianos, en particular el mito de que los judíos fueron responsables de la muerte de Jesús. Las sospechas y la discriminación arraigadas en los prejuicios religiosos continuaron a principios de la Europa moderna (1400-1800). En esa época, los líderes de gran parte de la Europa cristiana aislaron a los judíos de la mayoría de los aspectos de la vida económica, social y política. Esta exclusión contribuyó al estereotipo de los judíos como intrusos. A medida que Europa se volvió más secular, muchos lugares eliminaron la mayoría de las restricciones legales contra los judíos. Sin embargo, esto no representó el final del antisemitismo. Además del antisemitismo religioso, en los siglos XVIII y XIX se impusieron en Europa otros tipos de antisemitismo. Estas nuevas formas fueron el antisemitismo económico, el nacionalista y el racial. En el siglo XIX, los antisemitas afirmaron falsamente que los judíos eran responsables de muchos males sociales y políticos de la sociedad moderna e industrial. Las teorías de la raza, la eugenesia y el darwinismo social justificaban falsamente estos odios. Los prejuicios nazis contra los judíos se basaban en todos estos elementos, pero especialmente en el antisemitismo racial. El antisemitismo racial es la idea discriminatoria de que los judíos son una raza separada e inferior.
El Partido Nazi promovió una forma particularmente virulenta de antisemitismo racial. Era fundamental para la visión del mundo basada en la raza que el partido tenía,. Los nazis creían que el mundo estaba dividido en distintas razas y que algunas eran superiores a otras. Consideraban que los alemanes eran miembros de la raza “aria”, que supuestamente era superior. Afirmaban que los “arios” estaban engarzados en una lucha por su existencia con otras razas inferiores. Además, los nazis creían que la llamada “raza judía” era la más inferior y peligrosa de todas. Según los nazis, los judíos eran una amenaza que había que eliminar de la sociedad alemana. De lo contrario, insistían los nazis, la “raza judía” corrompería y destruiría permanentemente al pueblo alemán. La definición de judío que tenían los nazis, basada en la raza, incluía a muchas personas que se identificaban como cristianas o que no practicaban el judaísmo.
¿Dónde tuvo lugar el Holocausto?
El Holocausto fue una iniciativa de la Alemania nazi que tuvo lugar en toda la Europa controlada por Alemania y el Eje. Afectó a casi toda la población judía de Europa, que en 1933 era de 9 millones de personas.
El Holocausto comenzó en Alemania después de que Adolf Hitler fue nombrado canciller en enero de 1933. Casi de inmediato, el régimen alemán nazi (que se autodenominó Tercer Reich) excluyó a los judíos de la vida económica, política, social y cultural alemana. A lo largo de la década de 1930, el régimen presionó cada vez más a los judíos para que emigraran.
Sin embargo, la persecución nazi de los judíos se extendió más allá de Alemania. Durante la década de 1930, la Alemania nazi aplicó una política exterior agresiva. Esto culminó en la Segunda Guerra Mundial, que comenzó en Europa en 1939. La expansión territorial antes y durante la guerra acabó por poner a más millones de judíos bajo el control alemán.
La expansión territorial de la Alemania nazi comenzó en 1938-1939. Durante este tiempo, Alemania se anexionó la vecina Austria y ocupó el territorio checo de los Sudetes. El 1º de septiembre de 1939, la Alemania nazi inició la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) al atacar a Polonia. Durante los dos años siguientes, Alemania invadió y ocupó gran parte de Europa, incluso la región occidental de la Unión Soviética. La Alemania nazi amplió aún más su control al establecer alianzas con los gobiernos de Italia, Hungría, Rumania y Bulgaria. También impuso gobiernos títeres en Eslovaquia y Croacia. Estos países fueron los miembros europeos de la alianza del Eje, en la cual también participó Japón.
Para 1942 —como resultado de anexiones, invasiones, ocupaciones y alianzas— la Alemania nazi controlaba la mayor parte de Europa y algunas regiones del norte de África. El control nazi trajo consigo políticas duras y, en última instancia, el asesinato en masa de civiles judíos en toda Europa.
Los nazis, sus aliados y sus colaboradores asesinaron a seis millones de judíos.
¿Cómo persiguieron la Alemania nazi, sus aliados y sus colaboradores al pueblo judío?
De 1933 a 1945, la Alemania nazi, sus aliados y sus colaboradores aplicaron una amplia gama de políticas y medidas antijudías. Estas políticas variaban de un lugar a otro. Así, no todos los judíos vivieron el Holocausto de la misma manera. Pero en todos los casos, millones de personas fueron víctimas de persecución simplemente por ser identificadas como judías.
En todos los territorios controlados por Alemania y los países alineados, la persecución de los judíos adoptó diversas formas:
- Discriminación legal en forma de leyes antisemitas. Entre ellas, las leyes raciales de Nuremberg y otras muchas leyes discriminatorias.
- Diversas formas de identificación y exclusión pública. Estas incluían la propaganda antisemita, el boicot a los negocios de propiedad judía, la humillación pública y las marcas obligatorias (como la insignia de la estrella judía que se llevaba como brazalete o en la ropa).
- Violencia organizada. El ejemplo más notable es la Kristallnacht (la noche de los cristales rotos). También hubo incidentes aislados y otros pogroms (disturbios violentos).
- Desplazamiento físico. Las autoridades recurrieron a la emigración forzosa, el reasentamiento, la expulsión, la deportación y la creación de ghettos para desplazar físicamente a personas y comunidades judías.
- Internamiento. Las autoridades internaron a los judíos en ghettos superpoblados, campos de concentración y campos de trabajos forzados, donde muchos murieron de hambre, enfermedades y otras condiciones inhumanas.
- Robos y saqueos generalizados. La confiscación de las propiedades, así como de los objetos personales y de valor de los judíos fue una parte fundamental del Holocausto.
- Trabajos forzados. Los judíos tenían que hacer trabajos forzados al servicio del esfuerzo bélico del Eje o para el enriquecimiento de organizaciones nazis, del ejército y de empresas privadas.
Muchos judíos murieron como resultado de estas políticas, pero antes de 1941, el asesinato masivo y sistemático de todos los judíos no era una política nazi. En 1941, sin embargo, los dirigentes nazis decidieron llevar a cabo el genocidio de los judíos europeos. Se referían a este plan como la “solución final al problema judío”.
¿En qué consistió la “solución final al problema judío”?
La “solución final al problema judío” (Endlösung der Judenfrage) nazi fue el asesinato masivo, deliberado y sistemático de los judíos europeos. Fue la última etapa del Holocausto, y tuvo lugar de 1941 a 1945. Aunque muchos judíos fueron asesinados antes de que comenzara la “solución final”, la gran mayoría de las víctimas judías fueron asesinadas en este periodo.
Como parte de la “solución final”, la Alemania nazi cometió asesinatos en masa a una escala sin precedentes. Había dos métodos principales para matar. Uno de los métodos era el fusilamiento masivo. Las unidades alemanas llevaron a cabo fusilamientos masivos en las afueras de pueblos, ciudades y aldeas de toda Europa oriental. El otro método era la asfixia con gas venenoso. Estas operaciones de gaseo se llevaron a cabo en centros de exterminio y con camionetas de gaseo.
Fusilamientos masivos
El régimen nazi llevó a cabo fusilamientos masivos de civiles en una escala nunca antes vista. Después de que Alemania invadió la Unión Soviética en junio de 1941, las unidades alemanas comenzaron a realizar fusilamientos masivos de los judíos locales. Al principio, estas unidades solamente fusilaban a hombres judíos en edad militar, pero para agosto de 1941, comenzaron a masacrar a comunidades judías enteras. Estas masacres solían producirse a plena luz del día, y a la vista y oído de los residentes locales.
Las operaciones de fusilamiento masivo tuvieron lugar en más de 1,500 ciudades, pueblos y aldeas de toda Europa oriental. Las unidades alemanas encargadas de asesinar a la población judía local se desplazaban por toda la región cometiendo horribles masacres. Por lo general, estas unidades entraban en las ciudades y acorralaban a los civiles judíos. Después los llevaban a un lugar en las afueras de la ciudad. A continuación, los obligaban a cavar una fosa común o los llevaban a fosas comunes abiertas de antemano. Por último, los alemanes o los colaboradores locales fusilaban a todos los hombres, las mujeres y los niños para que cayeran en estas fosas. A veces, estas masacres incluían el uso de camionetas de gaseo especialmente diseñadas. Los autores de las masacres utilizaban estas camionetas para asfixiar a las víctimas con el monóxido de carbono que emanaba de sus propios escapes.
Los alemanes también llevaron a cabo fusilamientos masivos en lugares de matanza en la Europa oriental ocupada. Por lo general, estos sitios se encontraban cerca de las grandes ciudades. Entre estos lugares estaba el Fuerte IX de Kovno (Kaunas), los bosques de Rumbula y Bikernieki en Riga, y Maly Trostenets, cerca de Minsk. En estos lugares de matanza, los alemanes y sus colaboradores locales asesinaron a decenas de miles de judíos de los ghettos de Kovno, Riga y Minsk. También fusilaron a decenas de miles de judíos alemanes, austriacos y checos en esos lugares de matanza. En Maly Trostenets, miles de víctimas también fueron asesinadas en camionetas de gaseo.
Las unidades alemanas que perpetraron los fusilamientos masivos en Europa oriental eran las Einsatzgruppen (fuerzas especiales de las SS y la policía), los batallones de la Policía del Orden y las unidades de las Waffen-SS. El ejército alemán (Wehrmacht) proporcionaba apoyo logístico y mano de obra. Algunas unidades de la Wehrmacht también llevaron a cabo masacres. En muchos lugares, las unidades auxiliares locales que trabajaban con las SS y la policía participaban en los fusilamientos masivos. Estas unidades auxiliares estaban formadas por funcionarios civiles, militares y policiales locales.
Aproximadamente dos millones de judíos fueron asesinados en fusilamientos masivos o en camionetas de gaseo en los territorios arrebatados a las fuerzas soviéticas.
Centros de exterminio
A finales de 1941, el régimen nazi comenzó a construir centros de exterminio fijos y diseñados específicamente con ese fin en la Polonia ocupada por los alemanes. Los centros de exterminio se conocían también como “campos de exterminio”. La Alemania nazi operó cinco centros de exterminio: Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka y Auschwitz-Birkenau. Estos centros de exterminio se construyeron con el único propósito de asesinar eficazmente a los judíos a gran escala. El principal medio de asesinato en los centros de exterminio era el gas venenoso emitido en cámaras de gas selladas o en camionetas.
Las autoridades alemanas, con la ayuda de sus aliados y sus colaboradores, transportaron a los judíos de toda Europa a estos centros de exterminio. Disimulaban sus intenciones diciendo que los transportes a los centros de exterminio eran “acciones de reasentamiento” o “transportes de evacuación”. En español esto se conoce como “deportación”. La mayoría de estas deportaciones se realizaba en tren. Para transportar eficazmente a los judíos a los centros de exterminio, las autoridades alemanas utilizaron el amplio sistema ferroviario europeo, así como otros medios de transporte. En muchos casos, los vagones de los trenes eran vagones de carga; en otros casos, eran vagones de pasajeros.
Las condiciones en los transportes de deportación eran horribles. Las autoridades alemanas y sus colaboradores locales obligaban a los judíos de todas las edades a subir a los atestados vagones. A menudo tenían que permanecer de pie, a veces durante días, hasta que el tren llegaba a su destino. Los responsables los privaban de alimentos, agua, baños, calefacción y atención médica. Los judíos solían morir en el camino debido a estas condiciones inhumanas.
La gran mayoría de los judíos deportados a los centros de exterminio murió asesinada con gas casi inmediatamente después de su llegada. Los funcionarios alemanes seleccionaban a algunos judíos a quienes consideraban sanos y fuertes para hacer trabajos forzados.
Mi madre corrió hacia mí, me sujetó por los hombros y me dijo: “Leibele, ya no voy a volver a verte nunca más. Cuida a tu hermano”.
—Leo Schneiderman describiendo su llegada a Auschwitz, donde fue seleccionado y separado de su familia.
En los cinco centros de exterminio, los oficiales alemanes obligaban a algunos prisioneros judíos a colaborar en el proceso de matanza. Entre otras tareas, estos prisioneros tenían que clasificar las pertenencias de las víctimas y sacar sus cuerpos de las cámaras de gas. Las unidades especiales se deshicieron de los millones de cadáveres en fosas comunes, en fosas de incineración o quemándolos en grandes crematorios diseñados especialmente para ese fin.
Casi 2.7 millones de hombres, mujeres y niños judíos fueron asesinados en los cinco centros de exterminio.
¿Qué eran los ghettos y por qué los crearon las autoridades alemanas durante el Holocausto?
Los ghettos eran una parte de la ciudad donde los ocupantes alemanes obligaban a los judíos a vivir en condiciones de hacinamiento e insalubridad. Las autoridades alemanas a menudo cerraban estas zonas construyendo muros u otras barreras. Los guardias impedían que los judíos salieran sin permiso. Algunos ghettos existieron durante años, pero otros solo existieron durante meses, semanas o incluso días como lugares de detención antes de la deportación o del asesinato de sus ocupantes.
Los funcionarios alemanes crearon ghettos por primera vez en 1939-1940, en la Polonia ocupada por Alemania. Los dos más grandes se encontraban en las ciudades polacas ocupadas de Varsovia y Lodz (Łódź). A partir de junio de 1941, los oficiales alemanes también los establecieron en los territorios recién conquistados en Europa oriental, tras el ataque alemán a la Unión Soviética. Las autoridades alemanas, sus aliados y sus colaboradores también establecieron ghettos en otras partes de Europa. En1944 en particular, las autoridades alemanas y húngaras crearon ghettos temporales para centralizar y controlar a los judíos antes de deportarlos de Hungría.
El objetivo de los ghettos
Las autoridades alemanas establecieron originalmente los ghettos para aislar y controlar a las grandes poblaciones judías locales en la Europa oriental ocupada. Al principio, concentraban a los residentes judíos de una ciudad y de la zona o región circundante. Sin embargo, a partir de 1941, los funcionarios alemanes también deportaron a los judíos de otras partes de Europa (incluida Alemania) a algunos de estos ghettos.
Los trabajos forzados de los judíos se convirtieron en una característica central de la vida en muchos ghettos. En teoría, ese trabajo debía ayudar a pagar la administración del ghetto y apoyar el esfuerzo bélico alemán. A veces, se establecían fábricas y talleres en las cercanías para explotar con trabajos forzados a los prisioneros judíos. El trabajo era a menudo manual y agotador.
La vida en los ghettos
La vida en los ghettos era miserable y peligrosa. Había poca comida y escasos servicios sanitarios y médicos. Cientos de miles de personas murieron de inanición, por enfermedades descontroladas, por exposición a temperaturas extremas y por agotamiento debido a los trabajos forzados. Los alemanes también asesinaban a los prisioneros judíos mediante brutales palizas, torturas, fusilamientos al azar y otras formas de violencia arbitraria.
Los judíos de los ghettos trataban de mantener un sentido de dignidad y de vida en comunidad. Formaban escuelas, bibliotecas, servicios de bienestar común e instituciones religiosas para proporcionar una cierta conexión entre los residentes. Los intentos de documentar la vida en los ghettos, como el archivo Oneg Shabat y la fotografía clandestina, son poderosos ejemplos de resistencia espiritual. En muchos ghettos también hubo movimientos clandestinos organizados por la resistencia armada. El más famoso de ellos es el levantamiento del ghetto de Varsovia en 1943.
Liquidación de los ghettos
A partir de 1941-1942, los alemanes, sus aliados y sus colaboradores asesinaron en masa a los residentes de los ghettos y disolvieron sus estructuras administrativas. A este proceso lo denominaron “liquidación”, y formó parte de la “solución final al problema judío”. La mayoría de los judíos de los ghettos fueron asesinados durante fusilamientos masivos en lugares de matanza cercanos o después de ser deportados a centros de exterminio. Casi todos los centros de exterminio estaban situados deliberadamente cerca de los grandes ghettos de la Polonia ocupada por Alemania o a lo largo de rutas ferroviarias de fácil acceso.
¿Quién fue responsable de llevar a cabo el Holocausto y la “solución final”?
Hubo muchas personas responsables de llevar a cabo el Holocausto y la “solución final”.
Al más alto nivel, Adolf Hitler inspiró, ordenó, aprobó y apoyó el genocidio de los judíos de Europa. Sin embargo, Hitler no actuó solo. Tampoco presentó un plan exacto para la aplicación de la solución final. Otros líderes nazis fueron quienes coordinaron, planificaron e implementaron directamente los asesinatos en masa. Entre ellos estuvieronHermann Göring, Heinrich Himmler, Reinhard Heydrich y Adolf Eichmann.
Sin embargo, hubo millones de alemanes y otros europeos que participaron en el Holocausto. Sin dicha participación, el genocidio del pueblo judío en Europa no habría sido posible. Los líderes nazis se apoyaron en las instituciones y las organizaciones alemanas, en otras potencias del Eje, en las burocracias e instituciones locales y en las personas.
Personas, instituciones y organizaciones alemanas
Los líderes nazis se apoyaron en muchas instituciones y organizaciones alemanas que les ayudaron a llevar a cabo el Holocausto. Los miembros de las organizaciones nazis iniciaron y llevaron a cabo muchas acciones antijudías antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Estas organizaciones fueron en especial el Partido Nazi, las SA (tropas de asalto o Camisas Pardas) y las SS (Schutzstaffel, los escuadrones de protección). Una vez iniciada la guerra, las SS y las organizaciones policiales afiliadas a ellas se volvieron especialmente mortíferas. Los miembros del Sicherheitsdienst (el SD), la Gestapo, la Policía Criminal (Kripo) y la policía del orden desempeñaron un papel especialmente activo y mortífero en el asesinato en masa de los judíos de Europa. Otras instituciones alemanas que participaron en la ejecución de la “solución final” fueron el ejército, los sistemas nacionales de ferrocarriles y de salud, la administración pública y el sistema de justicia penal, así como empresas, compañías de seguros y bancos.
Como miembros de estas instituciones, innumerables soldados alemanes, policías, funcionarios, abogados, jueces, empresarios, ingenieros, médicos y personal de enfermería optaron por aplicar las políticas del régimen. Los alemanes comunes y corrientes también participaron de diversas formas en el Holocausto. Algunos vitoreaban mientras los judíos eran golpeados o humillados. Otros denunciaron a los judíos por desobedecer las leyes y reglamentos racistas. Muchos alemanes compraron, tomaron o saquearon las pertenencias y las propiedades de sus vecinos judíos. La participación de estos alemanes en el Holocausto estuvo motivada por el entusiasmo, el arribismo, el temor, la codicia, el interés propio, el antisemitismo y los ideales políticos, entre otros factores.
Instituciones y gobiernos no alemanes
La Alemania nazi no perpetró el Holocausto por sí sola, sino que contó con la ayuda de sus aliados y colaboradores. En este contexto, “aliados” se refiere a los países del Eje que oficialmente fueron aliados de la Alemania nazi. “Colaboradores” se refiere a los regímenes y organizaciones que cooperaron con las autoridades alemanas de manera oficial o semioficial. Entre los aliados y los colaboradores de la Alemania nazi se encontraban:
- Las potencias europeas del Eje y otros regímenes colaboracionistas (como la Francia de Vichy). Estos gobiernos aprobaron su propia legislación antisemita y cooperaron con los objetivos alemanes.
- Las burocracias locales respaldadas por Alemania, en especial las fuerzas policiales locales. Estas organizaciones ayudaron a capturar, internar y deportar a los judíos, incluso en países que no eran aliados de Alemania, como los Países Bajos.
- Unidades auxiliares locales formadas por funcionarios militares, policiales y civiles. Estas unidades respaldadas por Alemania participaron en masacres de judíos en Europa oriental (a menudo de forma voluntaria).
Los términos “aliados” y “colaboradores” también pueden referirse a personas afiliadas a estos gobiernos y organizaciones.
Personas de toda Europa
En toda Europa hubo personas que, aunque no tenían ninguna afiliación gubernamental ni institucional y no participaron directamente en el asesinato de judíos, también contribuyeron al Holocausto.
Una de las cosas más mortíferas que vecinos, conocidos, colegas e incluso amigos podían hacer era denunciar a los judíos ante las autoridades alemanas nazis. Una cantidad desconocida de personas eligió hacer esto. Así, revelaron los escondites de los judíos, desenmascararon a quienes tenían una identidad falsa como cristianos e identificaron a los judíos ante los oficiales nazis de diversas maneras. Al hacerlo, provocaron su muerte. Las motivaciones de estas personas eran muy diversas: temor, interés propio, codicia, venganza, antisemitismo, así como creencias políticas e ideológicas.
Las personas también se beneficiaron del Holocausto. Quienes no eran judíos a veces se instalaban en las casas de estos, se apoderaban de sus negocios y les robaban sus pertenencias y objetos de valor. Esto formó parte del robo y el saqueo generalizados que acompañaron al genocidio.
La mayoría de las veces, las personas contribuyeron al Holocausto al no actuar o mostrarse indiferentes ante la difícil situación de sus vecinos judíos. A estas personas se les conoce como espectadores.
¿Quiénes fueron las otras víctimas de la persecución y los asesinatos masivos de los nazis?
El Holocausto se refiere específicamente a la persecución y el asesinato sistemáticos de seis millones de judíos. Sin embargo, también hubo millones de otras víctimas de la persecución y del asesinato a manos de los nazis. En la década de 1930, el régimen atacó a una serie de supuestos enemigos dentro de la misma sociedad alemana. A medida que los nazis extendían su alcance durante la Segunda Guerra Mundial, hubo millones de otros europeos que también se vieron sometidos a la brutalidad nazi.
Los nazis clasificaban a los judíos como el “enemigo” prioritario. Sin embargo, también atacaron a otros grupos por considerarlos amenazas para la salud, la unidad y la seguridad del pueblo alemán. El primer grupo al que atacó el régimen nazi fue el de los opositores políticos. Entre ellos había funcionarios y miembros de otros partidos políticos, así como activistas sindicales. Entre los opositores políticos también había personas que simplemente eran sospechosas de oponerse o criticar al régimen nazi. Los enemigos políticos fueron los primeros en ser encarcelados en los campos de concentración nazis. Los testigos de Jehová también fueron encarcelados en prisiones y campos de concentración. Fueron detenidos porque se negaban a jurar lealtad al gobierno y a servir en el ejército alemán.
El régimen nazi también atacó a los alemanes cuyas actividades se consideraban perjudiciales para su sociedad. Entre ellos se encontraban hombres acusados de homosexualidad, personas acusadas de ser delincuentes profesionales o habituales, y los llamados asociales (personas identificadas como vagabundos, mendigos, prostitutas, proxenetas y alcohólicos). Decenas de miles de estas víctimas fueron encarceladas en prisiones y campos de concentración. El régimen también persiguió y esterilizó por la fuerza a los afroalemanes.
Las personas con discapacidades también fueron víctimas del régimen nazi. Antes de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes que se consideraba que tenían padecimientos hereditarios supuestamente insalubres eran esterilizados por la fuerza. Una vez iniciada la guerra, esta medida nazi se radicalizó. Se consideraba que las personas con discapacidades, especialmente las que vivían en instituciones, eran una carga genética y económica para Alemania. Estas personas fueron víctimas de asesinato en el denominado programa de eutanasia.
El régimen nazi empleó medidas extremas contra los grupos que se consideraba que eran enemigos raciales, ideológicos o de la civilización. Entre ellos se encontraban los romaníes (gitanos), los polacos (en particular los intelectuales y las élites polacas) y los funcionarios y prisioneros de guerra soviéticos. Los nazis perpetraron asesinatos en masa contra estos grupos.
¿Cómo terminó el Holocausto?
El Holocausto terminó en mayo de 1945, cuando las principales potencias aliadas (Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética) derrotaron a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. A medida que las fuerzas aliadas avanzaban por Europa en una serie de ofensivas, invadieron los campos de concentración. Ahí liberaron a los prisioneros sobrevivientes, muchos de los cuales eran judíos. Los aliados también encontraron y liberaron a los sobrevivientes de las llamadas marchas de la muerte. Estas marchas forzadas consistían en grupos de prisioneros judíos y no judíos de los campos de concentración, quienes habían sido evacuados a pie bajo la vigilancia de las SS.
Sin embargo, la liberación no fue el final de la pesadilla. Mientras intentaban construir una nueva vida, muchos sobrevivientes del Holocausto se enfrentaron a continuas amenazas de antisemitismo violento y al desplazamiento. Muchos de ellos habían perdido a sus familiares, mientras que otros trataron durante años de localizar a sus padres, hijos y hermanos desaparecidos.
¿Cómo sobrevivieron algunos judíos al Holocausto?
A pesar de los esfuerzos de la Alemania nazi por asesinar a todos los judíos de Europa, algunos judíos sobrevivieron al Holocausto. Lograron sobrevivir de diversas maneras, pero en cada caso, esto solo fue posible gracias a la confluencia de circunstancias, decisiones, ayuda de otros (tanto judíos como no judíos) y pura suerte.
Sobrevivencia fuera de la Europa controlada por Alemania
Algunos judíos sobrevivieron al Holocausto al escapar de la Europa controlada por los alemanes. Antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial, cientos de miles de judíos emigraron de la Alemania nazi a pesar de enfrentar fuertes impedimentos migratorios. Los que emigraron a Estados Unidos, Gran Bretaña y otros lugares fuera del control alemán se pusieron a salvo de la violencia nazi. Incluso después del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, algunos judíos lograron escapar de la Europa controlada por los alemanes. Por ejemplo, unos 200,000 judíos polacos huyeron de la ocupación alemana de Polonia. Estos judíos sobrevivieron a la guerra en duras condiciones después de que las autoridades soviéticas los deportaran hacia el interior de la Unión Soviética.
Sobrevivencia en la Europa controlada por los alemanes
Una cantidad menor de judíos sobrevivió dentro de la Europa controlada por los alemanes. En muchos casos, lo lograron con ayuda de rescatistas. Hubo esfuerzos de rescate que variaron desde actos aislados hasta redes organizadas, grandes y pequeñas. En toda Europa, hubo personas no judías que corrieron graves riesgos para ayudar a sobrevivir a sus vecinos, amigos y a desconocidos judíos. Por ejemplo, buscaban escondites para los judíos, conseguían documentos falsos que ofrecían identidades cristianas para protegerlos o les proporcionaban alimentos y suministros. Otros judíos sobrevivieron como miembros de movimientos de resistencia partisana. Por último, algunos judíos lograron sobrevivir, a pesar de tenerlo todo en contra, al encarcelamiento en los campos de concentración, los ghettos e incluso los centros de exterminio.
Consecuencias
Aunque el Holocausto terminó al mismo tiempo que la guerra, el legado de terror y genocidio no desapareció. Para cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, seis millones de judíos y millones de otras personas habían muerto. La Alemania nazi, sus aliados y sus colaboradores devastaron o destruyeron por completo miles de comunidades judías en toda Europa.
Después del Holocausto, los judíos que sobrevivieron se enfrentaron a menudo a la traumática realidad de haber perdido a toda su familia y a su comunidad. Algunos pudieron volver a casa y optaron por rehacer su vida en Europa. Muchos otros tenían temor de regresar debido a la violencia y al antisemitismo de la postguerra. En el período inmediatamente posterior a la guerra, quienes no pudieron o no quisieron volver a casa con frecuencia se encontraron viviendo en campos de desplazados. Ahí, muchos tuvieron que esperar años para poder emigrar a un nuevo hogar.
Después del Holocausto, el mundo ha tenido dificultades para aceptar los horrores del genocidio, recordar a las víctimas y responsabilizar a los autores. Estos importantes esfuerzos continúan hasta hoy.
Notas
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Footnote reference1.
En este contexto, "aliados" se refiere a los países del Eje que eran aliados oficiales de la Alemania nazi. "Colaboradores" se refiere a los regímenes y organizaciones que cooperaron con las autoridades alemanas de forma oficial o semioficial. Estos colaboradores respaldados por Alemania incluían algunas fuerzas policiales, burocracias y unidades paramilitares locales. Los términos "aliados" y "colaboradores" también pueden referirse a personas afiliadas a estos gobiernos y organizaciones.
Preguntas de Pensamiento Crítico
¿Qué podemos aprender del gran tamaño y alcance del Holocausto?
En toda Europa, los nazis encontraron innumerables ayudantes dispuestos que colaboraron con ellos o fueron cómplices de sus crímenes. ¿Qué motivos y presiones llevaron a tantas personas a perseguir, asesinar o abandonar a sus semejantes?
¿Hubo señales de advertencia de lo que estaba por venir antes de que los nazis subieran al poder en 1933? ¿Antes del comienzo de los asesinatos masivos en 1941?